Duelen mucho cuando salen, casi tanto como cuando el dentista te las tiene que quitar. Por eso en ColumnaZero nos preguntamos qué demonios hemos hecho nosotros para merecer esta tortura dental. Y además, nos cuestionamos el por qué del nombre de las muelas del juicio.
Es una conversación perfectamente normal entre jóvenes de entre 15 y 25 años. Vamos o venimos del dentista con cara de preocupación. Es el primer paso. El segundo es salir con la cara hinchada y medio dormida después de que te hayan quitado alguna de las muelas (a partir de la extracción de dos dientes a la vez se considera Jackass) que tenemos en la parte de atrás de la mandíbula. Son las llamadas ‘muelas del juicio’, grandes odiadas por los adolescentes de todo el mundo.
La teoría más extendida entre los investigadores es que estas muelas son el vestigio de una dentadura que los homínidos utilizaban para masticar vegetales. Los humanos hemos conservado este rasgo y, por eso, entre los 15 y 25 años nos salen cuatro muelas del juicio, una en cada cuadrante de la boca. El equipo de investigadores de ColumnaZero asegura que no sabe a qué espera la evolución para pasar página con las muelas del juicio.
Pero, ¿por qué se llaman así? ‘Muelas del juicio’ en castellano, ‘wisdom teeth’ (dientes de la sabiduría) en inglés. No hace falta ser Sherlock Holmes para averiguarlo. El origen de su nombre está en que estos dientes nos salen cuando estamos en una edad en la que pasamos a una edad adulta, de ahí el nombre de ‘muelas del juicio’, porque es en este momento cuando pasamos a tener juicio, cordura, conocimiento y pensamientos propios. Otra cosa es cuando salgan las muelas, el sujeto en cuestión tenga o no juicio. Nunca subestimemos la capacidad de la naturaleza.
Equipo ColumnaZero
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