
Las revistas científicas más prestigiosas del mundo publican, prácticamente cada día, artículos que muestran los logros que distintos grupos de investigación realizan entorno a la prevención y tratamiento del cáncer. Pequeños pasos para lograr grandes objetivos. En ColumnaZero recopilamos los tres avances más importantes en la lucha contra el cáncer de los últimos años.
La utilización de la inmunoterapia
Se trata del avance científico más significativo de 2013 publicado por la revista Science. Esta técnica consistente en estimular las defensas naturales del cuerpo para combatir el cáncer, utiliza materiales producidos por el organismo o fabricados en un laboratorio para mejorar, identificar o restaurar la función del sistema inmunológico (la protección contra enfermedades infecciosas).
Varios ensayos clínicos que utilizan inmunoterapia revelaron esta técnica como muy prometedora contra cánceres agresivos como el melanoma o cáncer de piel, cuando otros tratamientos habían fracasado. «Este año la inmensa promesa que representa la inmunoterapia contra el cáncer deja pocas dudas», incluso cuando hace falta permanecer prudentes debido al bajo número de pacientes tratados, escribe Tim Appenzeller, redactor jefe de Science.
Para José Baselga, director clínico del Memorial Sloan Kettering, y que no ha participado directamente en estos estudios, “se trata probablemente del mayor avance en los últimos años. Si a este tipo de tratamientos le añadimos la terapia celular con linfocitos T mediante receptores quiméricos (otro tipo de inmunoterapia aún en fases más iniciales, pero especialmente prometedora en tumores de la sangre, como leucemias y linfomas) esto cambiará la manera en que tratamos el cáncer y aumentará la supervivencia”.
La técnica CRISP de edición genética
Inspirada en un mecanismo descubierto en las bacterias y que éstas utilizan para protegerse.
Las siglas CRISPR provienen de Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats (Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente Interespaciadas). Este método puede ‘editar’ los genes cambiando el ‘texto genético’ del ADN y sin causar cualquier tipo de mutaciones no deseadas. Los genéticos comparan este método con la corrección de un texto con errores de ortografía. Se cree que el CRISPR no solo permitirá eliminar genes defectuosos en un embrión, sino manipular o editar genomas de plantas y animales.
El uso de nanopartículas
Estudios anteriores demuestran que la utilización de nanopartículas para transportar tratamientos anticancerígenos directamente al objetivo, es decir, a las células del tumor, podría aumentar la respuesta terapéutica. Ahora un equipo de científicos de la Universidad de Michigan ha demostrado que este tratamiento, basado en nanotecnología, es eficaz en animales vivos. En 2012 un grupo de científicos españoles diseñó un tratamiento con nanopartículas que inhibió el cien por cien de las metástasis linfáticas en ratones con linfoma de manto, abriendo una puerta a la investigación de nuevos tratamientos.
Según el director del estudio, el Profesor James Baker, «este supone el primer estudio que ha demostrado como un medicamento transportado por una nanopartícula puede salir del flujo sanguíneo, llegar a las células de cáncer y tener un impacto biológico sobre el tumor del animal.»
La clave del alto grado de efectividad de este nuevo avance se deriva de las dimensiones de las partículas. Las nanopartículas tienen un diámetro de 150 nanometros, que según el equipo de Nanoespectra, es el tamaño ideal para que puedan atravesar los vasos sanguíneos agujereados de un tumor. Esto podría permitir que las partículas se acumulasen en el tumor más que en otros tejidos.
Antonio Manuel Murcia López