Graffiterapia para ejecutivos. La nueva experiencia Glenfiddich deja marca en Madrid de la mano del grafitero Suso33.
La marca de whisky de origen escocés se ha especializado en transmitir su filosofía a través de experiencias sensoriales, unas experiencias Glenfiddichs que han logrado calar entre los más exigentes, dejándose sucumbir por el buen hacer de la compañía.
El último asalto en Madrid unió el concepto de afterwork con talleres de graffiti para que ejecutivos estresados dejaran de lado su estrés y sucumbieran al movimiento cultural y artístico del graffiti.
Mañanas repletas de reuniones, sin fin de gestiones por hacer, cientos de e-mail por responder pero la necesidad imperiosa de desconectar al final del día. Para ello, Glenfiddich contó con el mejor profesor en estos menesteros, el grafitero referente español Suso33, que compartió con varios grupos unas interesantes clases.
Y como colofón, una gran fiesta en la galería Pop-up 1001 atmosphera de Madrid, a la que ColumnaZero acudió para no perderse detalle de la experiencia Glenfiddich. Después de presenciar la actuación del violinista Ara Makilian a la vez que pudimos catar las distintas añadas del whisky nos dejó tan buen sabor de boca que queríamos repetir sensaciones. Grandes muros blancos flanqueados por el frenetismo del desestrés y bajo la mirada del reno y el reflejo de la verde botella.
Y es que no nos cansaremos de repetir que Glenfiddich es el apellido perfecto para una copa de whisky. Un valor al alza, un rasgo distintivo, de casta tradición y experiencia incalculable, que ha logrado que el hecho de catar whisky sea todo un arte, un estilo de vida y una cultura llena de matices.
Equipo ColumnaZero
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