Lujo y calidad, en familia.
Un establecimiento reconocido como “Bib Gourmand” por parte de la prestigiosa Guía Michelin es aquel que demuestra una excelente relación entre la exquisitez y el precio de sus platos, y para muchos es sin lugar a dudas la antesala para conseguir la codiciada estrella.
Esto es un dato más, una distinción de valor incalculable claro está, que acaba de recibir LA CASONA DE LA VID, segundo restaurante del grupo El Lagar de Isilla, pero vivida la experiencia desde dentro y tras conocer a las personas que regentan este establecimiento y el resto de líneas de negocio del grupo, a uno le queda la sensación de que a esta familia burgalesa los reconocimientos que más les gustan son el cariño y las ganas de volver que muestran sus clientes.
Antes de meternos en materia conozcamos algo de historia y geografía, para situar a nuestro “protagonista”: el pueblo de La Vid fue construido en los años 50 para alojar a los vecinos del antiguo pueblo de Linares del Arroyo (Segovia), inundado para construir el pantano de Linares. Hoy en día cuenta con 101 habitantes y como no podía ser de otra manera goza del encanto de los pequeños pueblos, aquellos en los que te sientes en casa aun cuando es la primera vez que los visitas.
El restaurante LA CASONA DE LA VID forma parte del Hotel Boutique 4 estrellas El Lagar de Isilla, de temática enológica, y a su vez comparte enclave con las bodegas El Lagar de Isilla, lo que convierte la visita en un pack de sensaciones relacionadas con el vino y el buen gusto incomparable. Por si esto fuera poco, La Vid se sitúa a menos de dos horas de Madrid motivo por el no hay excusas para disfrutar de un fin de semana de desconexión, gastronomía y lujo al mejor precio. Y por eso precisamente el restaurante ha recibido la mencionada distinción “Bib Gourmand” cuyo significado se asocia a una gran valoración realizada por parte de los inspectores con la que se remarca la magnífica relación calidad-precio que ofrecen los restaurantes y que no supera los 35 euros convirtiéndolos en una opción ideal para aquellos que quieren comer bien sin tener que gastarse mucho dinero.
Finalmente y antes de meternos en materia, esa que nos gusta, la de desmenuzar el menú plato a plato, desde los salados a los dulces pasando por los picantes, no quiero olvidar nombrar a ese “hermano mayor”, ese referente que todo restaurante exitoso tiene y que en este caso no es otro que el Mesón Restaurante Asador El Lagar de Isilla situado en el centro de Aranda de Duero, dotado de una espectacular barra de pintxos y reconocidísimo por sus Asados de Lechazo o Cordero Lechal en horno de leña (de encina bien seca) a lo que a un servidor le van a permitir añadir “y elevado a los altares” por su postre de Pimiento Morrón caramelizado relleno de crema de tres quesos sobre cama de natillas, uva tempranillo y polvo de oro… inenarrable.
Pues bien, El bar y restaurante LA CASONA DE LA VID, completa la oferta gastronómica, que ofrece El Lagar de Isilla en la Vid, y a continuación vamos a detallar qué nos aportó y cómo disfrutamos un viernes cualquiera de enero del Menú Degustación (45€).
Las primeras impresiones tienen fama de ser un arma de doble filo, pero en esta ocasión los ojos no engañaron y la Tabla compuesta de de Rollitos de la Ribera (rellenos de Uva, Mermelada de Arándanos y Queso sobre Espuma de Queso Azul), Croqueta de Jamón Líquida y por último Bombón de Morcilla era una gozada. A nuestro gusto en ese orden, respetando la potencia de los sabores en la boca, in crescendo, apreciando el contraste entre la suavidad de la espuma, la jugosidad de la croqueta y la sobriedad del bombón, evitando así la invasión de unos sabores sobre otros.
En segundo lugar llegó “La Joya de la Corona”, y no es que este sea el nombre del plato, sino que en nuestra humilde opinión ha sido en LA CASONA DE LA VID donde hemos probado la mejor ensalada que hayamos degustado jamás: Ensalada de Bacalao con Vinagreta de Frutos Rojos, Concassé de Tomate, Aguacate y Cebolla Roja con Helado de Albahaca. Fresca, diferente, divertida. Materia prima exquisita. Un 10.
Irónicamente, con la ensalada el ambiente se había caldeado. Alberto (el Chef) había puesto el listón muy alto y nos dirigíamos a probar un Arroz Negro con Salmonete de Roca y Hoja de Espinaca Frita (qué olor a mar!) que vino a rubricar el porqué de la distinción “Bib Gourmand”. Este plato te transporta al Mediterráneo estando a dos pasos de Aranda de Duero. La tinta y su toque dulzón y el divertido crujiente de la espinaca complementan a la perfección.
A continuación llegó el Lomo de Bacalao sobre Salsa de Tomate Vizcaína y Chips de Patata Morada. Trozo limpio, salado y sabroso de un clásico del mar acompañado de un suave caldo y ligeros chips, haciendo una buena coral.
Tras el pescado había llegado el “Kit Kat” que todo Menú Degustación precisa, y en LA CASONA DE LA VID se han decantado por un Sorbete de Manzana Verde y Espuma de Coco. Sin ser gran amante de la manzana verde ni del uso del coco antes de los postres (excepto para la cocina Thai) el toque ácido de este batido ayuda a movernos suavemente desde los sabores del mar a la carne.
A estas alturas, la cena se había convertido en una larga (y deliciosa) etapa de montaña en la que tras el falso llano del sorbete, se venían duras rampas con dos porciones de Carrilleras sobre cama de Boniato y Chips de Yuca, Batata, Taco y Patata Roja. Las cantidades en Castilla están hechas para los castellanos, como debe ser, y no para snobs capitalinos.
Y por último y siguiendo con el argot ciclista el sprint final vino protagonizado por el Coulant de Chocolate con Núcleo de Caramelo y Sorbete de Mandarina, muy equilibrado entre lo seco del bizcocho y la frescura del sorbete, y solo con las pintas, no costó nada hacer un huequito.
Ninguna cena es cena de verdad si no está regada por un buen vino, y en esta ocasión y como no podía ser de otra manera, nos decantamos por una de la Casa. Hospedándote en el Hotel Boutique El Lagar de Isilla y a escasos metros de las barricas donde se produce su delicioso vino, lo menos que debes hacer es dejarte aconsejar. Dado el protagonismo del Bacalao en el menú y las ganas de algo refrescante, la elección fue un Verdejo 2015 quien a opinión del botellero ha sido “la mejor añada de siempre”.
Los preciosos salones del restaurante y la música ambiente (pop-rock y baladas en español, al menos aquella noche) amenizaron la velada de muy buena manera, pero nada como el trato cercano y sincero del jefe de sala, Javier, y su equipo. Mención aparte para Javier, trabajador desde los 14 años y amigo íntimo de la familia Zapatero (dueña del grupo El Lagar de Isilla) y una de esos profesionales de la hostelería a los que tras el servicio, deseas que se sienten a tu lado para disfrutar en compañía la sobremesa.
En fin, en la vida normalmente se cumple la máxima de que quien trabajo duro, de manera constante y además tiene la capacidad de reinventarse y moldear el patrón de su negocio para satisfacer las expectativas de sus clientes, triunfa; y esta familia burgalesa, al completo, ha guiado su éxito empresarial desde abajo, sin prisa pero sin pausa y obteniendo excelentes resultados. LA CASONA DE LA VID y este reconocimiento son sólo un paso más pero la familia de El Lagar de Isilla no se detendrá en los elogios sino que mirará con ilusión cuál es la siguiente barrera a derribar ¿la famosa estrella Michelin quizás? Seguiremos informando.
Sergio Gómez
@columnazero
