El deporte rey en el universo creado por J.K. Rowling traspasa la frontera entre ficción y realidad. El quidditch muggle gana cientos de adeptos por todo el mundo. En ColumnaZero te contamos todos los detalles sobre un juego que no para de cobrar fuerza.
Las escobas no vuelan, pero la esencia no se pierde. El Quidditch muggle, la adaptación más allá de la ficción del juego inventado por J.K. Rowling para las novelas de Harry Potter, se ha convertido en uno de los deportes emergentes en buena parte del mundo. Al calor de los libros, cientos de personas llevan años disfrutando de un deporte diferente, mezcla de rugby, balonmano y balón prisionero. El Quidditch ha ganado enteros en los últimos años gracias a la estandarización de las reglas y la creación de federaciones. En España ya existen ocho clubes, que acuden a torneos internacionales y buscan continuamente nuevos jugadores.
¿Cómo se juega?
Las reglas del Quidditch muggle son muy parecidas a las del deporte ficticio. El terreno de juego debe ser un campo de unas dimensiones cercanas a los 60 metros de largo por 30 de ancho. A ambos fondos de la pista se colocan los seis postes de gol, tres a cada lado. Se trata de aros anclados al suelo con un poste que quedan suspendidos a una altura cercana a los 180 cm.
En cada partido intervienen un total de tres pelotas. Por un lado está la quaffle, un balón de voleibol que los equipos deben introducir por los aros de gol para sumar diez puntos a su marcador. Por otro, están las bludgers, tres pelotas de balón prisionero o de gomaespuma.
Compiten dos equipos, cada uno formado por siete jugadores. Hay tres cazadores por bando. Su función es pasarse la quaffle hasta introducirla en los postes de gol. También hay dos golpeadores por equipo. No tienen bates, a diferencia de la ficción, pero son igual de peligrosos. Deben noquear a los cazadores golpeándoles con las bludgers. Cuando una de estas pelotas impacta en un jugador del equipo contrario, éste debe soltar la pelota (si la tiene) y correr hasta sus postes de gol para después volver a ingresar en el terreno de juego. Los guardianes, uno por cada equipo, hacen la función de portero, evitando con cualquier parte de su cuerpo que la quaffle pase por los aros. Por último, en cada equipo hay un buscador. Su tarea consiste en hacerse con la snitch dorada.
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Pero, ¿cómo se captura la snitch? Ante la evidente imposibilidad de conseguir que una bola del tamaño de una nuez volara a su antojo por el terreno de juego, el Quidditch muggle sustituye la diminuta pelota alada por un snitch runner. Esta persona, vestida obligatoria mente de amarillo chillón, es la encargada de custodiar la snitch durante todo el partido y evitar que los buscadores se hagan con ella. El snitch runner transporta la snitch, una pelota de tenis colgada de un calcetín en la parte de atrás de su pantalón. Para evitar que los buscadores se la roben , consigan 30 puntos para su equipo y se dé por finalizado el partido, el snitch runner puede utilizar cualquier técnica (desde montar en bici a lanzar globos de agua a los jugadores).
¿Crees que parece fácil? Pues ahora añádele un hándicap: todos los jugadores llevan durante el partido una escoba entre las piernas. Puede ser una escoba ‘profesional’ al estilo Saeta de fuego –echadle un vistazo a la Shadow Chaser, que se vende por Internet desde 49 dólares- o la escoba vieja que está en el garaje de tu casa. El caso es que los jugadores deben ir por la cancha subidos a su escoba y solo pueden desmontar cuando han sido noqueados por una bludger.
Mundiales de Quidditch
Como deporte emergente, al Quidditch muggle le ha costado varios años estandarizar sus reglas desde que surgiera en el año 2005 en la Universidad de Middlebury, en Vermont, EE UU. Para unificar las reglas nació la International Quidditch Asociation, el máximo organismo del Quidditch a nivel planetario.
La IQA ha organizado un total de siete Copas del Mundo de Quidditch. La primera tuvo lugar en el año 2007, en la propia universidad de Middlebury. Hasta el pasado 2014 se jugó un torneo por año excepto en 2014. La última Copa del mundo se disputó los días 5 y 6 de abril del pasado año, también en Estados Unidos.
Sin embargo, en este tipo de torneos no competían selecciones nacionales, sino clubes ligados a universidades, fundamentalmente norteamericanas y australianas. Por ello, la IQA creó los Global Games, el primer torneo de Quidditch Muggle de selecciones nacionales. Después de un torneo de prueba celebrado en Reino Unido en el año 2014, el pasado verano se disputaron los primeros Global Games oficiales en Burnaby, Canadá. Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Bélgica, Australia, México y los anfitriones fueron los equipos participantes. El conjunto estadounidense, fundadores del deporte y la federación más potente del mundo, se hizo con el trofeo al vencer a Australia en la final por un incontestable marcador de 210 a 0.
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Competiciones por equipos
El fenómeno del quidditch muggle está creciendo a pasos agigantados en todo el mundo. En Estados Unidos, hay más de un centenar de conjuntos. En Latinoamérica, el fenómeno sube también en proporciones muy altas. Incluso países como Sudáfrica o Malasia son consideradas como zonas emergentes en este deporte.
En España, por su parte, existen ocho equipos de Quidditch muggle. Uno de los más conocidos es Madrid Lynx Quidditch Team, instalado en la Universidad Complutense, que recientemente compitió en el Torneo Internacional de la Violeta disputado en Toulouse. Además, también están los Barcelona Eagles Quidditch Team, Catalonian Cuttlefishes, Dementores de A Coruña, Imperius Zaragoza, Nightmare Grims de Tarragona, Lizards Quidditch Team de Canarias y los Bizkaia Boggarts. Asimismo, el país cuenta con su Asociación Española de Quidditch.
Miguel Veríssimo
