Melon district, un espacio moderno y diferente para los sibaritas del confort y el diseño.
Cuando los amigos de Melon Disctrict nos invitaron a pasar un fin de semana en su alojamiento no lo dudamos ni un momento. Primero porque se encuentra en Barcelona ciudad que sólo nos trae buenos recuerdos. Segundo porque le echamos un vistazo a las fotos de su instalaciones y nos enamoramos como bobos del espíritu melondiano y su perfecto combo de lo bonito, lo cómodo y lo moderno.
Del aeropuerto al hotel había unos 45 minutos, primero un tren que nos dejo en el Paseo de Gracia y luego metro hasta Marina, y voilá ante nosotros emergía un edificio de infinitas ventanas coronado con el logo Melon District cumpliendo a priori y con creces las expectativas estéticas.
Para situarnos, Melon District es un hostal-residencia con dos localizaciones en barcelona Melon District Marina, donde nos quedamos, (cerquísima de la Sagrada Familia, la Villa Olímpica y la torre Agbar) y el Melon District Poble Sec (más céntrico, a 15 minutos de La Rambla y Plaza España). La peculiaridad de esta firma es que ofrece alojamiento para estancias largas, coincidentes con el curso universitario, y para estancias cortas, haciendo las veces de hotel y residencia. Esta doble función que nos tenía un poco confundidos en cuanto a la calidad del servicio resultó ser su punto fuerte: estábamos en un precioso hostal cuidado al detalle y nos sentimos como en casa. Bravo.
Son muchas las ventajas del Melon District, para empezar en recepción nos trataron de maravilla, respondiendo con paciencia y simpatía a todas las cuestiones propias de un turista desorientado. Otro punto a destacar de este Hostal es la organización en los accesos, por tarjeta y muy bien señalizados. Justo al entrar te topas con un patio común donde nos consta se organizan actividades. En nuestro edificio encontramos la cartelera del cine de verano, desafortunadamente la primera sesión comenzaba fin de semana próximo. Vaya puntería.
Lavandería 24 horas con tele y asientos para hacer amena la espera de los que esperan. Práctico cooking lounge al final de cada pasillo, mueble y nevera dividida en compartimentos por habitación, horno, microondas, mesa comedor, wifi, sofá para la sobremesa y lo que surja, pantalla de plasmas y unas vistas de escándalo. Hubiésemos pasado gustosamente meses allí y no hubiésemos extrañado casi nada de casa, esa es la magia melondiana. Las máquinas de vending nos salvaron de los antojos nocturnos y lo que nos pasó con el Melon Café fue amor a primera vista. Un espacio abierto y luminoso con una buena carta y precios medianamente asequible.
La habitación que nos tocó era pequeña pero práctica: cama de matrimonio, escritorio, armario empotrado, caja fuerte, calefacción, tele y baño con ducha. Por lo general no hay wifi en las habitaciones, la conexión es por cable. En armonía con el resto del edificio, el cuarto también era luminoso y coqueto.
La guinda del pastel fue sin duda la piscina, en la azotea y con unas vistas espectaculares. Adjuntamos fotos para que os muráis de envidia y os animamos a conocer Melon District.
Equipo ColumnaZero
[…] alojamos en Melon District. No es la primera vez que lo hacíamos, pero esta vez queríamos explotar su vertiente residencial. Melon District es un hotel para […]