LA CONTRASEÑA “123456” ES LA MÁS USADA EN EL CORREO ELECTRÓNICO Y REDES SOCIALES

Una colaboración de la empresa www.sdatos.com

Parece mentira, pero la realidad a veces supera la ficción. No basta con concienciar de la importancia de proteger los correos electrónicos y wifis privados con contraseñas seguras. Miles y miles de usuarios siguen usando contraseñas básicas. La más habitual: “123456”.

En 2009 tras un ataque de phishing a más de 10.000 cuentas de Hotmail se realizó un estudio por la revista Wired en el que se constato que la contraseña más usada por los usuarios españoles es “12346”. En el ranking le sigue el uso del nombre común completo del dueño de la cuenta. Significante fue también la utilización de la clave “tequiero”.

Posteriormente Microsoft bloqueo las cuentas tras investigarse el ataque y comprobarse que no sólo afecto a hotmail, sino también a cuentas de correo de plataformas como Yahoo y Gmail, pudiendo verse afectado más de 20.000 usuarios de varios países.

Y las conclusiones volvían hacer las mismas: contraseñas simples. A pesar de haber transcurrido varios años, ataque tras ataque se desvela la poca concienciación de la utilidad de mantener nuestros perfiles en redes sociales, cuentas de correo y wifis de casa bajo la máxima seguridad. Nuestra imagen y privacidad están en juego. El “nunca me va a pasar a mi” y no ser precavidos en estos entornos nos puede generar una vulnerabilidad que difícilmente podrá ser reparada a posteriori. Igual de importante es mantener el entorno empresarial libre de ataques con sistemas de seguridad perimetral. Cada año distintos ranking internacionales sobre las peores contraseñas usadas vuelven a destacar las mismas malas claves: “password”, “monkey”, “dragon” y la archiconocida “123456”, que en su versión corta “1234” es también la más usada como PIN del móvil o de la tarjeta de crédito.

Contraseñas fuertes

Los expertos recomiendan cambiar cada 3 meses la contraseña, tener claves distintas para según qué entornos, así como usar una serie de reglas para crear una clave segura:

1.- No teclear claves cortas, como mínimo 8 caracteres.

2.- Combinar mayúsculas, minúsculas, número y caracteres especiales.

3.- Evitar datos personales y fechas significativas, así como respuestas obvias a las preguntas de seguridad.

4.- Cambiar la “o” por 0 y el “3” por la “e” o viceversa, mejora el nivel de seguridad.

Realmente importante es el cambio de la contraseña de forma periódica, pues aunque la mayoría de las plataformas como las redes sociales almacenan las contraseñas de forma cifrada, una única brecha podría dar acceso a nuestros datos. El cambio habitual refuerza nuestra privacidad, intimidad y entorno.

www.sdatos.com