
¿Es más importante cómo te ven por fuera que cómo te sientes por dentro?
La percepción de nuestro cuerpo explica, por lo menos, el 25 por 100 de nuestra autoestima, aunque a muchos otros les explicaría porcentajes más altos de la misma
Probablemente todas las personas hemos experimentado la sensación de vernos “bien” en algún momento y de vernos “muy mal” en algún otro momento. Pero, fíjate, lo más seguro es que no seamos muy diferentes cuando nos sentimos bien de cuando no es así, pero lo que sí difiere es cómo nos sentimos, cómo nos comportamos en aquel momento y qué tipo de resultados obtenemos en nuestra relación con los demás.
Si creemos que somos suficientemente atractivos actuaremos como tales, y así nos sentiremos seguros, tranquilos, merecedores de las cosas buenas que nos sucedan. Si, por el contrario, creemos que no lo somos en absoluto, tenderemos a actuar como unos pobres infelices, a los que se les conceden cosas por pura caridad y que en realidad no se merecen nada. Y sin embargo, eres la misma persona en el mismo cuerpo. ¿Te das cuenta? La misma persona en el mismo cuerpo. ¿Seguro que te das cuenta? Porque creo que es una muy buena frase, que te la presto, te la dejo, te la regalo para aquellos días en los que te levantas te miras en el espejo e interpretas que todo está mal y que se podría mejorar.
La insatisfacción de la imagen corporal es un importante factor de riesgo para el desarrollo de un trastorno alimentario. Pero, ¿qué es la imagen corporal?
o Es la imagen que nos creamos en la mente sobre nuestro propio cuerpo, es decir, la forma en que lo vemos.
o Es una representación mental amplia de la figura corporal, su forma y tamaño, la cual está influenciada por factores históricos, culturales, sociales, individuales y biológicos que varían con el tiempo.
o A raíz de ello, puede haber un rechazo o insatisfacción corporal, que es el resultado de una discrepancia entre el yo percibido y el yo ideal.
Una imagen corporal negativa normalmente tiene los componentes siguientes:
- Distorsión perceptiva. Persona que ve su defecto (tanto si lo tiene objetivamente como si no) como mayor, más pronunciado o más desviado de lo que es en realidad.
- Incumplimiento de los irreales objetivos de tamaño y peso
- Ver el aspecto físico como criterio fundamental de la autoevaluación (lo que lleva a una atención selectiva hacia los mensajes relativos al físico).
- Conducta, como la búsqueda de la delgadez a través de las dietas y otras medidas destinadas a perder peso.
La alteración de la imagen corporal puede estar provocada por varias causas o un conjunto de ellas:
o Influencias pasadas, sociales y evolutivas: Generadoras de unas determinadas actitudes hacia la figura. Desde niños recibimos mensajes en la familia y en sociedad sobre nuestro cuerpo, por ejemplo sobre los cánones sobre lo que es bello o no, y sobre lo que es lo bello. “lo bello es bueno” “lo feo es malo” “la mujer bella debe ser delgada”
o Influencias presentes o cercanas: Actúan como factores que precipitan o mantienen la alteración. Por ejemplo experiencias estresantes de críticas hacia la apariencia, práctica de ciertos deportes, preocupación por la ropa, abuso sexual en la infancia… Estas influencias matizan por qué sólo problemáticas relacionadas con la imagen corporal se manifiestan en determinados sujetos y no en otros.
o Internalización: Estas influencias han podido generar una autovaloración negativa de la propia imagen. Las percepciones, las creencias y los sentimientos de una persona respecto a su aspecto tienen más probabilidad de determinar su imagen corporal que sus características físicas reales.
o Proyección: Es la tendencia a equiparar lo que es el cuerpo y lo que uno es en su totalidad, es decir, “yo soy mi cuerpo” (o mi apariencia)
¿Cómo surge?
Una persona no se convence de que tiene una imagen corporal negativa de un día para otro. Es una cuestión de tiempo. La imagen corporal comienza en la infancia. Los niños de edad preescolar conocen muchas cosas de cómo se ha de ser para tener éxito. Los cuentos de Cenicienta y Blancanieves nos describen el físico de las vencedoras por encima de las feas y malas. La imagen corporal que se debe tener y las imágenes de cómo no se ha de ser va quedando cada vez más clara. Disney, Barbie, películas, anuncios canciones… todo cuenta.
¿Alguien me explica cómo son las princesas de Disney? Guapas, altas, jóvenes, delgadas….y BUENAS. ¿Y cómo son las malas? Feas, viejas, gordas….y MALAS. Es una asociación de conceptos que desde pequeños vamos haciendo. ¿Quién quiere ser malo de pequeño? ¡Nadie! Todo el mundo desea ser el héroe de la película y todo lo que te asemeje a su representante físico te acerca a la idea de héroe, princesa, bueno, éxito, feliz…etc.
Experimentad con corazón y cerebro vuestras emociones.
Os espero aquí, en ColumnaZero
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Vega RC, Psicóloga.
Consulta Romo.
Medicina, Psicología y Acupuntura.
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Articulo muy interesante… Espero la segunda parte con muchísimas ganas. Enhorabuena !