
A partir de este verano en EE.UU. y del 2016 en el resto del mundo, autogenerar energía en nuestras casas será posible gracias a Tesla Motors. La compañía de Silicon Valley ha creado la Powerwall Home Battery, destinada, según su director, a transformar la infraestructura energética mundial para que sea totalmente sostenible.
El objetivo de Tesla con este gran avance es que los consumidores, tanto los hogares como los comercios, no tengan que depender de la red eléctrica como sucede actualmente. Para ello, han creado la Powerwall Home Battery, un conjunto de baterías que aboguen por el uso de un sistema energético limpio y eficiente, reduciendo el uso de combustibles fósiles y, por ende, las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
El sistema en cuestión es una batería de ion de litio, como las que utiliza Tesla en la producción de sus automóviles. Está preparada para adosarla a cualquier pared y está provista de paneles fotovoltaicos independientes de los canales energéticos habituales. Por si fuera poco, soportan temperaturas extremas, tanto altas como bajas, lo que hace posible que se puedan instalar, prácticamente, en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia.
Tesla ha diseñado dos baterías, una de 7 kWh para uso diario y otra de 10 kWh que, además, permite guardar energía. En base a los datos extraídos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDEA), consumimos en nuestros hogares una media de 27 kWh al día, por lo que este sistema no supondría un bien sustitutivo, sino un complemento que podemos utilizar para reducir el gasto, conectándolo en las horas en las que la energía eléctrica alcanza el coste más alto. No obstante, Tesla también ha pensado en las familias y empresas que quieran olvidarse de la red eléctrica por completo, y ha ideado un “paquete” de 9 baterías capaces de generar 90 kWh.
El coste de estas baterías, sin incluir la correspondiente instalación y los paneles solares, asciende a 3.000 y 3.500 dólares las baterías de 7 y 10 kWh, mientras que la opción de contar con un sistema eléctrico propio supondría una inversión de 32.000 dólares.
Tesla propone dar un giro al suministro energético convencional y su propuesta tiene innumerables ventajas (y desventajas), tanto para el consumidor como para el medio ambiente. A pesar de lo arriesgado de la idea, por un lado por las habituales reticencias de los usuarios y, por otro, por las presiones de las compañías eléctricas, en apenas dos semanas la empresa ha recibido más de 40.000 encargos: 2.500 del sistema completo de 9 unidades y más de 38.000 de baterías vendidas de manera individual.
Las baterías llegarán al mercado estadounidense en verano de este año, y se comercializará en el resto del mundo a partir de 2016. Sin embargo, en España no se vaticina una acogida satisfactoria del producto ya que, el gobierno de Mariano Rajoy, con la inestimable ayuda del ministro de industria y energía, Jose Manuel Soria, a través de la regulación sobre energías renovables y autoconsumo, podrían ponerle freno mediante la implantación de un impuesto sobre el kilovatio generado y vertido a la red eléctrica, lo que reducirá en gran medida el ahorro derivado del uso de las baterías domésticas.
El día de la presentación, Elon Musk, director de Tesla Motors, aseguró que la Tesla Powerwall Home se perfila como un “gran avance para las comunidades más pobres del mundo, que podrán prescindir así de las redes eléctricas convencionales”, aunque no sabemos de dónde sacarían el dinero para poder costear un sistema de estas características.
De cualquier manera, habrá que esperar a ver si el invento de Tesla supone el cambio que promete. Hay alternativas similares creadas por otras compañías y no han tenido mucho éxito, pero desde la empresa aseguran que “se trata de la más fiable, eficiente y económica”.
Sergio del Pino