
Nueva Zelanda, Argentina, Sudáfrica y Australia se impusieron en cuartos y disputarán el pase a la final del tercer mayor espectáculo deportivo del mundo.
Se habían tomado como un duelo entre el norte y el sur. La rivalidad tradicional del rugby entre equipos de los dos hemisferios llevada a los cuartos de final de una Copa del Mundo. Parecía que esta vez el norte tenía opciones, que quizá esta vez se podría romper la hegemonía. Pero nada más lejos de la realidad. El rugby, por lo se está demostrando en el mundial que se está disputando en Inglaterra, continúa siendo patrimonio del hemisferio sur.
Una vez concluida la fase de grupos (que dejó la gran sorpresa de la eliminación de los anfitriones, Inglaterra), los cuartos de final depararon cuatro duelos entre equipos del Norte y el Sur. Abrieron fuego Sudáfrica y Gales y le siguieron Nueva Zelanda y Francia. El domingo fue el turno para Irlanda y Argentina por un lado, y para Escocia y Australia por otro. Siempre ganaron los equipos sureños.
Algunos, como Nueva Zelanda, directamente vapulearon a su rival. Otros, como Australia, tuvieron que esperar hasta el último momento para ganar. Pero siempre los resultados acabaron de la misma forma: dejando en ventaja a los equipos del sur. Las semifinales, Nueva Zelanda-Sudáfrica y Argentina-Australia, se disputarán este fin de semana.
El tercer mayor espectáculo del mundo
Un mes y medio de juego lleno de emoción, de lucha, de garra, de pundonor y de combate. 20 equipos de cinco continentes pugnando por el cetro mundial del rugby, un deporte de bestias jugado por caballeros. Así es el mundial de Inglaterra 2015.
El espectáculo comenzó el pasado 18 de septiembre y tendrá su final el 31 de octubre. La fase de grupos y los cuartos de final han dejado momentos para la historia, como la victoria de Japón ante Sudáfrica gracias a un ensayo en el último suspiro. Por el camino, han quedado equipos como Gales, Francia, Samoa o Italia.
Gracias a los jugosos patrocinios y a la expectación de decenas de países de los cinco continentes, la Copa del Mundo se ha convertido en el tercer mayor espectáculo deportivo del mundo, solo superada por los juegos olímpicos y el Copa Mundial de fútbol. De hecho, se espera que para esta octava edición del mundial, el impacto económico supere los 2.000 millones de libras.
A la vanguardia de la imagen
El espectáculo de este mundial está asegurado y no parará hasta la final. Las gradas se llenan partido tras partido para ver a los 30 gladiadores que participan en la contienda. De los cuatro encuentros restantes, tres de ellos (las dos semifinales y la final) se disputarán en Twickenham, la Catedral del rugby, con capacidad para 82.000 espectadores.
Por su parte, el escenario del encuentro por el tercer y cuarto puesto será el Estadio Olímpico de Londres, que puede albergar a otros 80.000 fans.
Pero además de desde las gradas, el espectáculo del rugby se puede vivir de una manera única a través del televisor. La señal de los partidos del mundial incorpora varias innovaciones tecnológicas que hasta el momento son impensables en otros deportes, como el fútbol.
Una de ellas son las múltiples cámaras instaladas para seguir el desarrollo del partido. A las tradiciones cámaras de banda o en la grada, se le añade una ‘spider cam’, colocada en el techo del estadio y que puede moverse a través de cables por cualquier parte del terreno.
Pero además, hay varias ‘go pro’ repartidas por el campo. Algunas en las bandas y otras, incluso, permiten tener un plano subjetivo del árbitro y ver el partido a través de los ojos del colegiado. A todo ello, se añade la posibilidad de que el árbitro pare el partido para visionar imágenes del encuentro y tomar una decisión en una jugada dudosa.
Con todas estas posibilidades, el mundial de rugby se convierte en un espectáculo increíble tanto para ver en la grada como desde el sofá. Y todavía queda lo mejor. ¿Te lo vas a perder?
Miguel Veríssimo