
ColumnaZero ha podido hablar con los tres jueces del talent culinario español para saber qué esperar de la nueva temporada recién arrancada.
Gran parte de culpa de que la cocina esté más de moda que nunca en la televisión es de ‘MasterChef’. Con los fogones ya encendidos, con primera expulsión incluida, queda saber lo próximo que se avecina. Y quién mejor para aclarar todas las dudas de los espectadores que los que tienen la última palabra, los jueces.
Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo Nágera y Jordi Cruz vuelven a tener la responsabilidad de elegir el que será el próximo “MasterChef España”. No ha sido nada fácil enfrentarse a este reto que se ha visto dificultada por el gran nivel de este año e, incluso, un abandono inesperado.
ColumnaZero: Son cuatro años ya desde que comenzará la primera edición, ¿cómo habéis vivido esa evolución?
Pepe Rodríguez: Recuerdo la primera vez que presentamos el programa, escuchar la música y que se te pongan los pelos de punta…creo que es muy bueno. No hemos perdido el pulso de lo que significa grabar un programa, que ya eres mínimamente profesional, porque llegamos y no sabíamos lo que era. Ver a los concursantes y emocionarte es muy bonito.
Jordi Cruz: Cuando nos comentan si no vamos a dar una vuelta de tuerca, mi experiencia personal, en mi casa y en mi restaurante, al igual que le pasa a los compañeros, es que cada día empiezas y no sabes cómo lo vas a terminar. Aquí pasa algo similar, ‘MasterChef’ se reinventa a si mismo porque tenemos aspirantes singulares junto a productos que también lo son. Lo único que no varía es mi cara de póker, la forma de morder de Pepe y el sabor de Samantha. Lo demás siempre es diferente y singular.
CZ: ¿Ha ido, entonces, cada temporada a mejor?
J.C.: Sí, porque gracias a esto estamos haciendo un trabajo de divulgación, sin decir que estemos enseñando a todo el mundo a comer o a nada, en que hay una masa social que están viendo que en todo el país hay una gran gastronomía que hay que tener en cuenta. Lo que hay que potenciar son esas cosas que merecen estar ahí siempre.
CZ: Hay ciertos formatos culinarios que sí cambian sus jurados y, sin embargo, vosotros sois desde el comienzo los mismos…
J.C: Es algo que se mantiene inalterable. No te puedo hablar de lo que le ha pasado a ‘Top Chef’ u otros. Empezamos haciendo una cosa en la que creemos, la divulgación de la gastronomía, fiándonos de una productora a la que dijimos que éramos cocineros y no teníamos ni idea de esto, y con la suerte de que somos amigos de verdad. Eso se nos nota, hay feeling y nos gusta la gastronomía. El espectador es algo que también percibe, que formamos una “familia feliz”.
Samantha Vallejo: Esto es muy bonito porque pasamos más tiempo entre nosotros que con nuestras familias. Estamos y nos quejamos, porque son muchas horas y madrugones, pero nos reímos mucho, viajamos, conocemos sitios… La parte que no veis un poco del formato está detrás de la gran forma en la que lo montan. Lo ves con la música, el cariño…la edición del programa es tan buena que luego todo va a mejor.
J.C.: Hemos comentado, entre nosotros, que habría que grabar otro formato entre medias de cuando grabamos.
CZ: Esta explosión de la gastronomía en la televisión, ¿pensáis que pueda llegar a su fin?
J.C.: Es que todo se agota. Cuando dicen que la gastronomía española tiene un boom… es que ha sido buena siempre. A lo mejor no hemos sido tan listos como otros países en marketing, pero esto no es una moda. Tenemos algo de diez, a nivel de técnica y producto.
P.R.: Si fuese un programa de bailar o cantar es algo que no puedo hacer, pero es que cocinar, aunque no me guste, es algo que hago todos los días. Siempre hay un contacto con la gastronomía. Puede acabarse ‘MasterChef’ pero habrá algo relacionado con ella, sea del formato que sea. Es algo innato al ser humano.
CZ: La visita de ex concursantes es ya una tónica habitual pero, ¿cómo los habéis visto ahora después del paso por diferentes cocinas?
S.V.: La verdad es que ha sido espectacular, de pensar en ellos el primer día que pasaron por esa puerta a ahora, ya metidos en el papel de chef con sus propios negocios. Para mí ha sido un orgullo. Todos hemos tenido a todos trabajando en nuestras casas y, por supuesto hay unos mejores que otros, pero tenemos a una gran manada de gente ya profesional que está trabajando con su buen sueldo y su pasión por la cocina bien desarrollada.
P.R.: El mérito es de ellos, se lo han currado. Nosotros les hemos puesto una plataforma, pero tenían materia y ganas. Le han echado muchas horas.
J.C.: Ellos conocen solo a los jurados. Aquí somos más duros. Nos gusta que conozcan a las personas de su casa, de su trabajo diario… En general han pasado mucho.
CZ: ¿Qué tiene que cambiar en la labor de juez cuando año tras año sube el nivel?
S.V.: Lo que me pasaba con algunos concursantes es que lo normal es que ya te hayas tragado todos los programas, y todavía hay gente que no se ha enterado de cosas que has repetido en todos. Esto ya te hace más exigente porque les pides que lo sepan y que lo hagan. Por supuesto no los han visto todos porque sería demasiado.
P.R.: Luego también hay otra cosa, son amateurs y nosotros profesionales. Siempre vamos a estar por encima del concursante por muy preparado que venga y por muy alto que sea el nivel. Es sorprendente, creo que esta temporada ves platos que dices ‘qué bien he comido’, y no lo habíamos dicho esto nunca. Son, al final, amateurs y se me pusiera muy exigente no me gustaría nada porque el nivel que busco se baja…Piensa que es un chaval que cocina los fin de semana…esto siempre va a existir.
Mary Pastor
@columnazero