10 CURIOSIDADES SOBRE EL HUNDIMIENTO DEL TITANIC

Un artículo de Carmen Santaella para ColumnaZero.
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Un artículo de Carmen Santaella para ColumnaZero.
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El pasado 16 de abril se cumplían 110 años desde que el barco estrella de la compañía White Star Line dejó de navegar en las heladas aguas del Atlántico para siempre. En ColumnaZero te contamos 10 datos curiosos sobre la fatídica travesía.

¿Problema de logística o de presupuesto?

Se averiguó que, de los 20 botes existentes, solamente 16 estaban disponibles ante el hundimiento. Lo cual se traduce en una capacidad de menos de la mitad de los pasajeros. Además de que cuatro botes más pudieron haber sido de ayuda y no lo fueron, el capitán del transatlántico reconoció, en una entrevista previa al gran desastre, que la escasez de botes salvavidas era debida a que la compañía “prefería ahorrar en medidas de seguridad” antes que en otros aspectos.

“Un capitán siempre se hunde con su barco”

Don´t mind me, save your own lives. Estas son las palabras que los supervivientes aseguraron haber escuchado de su capitán durante esas dos horas de desesperación. “No os preocupéis por mí, salvad vuestras vidas”. Los pasajeros que vivieron para contarlo, hablan de la actitud de Edward Smith como generosamente heroica. Así, el comúnmente conocido como “el capitán de los millonarios” entre la compañía, no dudó en nadar para subir a un niño a un bote y sobre el puente de mando esperó su inevitable, pero firme y decidido, destino. Algunos de los pasajeros lo recuerdan como un capitán que jamás perdió los nervios. Se limitó a ayudar a todos a sobrevivir al desastre y a guiarles a los botes más cercanos. Su cuerpo jamás fue identificado.

¡Barco a la vista!

A tan solo 10 millas de distancia del lugar del desastre se hallaba The Californian. Este otro transatlántico había decidido frenar su rumbo esa noche debido a los inminentes y peligrosos bloques de hielo –plan que el Titanic debería de haber previsto y llevado a cabo-. Hay quien dice que The Californian “no movió un dedo por salvar al otro barco”. Sin embargo, otra versión afirma que el Titanic no se dejó aconsejar ya que, tras varios intentos de aviso por parte del transatlántico acerca de los icebergs, la tripulación contestó a The Californian con un “no moleste”.

El culpable

Unos días más tarde, un fotógrafo creyó haber encontrado el iceberg culpable de tal masacre. En este elemento de la naturaleza pudo apreciar evidentes marcas de pintura roja y negra, posiblemente procedentes de la pintura del Titanic.

Jack Dawson- ¿Personaje de la película de 1997 o miembro real de la tripulación?

Unos años después de la producción cinematográfica de James Cameron, los historiadores investigaron acerca del personaje de Leonardo DiCaprio, en la piel de Jack Dawson –pasajero de tercera clase-. Lo que averiguaron fue que el nombre de esta persona figuraba entre los fallecidos en la historia real; sin embargo, y al contrario que el personaje de la película, era un miembro de la tripulación fallecido el 15 de abril en las heladas aguas del Atlántico. Su cuerpo se trasladó a una fosa común de Belfast, pero nadie lo llegó a reclamar.

Grandes pérdidas humanas y materiales.

Además de transportar personas a los Estados Unidos de América, el Titanic llevaba grandes objetos de valor. Para empezar, transportaba 170.000 kilos de cartas destinadas a EEUU. Además de un coche (un Renault), cuatro cajas de opio, una caja de diamantes valorada en 300 millones de dólares del momento y, por último, una caja repleta de reliquias procedentes del Antiguo Egipto para un museo histórico situado en Denver.

Lucha de clases en alta mar

Un billete a bordo para los pasajeros de primera clase costaba 4.350 dólares, para los de segunda unos 1.750 dólares y para los de tercera solo costaba 30. Los de primera clase disfrutaban de todo lujo de comodidades y de servicios a pedir de boca. Los de tercera clase, por lo contrario, vivían apiñados en bodegas con escasa luz, aire y limpieza. Sin embargo, estas tres categorías previas se ven reducidas a dos la noche del desastre: “Salvados” o “Perdidos”, sin importar el nivel adquisitivo de cada uno. Solo el 25% de los de tercera clase consiguió sobrevivir, el 43% de los de segunda y el 63% de los de primera. De la tripulación, solamente un 23% pudo vivir para contarlo.

¿Predicción o coincidencia?

En 1898, Morgan Robertson publicó una novela que, tras el desastre del Titanic, muchos pusieron en cuestión. Se titulaba Futility, or the Wreck of the Titan. Trata de un transatlántico cargado de lujos y de gente rica, de rasgos parecidos al Titanic, que colisionó con algo similar a un iceberg y que, finalmente, se hunde en una noche de abril. Este barco ficticio fue llamado Titan por el autor.

¡Sálvese quien pueda!

Manuel Uruchurtu era el único mexicano viajando a bordo del Titanic. Era un pasajero de primera clase que, como era de esperar, consiguió su sitio en un bote muy pronto. Cuando su bote se disponía a descender hacia el agua, oyó a una señora llorar por querer subir al bote, asegurando que su marido e hijo la esperaban en América. Manuel, en un acto de generosidad y valentía, le cedió su puesto con la condición de que fuese a ver a su esposa en Veracruz (México). Unos años más tarde, Elisabeth Ramell (la sustituta del señor Uruchurtu en el bote salvavidas) fue a ver a la esposa del mexicano y le confesó que no tenía marido ni hijos, que sólo lo hizo por salvar su vida.

SOS (Save Our Souls)

El primer mensaje de socorro fue enviado por la tripulación con las siglas C.Q.D que atienden a la frase “Come Quickly, Distress”. Lo cual se traduce en “Vengan rápido, problemas”. Era la frase típica en los mensajes telegráficos de auxilio. Sin embargo, al no obtener respuesta alguna, el segundo telegrafista Harold Bride, las sustituyó por las de S.O.S “Salvad nuestras almas”. Muchos afirman que esta fue la primera vez que se emplearon estas siglas como llamada de socorro… y la última vez que el Titanic las utilizó.

Carmen Santaella

@columnazero

3 Comentarios

  1. Yo a mayores de estos datos hubiese destacado, que estudios hechos actualmente demostraron que si en vez de intentar esquivar el iceberg, hubieran impactado con la proa el buque hubiese resistido y nada de eso hubiese pasado.
    O que este accidente es uno de los que marcan la normativa actual en buques de pasaje

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  2. es mentira el titanic no lo hundio un icebert fueron bombas

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  3. Que maquinas, uno diciendo que no fue un icebert y otro que si el barco se golpea de lleno contra el iceberg aguanta.

    Otra cosa no, pero científicos en España, todos los que quieras

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