A poco de estrenar la esperada cuarta temporada de la ficción de The CW, desde ColumnaZero os traemos las razones de por qué The 100 debe dar el salto definitivo a la primera cadena de Warner.
Algo parecido a lo que ocurre en España con los grupos televisivos, en Estados Unidos también tienen la posibilidad de mover series a su antojo dentro de los canales del mismo grupo. Si bien pocas veces ha ocurrido, en cualquier momento podríamos ver American Horror Story en FOX o Scream Queens podría haber huido de sus audiencias desastrosas descendiendo a FX, uno de los canales del grupo.
En CBS ya hemos visto como Supergirl, que no cumplió con los objetivos de la cadena pasó a The CW, relegando la ficción protagonizada por Melissa Benoist al segundo canal del grupo, donde está obteniendo resultados más competitivos que en su primera etapa.
Y algo así merecería The 100, pero a la inversa. La ficción merece tener más repercusión y dar un salto de calidad en presupuesto y en audiencia, ya que en crítica, trama y reparto va más que sobrada, pero, ¿por qué The 100 sí lo merece y otras series del grupo no?
The 100 fue concebida como una especie de Skins post apocalíptica, ya que The CW tiene un target comercial mayoritariamente joven. Eso sí, con el paso del tiempo, la serie ha ido cogiendo personalidad propia y ha evolucionado de una manera espectacular, tanto, que ya poco queda de lo que fue. El reparto está protagonizado por Paige Turco, Eliza Taylor, Bob Morley, Marie Avergopoulos, Lindsey Morgan, Henry Ian Cusick e Isaiah Washignton, aunque este reparto se complementa de manera excepcional con otros tantos que, a pesar de no formar parte del elenco principal, tienen un peso importante.
En The 100, destaca la evolución de prácticamente todo el reparto, tanto de los personajes como de su interpretación, si bien puede parecer muy limitada y muy dudosa en algunos aspectos, conforme avanzan los capítulos, los actores logran hacerse con sus personajes y los interpretan con gran solvencia. Octavia, el personaje al que da vida Marie Avergopoulos , de dejarse llevar por sus deseos sexuales primarios, conforme avanzan las temporadas, evoluciona hasta recoger un peso muy importante en las tramas, cambiando íntegramente de registro. También su protagonista (Eliza Taylor) evoluciona a lo largo de la serie, y también en su vida íntima, lo que sorprende a mucho de los espectadores. Otros personajes como Rayden (Lindsey Morgan) o Jasper (Devon Bostick) van dando bandazos interesantes de una temporada a otra. Por no hablar de Murphy (Richard Harmon), que pasa de ser un personaje recurrente, a ser clave en la última temporada.
La ficción, donde su idea original está basada en la novela homónima de Kass Morgan, está ambientada en un futuro no muy lejano, donde 97 años atrás, la Tierra fue aniquilada debido a una guerra nuclear mundial. No obstante, un grupo de unas cuatrocientas personas lograron salvarse del desastre y fueron enviadas al espacio para intentar sobrevivir durante tres generaciones en El Arca, una nave donde convivirían varias naciones hasta poder volver a la Tierra.
En la primera temporada, se relata la bajada de 100 prisioneros de El Arca a la Tierra para comprobar si es habitable después del holocausto. Y sí, lo es, pero lo que no saben es que no estarán solos. Durante los primeros episodios, Clarke (Eliza Taylor) y Bellamy (Bob Morley) tendrán una lucha de poderes por ver quién es el mejor líder para todos ellos. Mientras, desde El Arca, intentarán por todos los medios volver a nuestro planeta.
Es cierto que los primeros capítulos de The 100 únicamente parece una serie de ficción para adolescentes, pero poco a poco, la ficción tomará rumbo a un camino más oscuro y complejo de lo que muchos juzgan en sus tres primeros episodios. De hecho, en la recta final de la primera temporada, se empiezan a debatir temas políticos y de rango social, logrando darle más entidad a la producción, consiguiendo mayor calado y repercusión, obteniendo seguimiento por parte de otros targets. Y ahí radica el principal motivo para el cambio de cadena, hacia CBS, principal del grupo, el espectro tan amplio de seguidores que ha ganado la serie.
En la segunda tanda de episodios, la ficción consigue tener personalidad propia y sacar a la luz temas como la homosexualidad, la tortura o la supremacía de una especie en la Tierra. En estos dieciséis episodios, la trama principal se centra en la escapada del “pueblo celeste” del Monte Weather. La seria empieza a mejorar las críticas en medios especializados, y su consideración toma entidad como para ser bastión de la primera cadena.
Ya en la tercera temporada, la serie consigue asentarse y, a pesar de adentrarse en una trama muy compleja como todo lo que tiene que ver con A.L.I.E. –esto sólo lo entenderá quién haya visto todas las temporadas-, The 100 une todas las temporadas y da explicación a hechos ocurridos en las dos primeras tandas, otorgando a la ficción un hilado, rico y trabajado guión. Además, da un gran apoyo a la comunidad LGTB y, sumándose a la moda de Juego de Tronos, también se ve una lucha entre ‘clanes’ digna de cualquier trama política. Y lo mejor, el gran ‘cliffhanger’ en el último episodio de la temporada, avanzando las bases para la cuarta etapa, que por cierto, se estrena el próximo 2 de febrero en Estados Unidos. Habrá que esperar un poco más para que SyFy decida estrenar la cuarta entrega.
En definitiva, The 100 ha hecho mérito para ascender a la primera división de la televisión estadounidense, cosechando éxito entre audiencia y crítica. Una serie que es una delicia para el espectador amante de las series de ciencia ficción.
Jorge Morelle
