“Para una vez que no subo al podio… No les vuelvo a dejar solos”. Así bromeaba Fernando Alonso por Twitter después de la carrera del GP de Malasia, donde el abandono del español en la segunda vuelta tras un toque con Vettel en la salida, le dejaba fuera. Las palabras de Fernando estaban referidas a la Guerra dentro del equipo Red Bull que ha quedado latente después de la carrera vivida en el circuito de Sepang, donde presuntamente, Sebastian Vettel, ha desobedecido las órdenes de equipo contra su compañero, Mark Webber.
La carrera comenzó sobre suelo mojado. Con juego de neumático intermedio, Vettel defendía la primera posición y Alonso salió muy pegado del alemán adelantando a Massa en los primeros metros. Tanto se pegó, que rozó con su alerón delantero el difusor trasero de Sebastian. El asturiano continuó en carrera hasta que el alerón no aguantó y se soltó en la vuelta posterior. Webber, tras una salida espectacular, se colocó segundo detrás de su compañero de piso, seguido de los dos Mercedes, mientras que Felipe Massa quedaba más rezagado.
Primera parada de boxes para cambiar a neumático seco. Webber esperó dos giros más para entrar y consiguió pasar a Vettel, que también vio cómo era adelantado por Hamilton. En la última parada de boxes, Webber montó neumático medio, mientras que Vettel utilizó el juego más blando de neumáticos. Una situación un tanto incómoda para los dos pilotos de Red bull. Vettel se quejaba por radio que su compañero de equipo era más lento que él, y pidió al equipo que “se lo quitara de encima”. La cosa no acabó ahí. Tras recortar tiempo y ponerse justo detrás de Mark Webber, con el DRS activado, Vettel fue achuchando al australiano hasta que, en la recta de meta, Mark arrinconó a Sebastian contra el muro. Acción que pudo traer consecuencias muy negativas para ambos pilotos. Durante las tres primeras curvas de la vuelta, mantuvieron un pique en el que el piloto alemán se llevó el gato al agua en la curva 3. Webber lo volvió a intentar sin éxito en la vuelta posterior. Tras estas acciones, comenzaron la lluvia de mensajes de radio: “No hagáis estupideces”, dijo Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, a sus dos pilotos; “(Webber) Ha sido estúpido”, recriminó Vettel por radio.
Finalmente, Vettel ganó la carrera cómodamente a cuatro segundos de su compañero de equipo, Mark Webber. Los dos Mercedes fueron tercero y cuarto respectivamente, también con polémica. Mercedes pidió a Rosberg que no adelantara a Hamilton, que estaba en modo ahorro de combustible. Quinto fue Felipe Massa, que remontó en los compases finales de la carrera. Sexto Grosjean, séptimo quedó Raikkonen, que no tuvo una buena carrera. Octavo fue Hulkenberg, noveno Sergio Pérez y Vergne cerró la última posición de puntos, quedando décimo.
El fin de la carrera no lo fue todo. Tras la lluvia de mensajes de radio, la tensión en el podio era latente. Webber no se acercó al muro al terminar la carrera y ninguno de los pilotos de Red Bull se acercó a los mecánicos al concluir el Gran Premio. En los momentos previos al podio, Webber recriminó a Horner que no se había “cumplido” el plan del equipo, y dio un golpe en la mesa con la bebida isotónica. Podio anómalo y mucha tensión en la rueda de prensa. “Si hay algo que decir, se hará internamente”, fueron las palabras de Sebastian Vettel. “Yo podría haber ganado, pero el equipo ha tomado otra decisión” o “Al final, sabemos cómo es Seb (Vettel)… Tomó su decisión, y como es habitual, le protegerán”, fueron las duras y polémicas declaraciones de Mark Webber.
Por ahora, Vettel mantiene el liderato con 40 puntos, seguido de Kimi Raikkonen con 31 puntos, los 26 de Mark Webber, los 25 de Hamilton y los 24 de Felipe Massa. Alonso es sexto con 18 puntos. En tres semanas se disputará el GP de China, con más tensión que nunca.
Jorge Morelle Ventura
@MrCouuc
