El niño que se podía visualizar en las famosas cajas de Kinder Bueno ha decidido sacar a la luz como la conocida marca había abusado de su imagen. En un libro titulado “El niño del Chocolate”, Guenter Euringer cuenta la historia de cómo se sintió engañado. También relata cómo al empezar la adolescencia empezó a sentirse un poco agobiado porque todo el mundo le identificara.
Guenter Euringer, de 43 años, acudió en 1973 a una sesión de fotos con su madre tras la que cobró 150 euros. Poco después, se vio sorprendido por como su cara perfecta era la imagen de los envoltorios de los famosos huevos de chocolate y de las barritas Kinder. Su cara recorrió el mundo entero durante 30 años, pero él no vio ningún euro más por prestar su faz.
En un principio, el joven se enorgulleció de aparecer en los kioskos y supermercados, pero años después ya se cansaba de que la gente lo relacionara con aquel niño de cara angelical. Tras tres décadas, Kinder cambió la imagen, debido a una renovación de la marca. Por su parte, Euringer sostiene que se debe a la publicación de su libro.
Antonio Álvarez Lovillo