Roma es la ‘ciudad eterna’. Millones de turistas visitan cada año la capital italiana para perderse y dejarse perder por sus monumentos, calles y plazas. El Coliseo, la Fontana di Trevi o el Panteón son paradas indispensables en el itinerario de esta ciudad, pero hay otros rincones especiales que solo unos pocos conocen. ColumnaZero te ayuda a planificar tu viaje a Roma de manera diferente.
La ciudad se compone de cientos de barrios que ofrecen ese aire histórico a los visitantes. Uno de los más bonitos es el Rione Monti. Es el barrio más antiguo del casco histórico de Roma y es conocido por sus bares y burdeles. Se encuentra entre el Coliseo y la estación Termini y es el rincón preferido de los jóvenes artistas y bohemios. Algunos de sus puntos clave son la Piazza della Madonna, el bar La Bottega del Caffe, que aparece en la película de Woody Allen A Roma con Amor, o el bar Black Market.
Otro barrio que merece la pena visitar es San Lorenzo. Está frecuentado mayoritariamente por estudiantes, ya que se encuentra próximo a la Universidad La Sapienza. Tiene la apariencia de una ciudad antigua y está rodeado de tiendas de segunda mano, lienzos al aire libre y cafés con precios ajustados a las posibilidades de los jóvenes.
El barrio Pigneto es otro de los más curiosos de Roma. Quizá no sea el más bonito ni el más elegante, pero se ha convertido en uno de los lugares de moda de la capital italiana. Se compone de pequeños edificios con locales de restauración y de ocio, y en él viven familias, artistas e inmigrantes africanos que originan una interesante mezcla social.
Aunque podemos decir que Roma es un museo al aire libre, hay muchos otros lugares cerrados tan espectaculares como sus calles, y que son casi de obligada visita. La casa del Museo Goethe ayuda a entender parte del romanticismo inglés y a descubrir la vida cotidiana de dos leyendas de la literatura, como son Goethe y Kyats.
Otro de los museos más insólitos es el Museo de Criminología, donde se puede encontrar todo tipo de objetos relacionados con los crímenes más curiosos del Siglo XX. Además, en el sótano del Museo Nacional de Roma se encuentran los gaditanos Vasos de Vicarello. En ellos se define una ruta desde Cádiz hasta Roma que muestra todas las ciudades y pueblos que recorre.
Y bajo tierra podemos encontrar también las catacumbas, que son, sin duda, los lugares más curiosos e interesantes de la ciudad y siempre han cautivado la atención del público. Algunas de ellas son la Catacumba de San Calixto, la Catacumba de San Sebastián o la de Domitila, las tres en la zona Apia, y las Catacumbas de Priscila, situadas al Norte de Roma, a 10 minutos de Santa Inés.
Un poco apartado de las principales atracciones turísticas de Roma se encuentran los Estudios Cinecittà, donde se rodaron más de 3.000 películas importantes de la cinematografía italiana como “Gangs of New York”, “Roma” o “San Francisco de Asís”. Aquí se pueden observar algunas piezas del material de las películas, como el vestido que lució la actriz Audrey Hepburn en “Guerra y paz”.
Y eso de que Roma es una de las ciudades más caras del mundo no es del todo cierto. Hay un sinfín de actividades que solo requieren la voluntad de hacerlas. Por ejemplo, todos los domingos se celebra en el barrio de Trastevere el mercadillo Porta Portese, el más grande de Roma y en el que podrás encontrar de todo, desde antigüedades, libros o discos hasta comida, ropa o muebles. Además, hay algunos monumentos como la Bocca della veritá que son también gratuitos. Consiste en una boca incrustada en la pared, donde la leyenda cuenta que, si al introducir la mano has dicho alguna mentira, la boca se cierra. O por ejemplo, pasear por la orilla del río Tíber a la hora del atardecer es otro de los planes más bonitos que puedes hacer en Roma, y gratis también.
Por último, es impensable visitar Roma y no probar algo de su variada gastronomía. La zona de Termini es la zona ideal para ahorrar, ya que tiene un ambiente fantástico y una gran variedad de restaurantes, pizzerías y establecimientos de comida al peso a buen precio. Pero para comer bien, los mejores locales se encuentran en los alrededores del Vaticano y en los restaurantes cercanos a los monumentos o lugares turísticos.
Entre las especialidades romanas, algunas de las más solicitadas son la carne Toscana, la salchicha roma o los vinos, además de la pasta o las pizzas.
Y de postre o para la merienda, los gelatos son los más conocidos en la ciudad. Sus precios son bastante elevados, pero no se puede visitar la capital italiana e irse sin probar uno de ellos. La heladería más famosa de Roma es Gelato di San Crispino, ubicada muy cerca de la Fontana de Trevi. No obstante hay centenares de rincones artesanales esperando a dejarse descubrir. ¡A disfrutar!
Patricia Terroba Oliván
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