
La Liga Española se ha ganado el calificativo de la mejor liga del mundo por la calidad de sus equipos y la calidad de los jugadores que militan en la competición, por donde ha pasado la flor y nata de la historia del fútbol mundial: desde Maradona a Messi, pasando por Ronaldo, Ronaldinho, Cristiano, Zidane, y muchos otros. Sin embargo, hoy recordamos la otra cara: tres de los peores fichajes de la última década.
En los últimos años, ha habido malos fichajes por doquier. Ya fuera por petición expresa del entrenador, por decisión de la secretaría técnica, o por capricho del presidente de turno, jugadores dignos de mención como Bizarri, Prosinecki, Petkovic, Maxi López, Renaldo, Rochemback… han recalado en clubes españoles y han pasado a la historia de La Liga, aunque no precisamente por la calidad de sus actuaciones en los estadios. Aunque este es un tema que podría dar para una serie de reportajes, hoy vamos a recordar tres fichajes que realizaron los tres equipos más laureados de España.
Dmitro Chygrynskiy
En plena época dorada del mejor Barça de la historia, el que para muchos es, y ha sido, el equipo que mejor fútbol ha practicado durante la larga trayectoria de este deporte, el entonces considerado mejor entrenador del mundo por la opinión pública, Pep Guardiola, puso sus analíticos ojos sobre este joven jugador del Shaktar Donetsk ucraniano. Con una carencia de defensas centrales que el club catalán arrastra hasta día de hoy, el fichaje de una pieza para reforzar el centro de la zaga ya era clave en aquel momento.
Con una obsesión por la posesión de la pelota y por tener el control desde que el portero la ponía en juego, buscaba un central capaz de sacar el balón jugado desde atrás y, se supone que “Dima”, como el propio Pep lo llamaba, coincidía con el perfil. No obstante, en algún momento, algo debió torcerse. Llegó tras jugar la final de la Supercopa de Europa contra su futuro equipo, por una nada desdeñable cantidad de 25 millones de euros y con un contrato de 5 años.
Un par de actuaciones del central bastaron para que el club se diera cuenta del fallo que habían cometido. Un juego de pies torpe, más o menos como si llevara las botas cambiadas, y una velocidad punta un tanto cuestionable, además de sus fallos tácticos en la colocación sobre el campo, le otorgaron todas las papeletas para que volviera a Ucrania por donde había venido, eso sí, no sin antes ganar un título de Liga. El bueno de Dima vistió la camiseta blaugrana en solo 12 ocasiones y pasó a los anales del Barça y de la Liga Española como uno de los peores fichajes de la década.
Julien Faubert
Probablemente, el caso de Faubert es el más sonado de los últimos años. En enero de 2009 llegó desde el West Ham mediante una cesión de millón y medio de euros, opción de compra a final de temporada por 6 millones, y con el respaldo y la recomendación del técnico merengue por aquel entonces, Juande Ramos.
El Real Madrid suele tener suerte diversa con el rendimiento de sus fichajes. Aunque es cierto que con unos aciertan de pleno, como con Benzemá, Cristiano, Di María o Modric, entre otros; también es verdad que hay otros refuerzos que no tienen tanto éxito. Aunque en estas últimas temporadas ha habido algunos casos, como Nuri Sahín, que llegó por 10 millones de euros, o Illarramendi, que recaló en las filas blancas por casi 40, hubo una época en la que el club capitalino parecía que fichaba sin ton ni son: Gravesen, Cassano, Lass, Drenthe, Ognjenovic, Gago… jugadores que, aunque es cierto que no dieron la talla, por lo menos tenían expectativas de futuro.
Sin embargo, el caso de Faubert fue menos comprensible. Llega al Madrid con 25 años y acaba jugando menos de 60 minutos en dos partidos. Obviamente, el club no ejecuta la opción de compra y el jugador se vuelve al West Ham.
Internacional con Francia en 2006, se permitió el lujo de ser el siguiente jugador en vestir el 10 de Zidane con la selección, y marcar en su debut el gol de la victoria frente a Bosnia y Herzegovina. Ahora juega con Martinica y es la estrella del combinado nacional, y cuenta como uno de los pocos jugadores capaces de igualar a estrellas de la talla de Di Stéfano o Kubala, eso sí, en haber jugado con más de una selección.
En España será recordado por su sobrepeso, por saltarse algún que otro entrenamiento pensando que tenía el día libre y por su mejor actuación dentro de un terreno de juego durante su etapa en el Madrid: cuando se quedó dormido en el banquillo durante un partido contra el Villareal y fue “cazado” por las cámaras de Cuatro.
Marcelo Fabián “El Pato” Sosa
En el verano de 2004, el Atlético de Madrid de César Ferrando se hacía con esta joyita del fútbol uruguayo apodada “El Pato”, por razones que el aficionado colchonero, sufridor por naturaleza, no tardaría mucho en descubrir.
El día de su presentación fue solo un adelanto de lo que iba a aportar al juego atlético el nuevo fichaje. Luciendo un rubio de bote más que notable y llegado como refuerzo para el centro del campo, demostró desde el primer día que su habilidad con la pelota no era su fuerte, y tras dar unos cuantos toques de balón se resbaló y cayó de espaldas al césped del Vicente Calderón.
Con una técnica más que dudosa, fue un jugador que compensaba esta falta de habilidad con dureza, siempre rozando el límite de lo permitido, y cuya contribución al fútbol fue completamente nula. Un auténtico pufo que fracasó en las filas atléticas y que a la temporada siguiente fue cedido a Osasuna, donde quedó relegado a calentar los asientos de los banquillos a lo largo y ancho de todos los estadios de Primera División, y donde no hizo sino corroborar que era malo, muy malo.
Tras su fracaso regresa a Sudamérica y, tras pasar por México, vuelve a su país en 2010 fichado por el Peñarol, que había sido invitado a jugar el trofeo Santiago Bernabéu. De este modo, Sosa visita la capital de España para disputar un encuentro contra el Real Madrid y, de paso, dejarnos una de sus estelares actuaciones. Aquel día, previo aviso en una entrevista de televisión de cuál era su objetivo durante el partido, cumplió con su cometido: despeinar a Cristiano Ronaldo, provocando un monumental enfado del portugués.
Aun hoy nos preguntamos si el apodo de “Pato” tiene algo que ver con el ave y su forma de correr, o es simplemente un diminutivo de “patoso”.
Sergio del Pino
La mejor liga del mundo la española??? ALWAYS PREMIER
Qué grande Pato, campeon Uruguayo con PEÑAROL en 2010. Le sobran huevos.
El Pato…ese gran fracaso colchonero….buen artículo.
Se olvidaron de Kaká