
Hoy, en vez de hacer un decálogo del buen vestir, voy a hacer exactamente lo contrario, es decir, un decálogo de lo que nunca debes llevar, un decálogo del mal vestir. Todo, evidentemente, bajo mi punto de vista.
1 - Por mucho que ahora los diseñadores se empeñen, los hombres no llevamos bolso. Los hombres, como ya expliqué en el post «Hombres VS Mujeres» de mi blog www.theredsocksblog.com, no tenemos tantos cachibaches que llevar a la calle, y aunque los tengamos, para eso tenemos bolsillos en los pantalones y en las americanas, cosas que ellas en las faldas no. O no suelen, por lo menos. Pero no los recarguemos, que los bultos quedan muy feos.
2 - Di NO a las sandalias. Pero, ¿desde cuándo los hombres llevamos sandalias? A no ser, claro, que nos llamemos Rómulo o Remo, y vivamos en la época romana. Entonces sí. Si pasamos un excesivo calor en los pies en verano, para eso están inventadas las alpargatas o los náuticos, leche. Vamos a intentar que la androginia no nos coma, por favor.
3 - Los trajes blancos vamos a dejarlos para las fiestas de disfraces de mafias italianas. Y si es posible que ni para eso, mejor. Y para que nos entendamos, no me refiero ni a americanas blancas, ni a pantalones blancos, que eso bien conjuntado está muy bien. Estoy hablando de juntar las dos cosas intentado formar un traje. No, no y no.
4 - Camisas moradas, naranjas o negras. Lisas, quiero decir. Me niego a aceptarlas. Y ya, si son brilli-brilli, para qué os voy a contar. Vale que las negras están más extendidas, pero a mi siguen pareciéndome de un hortera que flipáis.
5 - A los pantalones hay que meterle los bajos en un 99% de los casos, y tiene toda la lógica del mundo. Las tiendas los venden con un bajo que pueda servirle a cualquier persona alta, y se entiende que si son más bajos, los meterán. No hay nada más feo que unos pantalones con los bajos arrugados. Vamos a llevarlos cortaditos y en su sitio, y si quedan un pelín cortos, mejor que mejor. Aunque eso ya son gustos.
6 - Las camisas de manga corta, a la hoguera, directamente. Y me niego a seguir hablando de ellas.
7 - Las americanas tienen, o tres, o dos botones, pero no significa que haya que abrocharlos todos. En las de tres botones, se dice que, de arriba a abajo, se abrochan: el primero, algunas veces (a mi personalmente no me gusta), el segundo siempre y el tercero, nunca. Y en las americanas de dos botones, siempre y solamente el de arriba. Los botones solo se desabrochan para sentarse, y bajo ningún concepto se quita uno la americana hasta que llegue otra vez a su casa.
8 - Conjuntar corbata y pañuelo es muy de los ’90, se ve anticuado y cursi. Échale más imaginación y combina colores.
9 - Huyamos de la «marquitis». Ni todo lo de marca es bonito, ni todo lo de Zara es feo. Y por supuesto, eso de llevar la marca bien grande para que se vea es muy de nuevo rico. Tenemos que partir de que nuestra base es la discreción.
10 - Y por último, una frase hecha que siempre que la he leído me he descojonado. ¡Sé tú mismo! Gilipolleces. Que no, que lo que quiero decir es que tenéis que sentiros cómodos con lo que llevéis, porque si no, transmitís esa inseguridad, y eso, ni es estiloso, ni es elegante.
Nos vamos leyendo.
Claudio del Castillo
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