De un país que cuenta con más de 1.200 millones de habitantes habrá muchas cosas que destacar pero sin duda la gastronomía india es una de ellas. Combinan sus platos con al menos 1.600 tipos distintos de especias. Son tantas que ni hasta el cocinero más experimentado de la India llegaría a conocerlas todas. Los sabores y colores que aportan a sus platos hacen de la cocina india una de las más impactantes e influyentes del mundo. Y en el restaurante Tilk Madrid hacen gala de ello.
La dueña y gerente de TILK (Calle de Oruro, 11, Madrid) es Sonia Karani, natural de la India y quien antes de aterrizar hace tan sólo unos meses en Madrid, abrió años atrás su primer restaurante en Las Palmas de Gran Canaria. En esta nueva etapa dirige, junto a su marido, una aventura empresarial rodeada de cocineros y personal de sala procedente también del (segundo) gigante asiático, creando así un ambiente y servicio acogedores. Sonia es una todoterreno. Sus funciones abarcan desde la compra de materia prima e ingredientes en mercados locales (excepto las especias, que las consigue de un distribuidor londinense), hasta la creación de nuevas recetas con las que renovar la carta de TILK pasando por la confección de los postres, campo en el que es experta.
El restaurante consta de dos salones sencillos y funcionales donde tanto cenas de pareja como comidas de grupos tienen cabida. El salón del fondo del local es ideal para comida de empresa o Navidad.
La propuesta gastronómica de TILK se acerca a la nueva cocina India, no tan picante ni tan especiada, más adaptada a sus nuevas generaciones, occidentalizadas y con una cultura gastronómica más global. La carta propone un recorrido por diferentes regiones del país aunque el foco está sobre los platos típicos de Bombay, famosa por ser la mejor ciudad para comer de la India y cuyas recetas tienen un común denominador: utilizar menos nata y tener aires más modernos.
Visitamos TILK en el turno de noche y aunque ya habíamos degustado la cocina india anteriormente dejamos, como casi siempre, recomendarnos por el equipo de sala. Incluso antes de los entremeses no podían faltar las típicas Tortas Crujientes de Harina de Garbanzos acompañadas tres salsas: Menta con Yogur, Tomate Agridulce y picante de Guindilla Fresca. Para pasarse la noche entera dippeando en ellas…
Como entrantes compareció una degustación de tapas indias: Tilk Pakoras (buñuelos de Harina de Garbanzo con especias y Espinacas), Boti Kabab (bocaditos de Cerdo con Yogur y Jengibre), Kachoris (buñuelos de Lenteja negra con Pimienta) y por último Cheese Tikkis (pastelito de patata relleno de queso y puerros) las cuales combinaban a la perfección con las salsas que llegaron junto a las tortas crujientes.
A continuación saboreamos una Brocheta de cerdo cocinada al estilo Tandoor (TILK cuenta con un verdadero horno Tandoor en sus cocinas) y para el plato principal la elección fue una sugerencia/novedad llamada Achari Murgh, un original Curry de Pollo aderezado con Chutney de Mango encurtido, sabroso y muy diferente al archiconocido Tikka Masala. La gastronomía India no se entendería sin combinar sus Currys con Arroces aromatizados (en este caso probamos el Kashmiri Pullao con frutos secos) y su pan Nan (catamos el Tawa Roti, integral).
Para poner el broche dulce a la cena tomamos un Helado Indio con Azafrán y Cardamomo, Kesar Kulfi, con un inconfundible sabor a leche que lo hacía muy agradable al paladar.
Respecto a la carta de vinos, y aunque se recomienda frecuentemente maridar la comida India con cervezas que aplaquen los picantes, TILK sorprende gratamente con referencias nacionales de diferentes regiones (Camins, Priorato ó Angelitos Negros, Toro) y excelente relación calidad/precio.
TILK es, sin duda, la nueva apuesta ganadora que acerca Madrid y Bombay y propone una versión mejorada de la tradicional cocina India. No te lo pierdas.
Sergio Gómez
@columnazero
