
El Festival de Cine Alemán es un evento modesto pero obstinado, con diecisiete años de edad cumplidos en la presente edición, celebrada la semana pasada en el Cine Palafox de Madrid. Todo un logro en un país donde las propuestas culturales deben lidiar de forma perpetua con el desdén de las instituciones y sortear las trampas de un entramado burocrático concebido para el desánimo.
El festival, organizado por German Films en colaboración con el Goethe Institut y la Embajada de la República Federal de Alemania, presentaba nueve películas que ofrecían una visión panorámica de la actual cinematografía alemana.El evento también contó con el ciclo Rückblick, dedicado a films de reciente producción, cuyos relatos giran en torno a un determinado acontecimiento histórico.Otras propuestas tentadoras del festival fueron la selección de cortometrajes Next Generation Short Tiger 2015 y una sesión de cine mudo con El Gabinete del Doctor Caligari (1920) y la música en directo del DJ Raphäel Marionneau.
Desde la tierra de los bosques frondosos y la cerveza fría, German Films traía una buena noticia y otra mala. El pie derecho de la escena alemana es que muestra la aspiración de retratar y atraer a la juventud. La mitad de las películas programadas trataban problemáticas relacionadas con la adolescencia, con la pérdida de la ingenuidad y la pugna con una realidad acechante. Un combate que termina por conformar la consciencia adulta, como el agua convertida en vapor tras la ebullición. También los films de época del ciclo Rückblick obedecían dicha tendencia. Somos jóvenes, somos fuertes (2014) y Cuando soñábamos (2015) son historias del pasado reciente de Alemania que indagan en las dificultades que enfrenta la juventud actual.

El pie izquierdo del festival es que no existe, salvo en contadas ocasiones, la búsqueda de un lenguaje original. Varias de las películas seleccionadas eran producciones blandas que imitaban estilos foráneos. En estos casos, los directores miraban Alemania como turistas con certificado de nacionalidad y filmaban como quien finge un acento extranjero para ligar en los bares, apostando por una entonación a la americana. Pero la estrategia fracasaba en el momento en que el espectador descubría que las obras carecían de personalidad. About a Girl (2014) es una comedia dramática tan similar a Juno (2007) en la temática, el tono y el argumento que el autor invita a los presentes a participar en el juego de las siete diferencias. Who am I – No system is safe (2014) es, pese a la aceptación del público, una burda trampa de hora y media de duración que pretende ser El club de la lucha (1999) en versión europea. Además, el film ofrece a los espectadores una de las tramas amorosas peor narradas de las últimas décadas. Y por último, Las mentiras de los vencedores (2014), la película que inauguraba el festival, que siendo un thriller digno sobre los métodos de manipulación de las grandes corporaciones nunca logra sorprender a los asistentes. En definitiva, en el cine Palafox desfilaban a menudo producciones mediocres vestidas con abrigos importados.

Las mejores propuestas del festival no eran aquellas destinadas a las nuevas generaciones, sino las elaboradas por las nuevas generaciones, las cuales, por irónico que resulte, permanecen distanciadas de la temática juvenil. Es en películas como El concilio de los pájaros (2014), ópera prima del joven director Tom Kröger, donde encontramos un cine sutil, evocador y de una frialdad despiadada. Otro film, opuesto en forma y contenido, pero con el mismo grado de autenticidad es Remake, remix, rip-off (2014), un divertido documental sobre la industria cinematográfica turca en la década de los setenta y también una fascinante alegoría de la cultura pop.
La decimosexta edición del Festival de Cine Alemán era un evento ideado para dar a conocer el estado de una industria central en el panorama cinematográfico europeo y el domingo 14 de junio la misión quedaba cumplida. En relación a los creadores que optan por la imitación de estilos frente a la autenticidad cabe recordar el proverbio alemán que dice: “Contempla las estrellas, pero no te olvides de encender la lumbre en el hogar”
Adrián Abril (@PublioElio_)
@ColumnaZeroCine