Si alguna vez te has preguntado qué significan los códigos impresos en los huevos que compras en el supermercado, ColumnaZero te explica de forma detallada toda la información que puedes sacar del marcado y etiquetado de los huevos. El objetivo de la trazabilidad es seguir el rastro del huevo desde su puesta hasta la compra del consumidor final.
La normativa comunitaria de higiene alimentaria obliga a marcar los envases y los huevos con una serie de información para supervisar las etapas de producción, transformación y distribución; informar al usuario y garantizar un sistema de control que permita tomar medidas correctoras en cualquier momento y saber que lotes retirar del mercado en caso de necesidad. Esta normativa aprobada en 2004, y desarrollada en posteriores reglamentos, permite el rastro del huevo en todas las etapas. Los huevos suponen una fuente rica en proteínas, vitamina C y minerales esenciales. El contenido de colesterol en 100g de huevo crudo y fresco es de 424mg. Esos 100g suponen 150 calorías y poco más de 10g de grasa.
Información en la cáscara
Impreso en la cáscara del huevo con tinta apta para el uso alimenticio encontramos el código de procedencia de los huevos, dónde se identifica la forma de cría de la gallina y la granja de origen. También podemos encontrar otra información adicional como la fecha de puesta, el consumo preferente o incluso la marca comercial.
Tomando un código como ejemplo: 3ES64010496
El primer dígito, anterior a las letras que indican el país de procedencia (ES=España), encontramos una información muy importante: la forma de cría de la gallina. Si encontramos el número 0, sabremos que se tratan de huevos ecológicos, si impreso se encuentra el 1, los huevos serán de gallinas camperas, por el contrario, el 2 significa huevos de gallinas criadas en suelo, en gallineros con espacio limitado, y por último, el 3 indicará que los huevos proceden de gallinas criadas en jaulas, especialmente diseñadas para facilitar la recogida de huevos.
Los números posteriores al país de procedencia y que completan el código informarán sobre la provincia (64), municipio (010) y granja de producción (496).
La calidad
Los huevos que se venden en la UE deben cumplir una serie de requisitos para ser denominados huevos de categoría A. Esos requisitos garantizan una cáscara, clara y yema óptimas. Los huevos frescos destinados al consumo pueden clasificarse en función del peso en XL (más de 73 gramos), L (de 63 a 73 gramos), M (de 53 a 63 gramos) y S (menos de 53 gramos). Un huevo fresco debe venderse al consumidor en los 21 días posteriores a la fecha de puesta, pudiéndose consumir hasta 28 días después de la puesta.
Los huevos de categoría B no son aptos para su consumo. Son aquellos huevos con fisuras o suciedad en la cáscara, o que han dejado de ser frescos, y que sólo pueden ser destinados a su transformación en industrias alimentarias para la fabricación de ovoproductos, procesándose el huevo y eliminándose los riesgos sanitarios.
El envase
El envase recogerá toda la información de calidad: categoría de calidad, clasificación en función del peso y fecha de consumo preferente; así como el nombre de la empresa que envasa y comercializa, el número de registro del centro de embalaje y otra información como la propia de la cáscara (para evitar abrir la huevera en caso de necesitar la información) y consejos de conservación.
Ricardo Bolaños
[…] Si por algo son valorados los huevos, sobre todo por los deportistas, es por la cantidad de proteínas que nos proporcionan. Con sólo 75 calorías aproximadas por unidad, un huevo puedes aportarnos ácido graso oleico que tiene la propiedad de aumentar el colesterol bueno, vitaminas, minerales, y es fuente de luteína y zeaxantina perfectas para protegernos de enfermedades de la visión. En ColumnaZero, explicamos todas las propiedades de los huevos, así como el significado de su marcado y etiquetado. […]