STREET STYLE: GRAN VÍA CON DIEGO DOMÍNGUEZ

Abandonó su casa hace tres años para cumplir su deseo de ser actor. Un salto con pértiga que le permitió pasar de ser un personaje al margen de la espuma de la fama a convertirse en un fenómeno conocido a nivel mundial por la serie de Violetta (Disney). Ahora, Diego Domínguez se enfrenta a nuevos retos.

Diego Domínguez se dio a conocer en España con tan solo 11 años, en su debut de la primera edición de Eurojunior (2003). Destacaba entre sus compañeros por su desparpajo y soltura ante la cámara. “Por aquel entonces me daba todo igual” – recuerda con una sonrisa. “He cambiado, me he vuelto más coherente y vergonzoso. No reniego de mi pasado, de hecho, me gusta ver cómo me comportaba para tomar nota y corregirme”.

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Canturrea flamenco mientras bajamos las escaleras hacia la Gran Vía de Madrid, donde nos esperaba el equipo de estilismos y fotografía de ColumnaZero, a la par que conocía las marcas que iba a vestir en este singular street style. Para esta ocasión contábamos con firmas como Pompeii (zapatillas de edición limitada), Saint Patton (bañadores hechos a mano pieza a pieza), Benton Cooper (camisetas y camisas inspiradas en el béisbol de los años 20) y RumJungle (jerseys y chaquetas italianas).

Aunque su trayectoria parecía ir orientada hacia el ámbito musical – tras Eurojunior, grabó varios discos e hizo giras con los grupos 3+2 y Juego de Dos - lo cierto es que un día se topó con la interpretación y se enamoró de ella. Decidió apuntarse a la compañía teatral aragonesa “La Estación”. “Era una actividad extraescolar y actuábamos para pocas personas, pero me sirvió para descubrir que me gustaba meterme en la piel de diferentes personajes”- cuenta. Tras este primer contacto con el teatro, el joven abandonó Zaragoza para ir a Madrid a estudiar Interpretación. Ha participado como el “chico malo” de series españolas como “Física o Química”, “La Pecera de Eva”, “Aída” y “El Secreto de Puente Viejo”. No teme las etiquetas. “Un personaje canalla siempre te va a permitir darle varios matices, un angelito, no”. La experiencia de pasar de ser un actor casi anónimo con pequeños papeles en televisión o cine a ser coprotagonista de una de las telenovelas más exitosas de Disney fue un terremoto para él.

La avalancha de oportunidades que se le venía encima resultaba atrayente para el joven actor. “De repente me encontré ante la oportunidad de tener un buen sostén económico, profesional y cultural” – cuenta el actor. Sin embargo, el nuevo trabajo le supuso alejarse de su familia durante largos periodos de tiempo. “Durante el tiempo que he estado fuera, el apoyo de mis amigos y mi pareja ha resultado vital ya que soy muy familiar”.

El aragonés no sospechaba por aquel entonces que la catapulta de su éxito estaría a miles de kilómetros de su país. “Trabajar en Violetta ha sido algo inolvidable. He tenido la oportunidad de conocer otras culturas y costumbres. He podido ver los diferentes colores de la interpretación y eso me ha abierto mucho la mente”. Argentina, Portugal, Francia, Suiza, Alemania, Uruguay, Perú, Colombia, Brasil, Chile… De todos los países en los que ha estado, prefiere Italia como el lugar donde vivir durante una temporada. Tiene energía y ganas de demostrar un talento que no se ha apreciado antes en el panorama español. “He estado en varias ocasiones en España por Violetta y solo se han interesado por los dos actores protagonistas. Me resultaba extraño el hecho de que no se tuviese en cuenta a Alba Rico y a mí, ya que estábamos representando a nuestro país a nivel internacional. Por eso, cuando alguien valora nuestro trabajo durante este tiempo, lo agradezco enormemente”.

Mide sus respuestas y gesticula en abundancia. Es la antítesis de Diego, su personaje de la serie de Disney. Su candidez no parece forzada, su personalidad arrolladora, con unos ojos llenos de nuevas ilusiones cortesía de un negocio plagado de cuchilladas.

Cuando hablamos de cine se le ilumina la mirada. “El cine es mi amor platónico”- confiesa. “Si pudiera elegir hacer un papel de varias películas de la historia, sería Al Pacino en El Padrino, Marlon Brandom en Un Tranvía llamado deseo o el personaje de Heath Ledger en El Joker. La lista es interminable…”. Diego también es seriéfilo y considera que el panorama serial español ha mejorado notablemente en los últimos años. “Desde Gran Hotel ha habido un progreso tremendo con respecto a la calidad filmográfica. En España hay mucho talento, tenemos grandes actores y grandes productores”. Confiesa que está enganchado a la serie argentina Historia de un Clan, nominada a los próximos Óscars.

Cuando hablamos de planes por tachar en su lista, menciona la palabra “Hollywood”. Apunta alto sin despegar las suelas del asfalto. Sin prisas, sin pausas. Sus planes más próximos están centrados en trabajar en España y demostrar todo lo que ha absorbido en los últimos años. “Creo que se enriquecería mucho más la cultura televisiva, cinematográfica y teatral si tuviéramos más en cuenta el trabajo de otras culturas. Fíjate en Vis a Vis, está siendo un bombazo por la fórmula de mezcla de etnias y culturas” – apunta el aragonés.

Se alborota el pelo y continúa hablando mientras vamos camino del restaurante Goiko Grill a comer alguna de sus hamburgesas, conocidas por estar entre las mejores de Madrid. Su móvil, ignorado en el bolsillo, comenzará a recibir tweets de fans en cuanto se enteren de que está en la capital. Camina con paso seguro. Espera al futuro impaciente, como lo hacía aquel niño que se presentó a un casting de talent show a ver qué pasaba, con ganas de comérselo de un bocado.

Fotografías: Alberto Avellana (@albergamkee)

Entrevista: Ana Romero (@AnaRmro)

Estilismos: Aroha Ortego (@arohaortega) y Clara Auñón (@ALClaara)

Maquillaje: María Klasimirova

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