
¿Qué está matando el movimiento olímpico? ¿Cómo puede ser posible que cuando todo parecía funcionar de repente vivamos el peor momento para las Olimpiadas en más de 3 décadas? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?… Olvídense del dopaje, después de todo lo escrito sobre el C.O.I en los últimos años, la solución a estas preguntas aúna 3 conceptos muy de moda estos días: corrupción, sobornos y tráfico de influencias.
Durante los 80, las Olimpiadas agonizaron entre boicots cruzados: Primero el de los atletas americanos a Moscú 1980, posteriormente, el de los países del Este a Los Ángeles 1984. Aquellos eran años en los que las tensiones políticas obligaban, al por aquel entonces recientemente instaurado Comité Olímpico Internacional, a moverse sobre un hilo muy fino haciendo malabarismos para no herir susceptibilidades a uno y otro lado del telón de acero. Pero el Muro de Berlín cayó en el 89 y las políticas aperturistas de Gorbachov hicieron que ante los ojos de los miembros del Comité, se presentara un panorama más que tentador: El crecimiento del deporte como producto de mercadotecnia aislado de las crisis económicas coyunturales daba vía libre a las Olimpiadas. Las convertía en una fuente inagotable de dinero y poder, si se gestionaban con un mínimo de visión de futuro.
Y de repente llega Río 2016, y por primera vez nos damos cuenta que la gallina de los huevos de oro de las Olimpiadas ha muerto por asfixia.
¿Por qué nunca debió ser Río? Porque en el momento de la concesión de los Juegos, la economía brasileña era un gigante con pies de barro que enmascaraba un conglomerado de problemas sociales difíciles de resolver. En el instante en el que se le adjudicaron los Juegos, Brasil vivía uno de los mejores momentos económicos de su historia…el problema es que la mayoría de entendidos en la materia, ya advertían por aquel entonces que era una situación óptima pero rodeada de sombras. Los supuestos “expertos” del COI decidieron obviar los malos augurios, menos de una década después, Brasil vive una de las peores crisis que se recuerdan.

El suyo ya era un mercado demasiado dependiente y poco diversificado en los buenos tiempos, con una economía basada en 2 grandes pilares: la venta de materias primas a China y la consolidación de Petrobras como una empresa puntera internacionalmente. China desaceleró, y Petrobras se vio sumergida en un escándalo de sobornos. El escándalo salpicó al mismo expresidente Lula Da Silva, que una vez fuera del cargo, se recicló en ministro esperando que su condición de aforado, le permitiera esquivar la cárcel. Resultado: el producto interior bruto por los suelos, el paro en las nubes y la inflación “on fire”. Hospitales que cierran por falta de personal y medicamentos, funcionarios que no cobran desde hace meses, índices delictivos que se vuelven a disparar. Un castillo de naipes que se desmoronó con la primera brisa.Y en medio de todo esto, el poco dinero que queda en las arcas públicas destinado a acabar las obras olímpicas a toda velocidad.
¿Por qué fue Río? Porque el resto de candidatas no entendieron los designios del COI. Mostremos como ejemplo la candidatura española. Madrid presentó como gran aval la gran cantidad de obras e infraestructuras que ya tenía realizadas, grave error. Si el negocio directo de las olimpiadas es millonario, más jugoso es el que se mueve bajo cuerda: Adjudicaciones, empresas promotoras, constructoras, presupuestos inflados artificialmente…cuanto más dinero se ponga en movimiento, más dólares son susceptibles de perderse por el camino. Río tenía un volumen inmenso de obras por realizar y triunfó. Lo más curioso de todo es que un país como España, infectado por la corrupción hasta la médula, no entendiese como se manejaban estos asuntos a nivel internacional. Los reyes de la pecera también se pierden en el océano. Hasta la corrupción tiene diferentes idiosincrasias.

¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta esta Olimpiada? Son tantos y tan diversos que se hacen casi imposibles de enumerar:
Rechazo ciudadano: Después de un Mundial de fútbol 2014 que supuso otro agujero enorme en las arcas públicas, muchos brasileños se oponen frontalmente a la celebración de las Olimpiadas. De ahí, la manifestación de protesta contra los Juegos convocada el día anterior a la inauguración. Lo que debiera ser una fiesta puede acabar en disturbios (aunque no esperen verlo, lo más probable es que la señal televisiva decida obviarlo, como ocurrió con la protesta de los ciudadanos franceses durante la Eurocopa contra la reforma laboral propuesta por Hollande).
Estado deficiente de las obras: La foto de Andy Bogut (jugador australiano de baloncesto) confeccionando su propia mampara de ducha ya se hizo viral hace unos días. Se dice que es la peor Villa Olímpica de la historia. Las obras ni están listas ni lo van a estar.
Falta de señalización: Hace un par de semanas un reportero del New York Times que fue a preparar un artículo sobre el estado de las obras , a punto estuvo de acabar paseando por una de las favelas más peligrosas de Río debido a que la señalización era casi inexistente.
Delincuencia: El operativo policial durante los Juegos se prevé descomunal… pero más enfocado a la alerta terrorista que al delincuente común. Ese enfoque incrementa la seguridad de los turistas en las zonas de los estadios, pero crea un peligro diferente en otros lugares menos concurridos de la ciudad.
Prostitución: El mal momento económico del país ya ha hecho saltar la noticia de que prostitutas de toda la geografía brasileña viajan hacia Río para encontrarse con el más de medio millón de turistas que se esperan en la ciudad. Las primeras historias recogidas por los medios no hablan de profesionales, sino de estudiantes de varias universidades que esperan conseguir el suficiente dinero durante la cita olímpica para continuar con sus carreras.
Cocaína: 92 mulas detenidas en el aeropuerto de Lima en los últimos días tratando de transportar cocaína a Brasil. Un ciudadano de origen africano (Egbo Chukwudum Chukwudi) muere cuando las bolsas de kilo y medio de droga que transportaba en su estómago se abren repentinamente en pleno viaje. Las calles de Río van a estar infestadas de droga. Cuando pones en contacto a consumidores ocasionales europeos o norteamericanos con la pureza de la droga peruana y colombiana, el riesgo de sobredosis sube como la espuma. Cómo lidiarán con esta situación unos servicios sanitarios tan afectados por los recortes, sigue siendo una incógnita a día de hoy.

Zika: Ni si quiera nos vamos a detener mucho en el mosquito de la discordia porque la organización a día de hoy es un desastre de tal calibre que lo que era una gran polémica hace 6 meses, hoy en día, ya parece un problema menor.
¿Cómo se presenta el futuro de los Juegos? Desolador. La Olimpiada siempre se presentó como una fuente de ingresos a largo plazo, pierde dinero ahora para ganarlo en un futuro. Lo que se va en cash vuelve recompensado por la mejora de imagen del país, lo que a la larga repercute en el turismo y las inversiones de capital extranjero. Hace unos meses, las principales empresas medidoras del sector, retiraron a Brasil su certificado de garantía de inversión. La esquizofrenia y el cortoplacismo con el que se adjudican las sedes provocan que los juegos ya no te eleven, ahora son capaces de ayudarte a cavar tu propia tumba.
Se espera que en los próximos años cada vez menos ciudades opten a la organización de los Juegos. Cuando la demanda de deporte televisado se expande mundialmente hasta parecer ilimitada, las Olimpiadas se enfrentan a la perspectiva de un negocio que tiende a contraerse por primera vez en mucho tiempo. Se acabó la lluvia de billetes. ¿Podrán unos Juegos que se han convertido en un monstruo tan grande que ya nadie se ve capaz de manejar, adaptarse a su nueva realidad? ¿Está tan lejos como parece el desastre de la desaparición? Mientras aún no hay una respuesta clara para estas preguntas, el COI demuestra su talante: empiezan las deserciones. Todos aquellos que querían estar en la ola buena, ahora tratan de salir cuando cada vez está más claro que en el futuro tocará remar a contracorriente. Las ratas son las primeras en abandonar el barco… El sueño de unidad del Barón de Coubertin acaba de sacar el cartel de “Cerrado por derribo”.
¡Bienvenidos a los Juegos de Río 2016!
Pablo García Lanza
El problema son los intereses economicos que existen alrededor de los JJOO , sin duda que se necesita un cambio de paradigma. Varios de los problemas citados no son solo de Brasil ya que en varios de los problemas tambien existen en ciudades de primer mundo. Si creo que asi como estan la org de los JJOO no tiene mucho futuro.