
Hace tiempo conocí una enfermedad, y como todas las enfermedades, cuando mejor las conoces es cuando las padeces. Esta enfermedad es conocida por su nombre vulgar “La pérdida de foco”. Se diagnostica una parálisis, de la que necesitamos conocer sus síntomas. Suele tener diferentes variantes por lo que es difícil especificar sus síntomas de una forma científica, pero puede ayudarte al autodiagnóstico ser consciente de que no arrancas. Lo has intentado una y otra vez, tienes tu proyecto en marcha pero día tras día encuentras algo que perfeccionar o extras que puedes añadir.
Voy a utilizar un ejemplo con algo que se ha puesto muy de moda. Correr. Apostaría el dinero que debo, a que conoces a alguien que en los últimos meses se ha dado al deporte de los cobardes, y si no es este cualquier otro deporte nos vale. Se ha leído libros, ha perfeccionado su técnica de carrera, sus zapatillas está perfectamente adaptadas y calibradas para su tipo de pisada, medias de compresión, pulsómetro de última generación y la camiseta que reutiliza el sudor para paliar el efecto invernadero. Tiene toda su equipación pero se ha olvidado del núcleo que lo empujó a ese desembolso. Correr. No ha dado más de veinte zancadas desde que se propuso darse al atletismo. Esas veinte zancadas son las que separan la sección de running hasta la caja.
Seguro que eres consciente de que el mercado sólo te ofrecerá una única oportunidad, y quieres hacer la mejor versión de tu proyecto. Todo tu ejército preparado para emprender la única y definitiva batalla. Estoy de acuerdo con esa forma de pensar pero estar meses y meses retrasando tu primera beta no hará que el producto mejore cualitativamente. Por eso, dale. Por suerte, hoy día a través de redes sociales o las propias plataformas donde pongas a la venta tus productos es muy sencillo obtener feedback de lo que opinan tus clientes para mejorar el producto según sus necesidades y no tu intuición.
Esto no es una experiencia personal es algo que he ido aprendiendo de otras personas que han llegado mucho más lejos, pero pensándolo fríamente es algo que nos ocurre muy a menudo sobretodo en el inicio. En ese momento que vemos oportunidades de mejora por todos los flancos y que si le añadimos esto o esto otro saldrá redondo, pero perderemos el foco. Lo que realmente nos interesa.
La medicina de esta enfermedad es simple. que no sencilla. Implantación inmediata, no dejarse retrasar por diferentes versiones. Ponte ya, concéntrate y lánzalo. Hay alguien esperando tu producto.
La pérdida de foco ha sido la principal causa por la que muchos de los proyectos que he emprendido no han llegado a buen puerto, se han quedado parados. Sin embargo, de los errores, se aprende y por suerte para ti, alguien ya te ha dado un consejo.
Nos vemos el próximo día.
Brais Comesaña
[…] en Columnazero hemos recogido algunas de las fuentes de financiación más interesantes para empresarios emprendedores. La financiación es un problema que se ha dado de forma constante y que sin duda se ha visto […]