
Presentación
Las canciones hablan de amor, en los exámenes te piden memoria, las poesías utilizan el lenguaje, en el trabajo te piden atención, en las calles oímos hablar de ansiedad y de depresión, en los curriculums escribimos sobre nuestra personalidad, experimentamos lo que es la motivación, en los cines vamos a ver películas dramáticas orientadas a la tristeza, experimentamos ira cuando nos enfadamos, nos sentimos altruistas cuando ayudamos a alguien…
“Psicología es la ciencia del acto de vivir, y se ocupa de todo el sistema de tales actos, ya que constituyen la vida mental” (Samuel Alexander)
Diariamente y de una manera tanto consciente como inconsciente, la psicología tiene un papel muy activo en nuestras vidas: a mí me rodea, a ti te acompaña, a él/ella le condiciona, a nosotros nos enriquece, a vosotros os nutre y a ellos les guía.
La psicología es la ciencia de la conducta, de la cognición y de la emoción, es decir, es la ciencia de la actividad de los seres humanos en su entorno. Podríamos asumirlo como el intento por parte de la humanidad de comprenderse a sí misma.
Yo tuve mucha hambre de conocimiento y todavía no se sacia, razón por la que sigo trabajando e investigando en lo mismo. Decidí emplear mi energía y tiempo a la Psicología para comprender, comprenderos y comprenderme, y hasta el momento sólo me ha dado alegrías. Sí vosotros me lo permitís, os acompañaré en este viaje por el mundo de las conductas, de las cogniciones y de las emociones, descubriéndoos nuevos paisajes y nuevos puntos de vista.
Para ir abriendo el apetito emprenderemos este viaje con una temática jugosa y de interés general, ya que todos las experimentamos diariamente (incluso cuando nosotros no queremos). Son unas huéspedes muy guerreras, no piden permiso para entrar, llegan creando escándalo y tienen sus enfrentamientos con nuestra razón. Os hablo de las emociones.
Las emociones y sus cuatro secretos
Las emociones, los sentimientos, pueden hacernos experimentar un gran número de estados diferentes. Algunos deseables y con un gran número de fans como puede ser la alegría o el amor, y otros repudiados y mal vistos, como la tristeza o la ira.
Yo, desde aquí te aconsejo que borres las fronteras adjetivales entre las emociones, que no las ordenes en una jerarquía bajo el nombre de “buenas” o “malas”, porque te voy a revelar un secreto… todas las emociones son necesarias y buenas, ¡ojo! siempre y cuando sean adaptativas. ¿Pero esto qué significa? Se supone que os he revelado un gran secreto y apenas se entiende… Lo que quiero decir es que todas las emociones, los sentimientos, tienen una razón de ser y una función, y por ello son necesarios.
Que sean adaptativas significa que se adapten al contexto en el que nacieron. La tristeza es adaptativa cuando una madre llora la muerte de sus hijos, sin embargo, la tristeza no es adaptativa cuando aparece al ganar tu equipo de fútbol la final de la “Champions League”.
¿Y cuándo las emociones son malas? Cuando no son adaptativas, son excesivas, o interfieren en el buen funcionamiento de tu día a día. Como por ejemplo enterarte de que tu equipo de fútbol realmente no ganó la final y entristecerte tanto que durante semanas sales de la cama exclusivamente para ir al baño y volver a encerrarte entre sábanas.
Hay que tener en cuenta que cuando un sentimiento poderoso nos invade, ocupa casi todo el espacio de nuestra mente y consume buena parte de nuestro tiempo. Claro ejemplo el del amor. Pero, ¿Y si ese sentimiento fuera indeseable? Los segundos se convierten en minutos y éstos en horas, todos los hemos experimentado. ¿Cómo podríamos eliminarlos? ¿Cómo sacarlos de la mente?. ¡Pues aquí va la revelación del segundo secreto! Basta con cambiarlo por otra emoción, otro sentimiento más fuerte, incompatible con el que queremos desterrar.
¿No lo veis claro? Entonces situémonos: date cuenta de cómo cambia instantáneamente nuestro mal humor y agresividad hacia ese conductor que se nos cruza y casi nos da un golpe a nuestro coche cuando nos enteramos de que se dirige al hospital donde acaban de ingresar muy grave a un familiar. Llegamos incluso a sentirnos avergonzados de nuestro enfado precedente. Pero lo que cambia a saber lo que pasaba no es el susto que ese conductor nos había dado, sino nuestro modo de considerarlo.
Es verdad que con el paso del tiempo sentimientos muy fuertes pueden llegar a desvanecerse (aunque no siempre), pero a corto y medio plazo en la mayoría de ocasiones de la vida, sólo las propias emociones tienen capacidad para superarse a sí mismas. O ¿acaso nadie ha escuchado o experimentado “un clavo saca a otro clavo” ante una crisis amorosa?
Puedo llegar a entender que después de la expectación creada con la revelación de los secretos, éstos os hayan sabido a poco, porque parecen “remedios facilones” sacados de una “Botica de la Abuela” psicológica. Pero os puedo asegurar que de facilones nada, sino decidme, ¿cómo podemos cambiar la emoción de enfado ante un despido por otra emoción? Sólo con desear dejar de estar enfadado no basta ¿cierto?. Esto es, como muchos problemas en esta vida, falta de información. Las emociones no nacen por un acontecimiento, no estamos enfadados porque nos hayan despedido (¡sorpresa! tercer secreto desvelado). Las emociones nacen de un pensamiento que nació de un acontecimiento. Nos despidieron y pensamos en lo mucho que hemos trabajado y en cómo vamos a pagar ahora las facturas, y luego nos enfadamos. Porque suponte que nos despiden y lo que pensamos es “¡uf! Que alivio, no soportaba a mi jefe, no me entendía con los compañeros y además es la oportunidad perfecta para lanzarme a por ese puesto de trabajo que me ofreció la empresa Emociones S.A”, la emoción que sigue a este pensamiento no es enfado, ¿verdad?.
Por lo que… ¿Cómo cambiar una emoción por otra? Dado que los acontecimientos no los podemos cambiar (el despido va a estar ahí hagamos lo que hagamos), lo que tenemos que cambiar son los pensamientos previos, y de esta manera las emociones cambiarán.
Resumiendo:
Si las emociones son adaptativas, son buenas y necesarias.
Eliminar un deseo indeseable conlleva un cambio de emoción.
Acontecimiento → Pensamiento → Emoción : Para cambiar de emoción, cambiamos los pensamientos.
Las emociones influyen en nuestras reacciones espontáneas, en nuestro modo de pensar, en nuestros recuerdos, en las decisiones que tomamos, en cómo planificamos el futuro, en nuestra comunicación con los demás y en nuestro modo de comportarnos.
El bienestar psíquico tiene mucho que ver con el logro del necesario acoplamiento entre la razón y la emoción .Emoción y razón son procesos mucho más inseparables de lo que solemos creer. No podemos convertirnos en seres que anulan o aparcan sus sentimientos. “Sólo la inmadurez cerebral o la enfermedad pueden originar seres o comportamientos puramente emotivos o puramente racionales”. Aquí llegamos al cuarto secreto: sólo el equilibrio entre emoción-razón garantiza el bienestar de las personas.
Experimentad con corazón y cerebro vuestras emociones.
Os espero aquí, en ColumnaZero.
Vega RC, Psicóloga.
Gracias por equilibrar mis emociones
para Vega te felicito por tu tu estudio sobre
llas emociones, tomo buena nota por lo que
me ataña.
Un artículo muy interesante. Es una lástima que en otros estamentos de la vida no sean capaces de explicarnos las cosas con tanta sencillez y con tanta naturalidad como lo ha hecho esta psicóloga en el artículo. Las cosas nos irían mejor. Gracias.
Se ve que te has leído bien el artículo, yo pensé lo mismo que tu pero… No me atreví a ponerlo. Que bien que tu lo hicieras.
todos loos dias sentimos emociones, buenas y malas y el equilibrio está en saber situarlas cada una en su sitio. Cuando no podemos, a mi si me ayudó la terapia de un psicologo, que me enseñó a colocarlas, aunque no siempre se consigue, pero ayuda.
Felicidades!! Una buenísima reflexión!! Ahora hay que llevarlo a la práctica!!
Vega este articulo ha sido in descrubimiento y un antecedente para Poder comprender la personalidad del ser humano, gracias por poner la spicologia a ni vel de todos, sinceramente GRACIAS
Enhorabuena! Gran artículo, aclarador. Hay muchas personas que deberían acercarse a este tipo de materia con más frecuencia y sin miedo. Es necesario. Recordé, y nunca está mla, mis primeras «lecciones» de psicología. Mejor rememorar y tener conocimientos antes de recurrir a ellos por necesidad. Muy sano, buscar el pensamiento origen del sentimiento. Buscar el equilibrio. Lo compartiré para tratar de contagiar a la mayor número de personas posibles 😉
Hola Vega, muchas gracias por este artículo, me ha gustado mucho. Pero…me gustaría que nos siguieras contando secretos. Tengo mucha dudas, que puedo hacer para superar un desamor?, como puedo quitarme el odio? Que hacer sí tengo tristeza. Por favor sigue aclarandonos todas nuestras preguntas. Gracias Vega.
[…] ¿Recordáis? Os vuelvo a hablar de las emociones. Y es que hace unos días aprendimos en “Las emociones y sus cuatro secretos” algunas ideas claves de las mismas, que hoy se unirán a otras cuantas de gran interés (o eso […]
Muy bueno