Las mujeres que visten vaqueros y camisas anchas están más deprimidas que aquellas que adornan su cabeza con un sombrero según un estudio de una universidad inglesa.
Cuando nos levantamos bajos de ánimo o nos sentimos decaídos tendemos a vestirnos con pantalones vaqueros, al menos esto es lo que revela un estudio reciente de la Universidad de Hertfordshire en Reino Unido.
Concretamente, en el caso de las mujeres, más de la mitad de ellas asegura usar vaqueros aquellos días en los que se sienten deprimidas, mientras que solo un tercio los lleva también en aquellas ocasiones en que se levantan de buen humor.
Asimismo, el 57% asegura decantarse por las camisetas anchas los días de «bajón», mientras que solo el 2% usa esta prenda cuando se siente «contenta». Si una mujer se siente feliz tiene un 10% más de probabilidades de ponerse su vestido favorito.
“La ropa que escogemos cada mañana frente al armario refleja nuestro estado de ánimo y, a la vez, influye en él”, comenta Karen Pine, coautora del estudio. De hecho, el bienestar o malestar anímico se pueden modificar cambiando de atuendo.
«El estudio demuestra el poder psicológico de la ropa y cómo una elección correcta puede afectar a nuestros niveles de felicidad», explica Pine. «Vestirnos para sentirnos felices, en el caso de las mujeres, implica dejar a un lado los pantalones vaqueros», concluye la investigadora.
En cuanto a los complementos, el sombrero o el gorro son símbolos de felicidad ya que la probabilidad de llevarlos se duplica cuando las mujeres se sienten de buen humor. Los collares y los pendientes también atienden a esta regla. Pero la felicidad extrema se exterioriza a través de sus zapatos favoritos que multiplican por cinco las posibilidades de formar parte de la indumentaria de ese día si su dueña está contenta.
El estudio demuestra que la indumentaria de la felicidad es aquella que realza la figura, con telas de calidad y colores vivos. Exactamente todo lo que le falta a los vaqueros, prenda que según los psicólogos usan las personas a las que les preocupa poco la imagen que proyectan o que están deprimidas y no están atentas a su apariencia física porque no tienen ningún deseo de hacerse notar.
Jaime Gutiérrez
@jaimegutierrezh