ENTREVISTA: PEDRO LOEB, DIRECTOR LA FACTORÍA DEL GUIÓN

Una entrevista de David Couso para ColumnaZero.
VN:F [1.9.22_1171]
Rating: +2 (from 2 votes)
VN:F [1.9.22_1171]
Rating: 9.7/10 (3 votes cast)
Una entrevista de David Couso para ColumnaZero.
Una entrevista de David Couso para ColumnaZero.

“Hay que sentar el culo delante del ordenador y escribir, lo cual supone dejar de hacer otras cosas que son estímulos interesantes que ocurren al mismo tiempo. Creo que lo que diferencia a alguien que llega de alguien que no llega es que logró sentarse y escribir, y suspender otras actividades. Ya lo dijo Picasso “Y si la inspiración te llega, mejor que te encuentre trabajando.” Pedro Loeb

En la artística Plaza Santa Ana de la ciudad de Madrid, descubrimos la Factoría del Guión, escuela dedicada a la formación de guionistas para el mundo del cine, la televisión y el teatro. Un lugar donde enseñan a crear y saber contar historias.

David Couso. ¿En qué momento empieza un guión?

Pedro Loeb. Es difícil de definir, pero supongo que algo te provoca una idea, y cuando alguien escribe un guión, esa idea que estaba en la cabeza comienza a coger forma. La fuente puede ser una experiencia que has vivido o que has oído, o de las que has sido partícipe a través de una novela, una película, una anécdota de alguien… esas suelen ser las fuentes, tus historias, las de otros, tus vivencias y tus fantasías. Luego eso va tomando forma; si va a ser de un determinado género, si va a ser más bien gracioso, si va a ser dramático, cruce de géneros…

DC. La Factoría es el universo del guión, es un universo de creación contínua, bien para microteatro, bien para series o cine, ¿qué rasgos comparten en la creación del guión estos ámbitos, y qué rasgos los diferencia?

PL. Bueno, técnicamente es distinto. Un guión de cine, televisión, documental, tiene diferencias formales, por ejemplo en los diálogos se agregan acotaciones (cómo se va a llevar a cabo ese diálogo, con qué acción…) Normalmente en teatro no es así. El director tiene que llegar a justificar ese diálogo, con qué intención se dice, si es susurrando, si es gritando… Normalmente el guión de cine y televisión secoloca una acotación bajo el nombre del personaje que va a dialogar. Es esa básicamente una de las diferencias fundamentales. Por otro lado, no es lo mismo un guión que va a ser representado en un espacio cerrado que un guión donde puedes meter la cámara en los decorados naturales. Lo que se modifica también es el formato; no es lo mismo una serie tipo sitcom de veinte minutos, que un largometraje de comedia o de tragedia, que tienen duraciones y formas de presentar la información distinta.

Yo para empezar un guión sugiero que el primer borrador siempre se escriba desde las vísceras, que tenga verdad, como si estuviésemos escribiendo un poema o nuestro diario. Y luego a todo eso hay que sumarle la técnica para que lo anterior funcione, para que interese y emocione, y si me pongo más pretencioso, para que haga pensar y modifique la experiencia del espectador.

DC. ¿Qué proceso tiene la creación de un guión? ¿Cuándo decides que un guión está terminado?

PL. Bueno, llega un momento en el que uno siente que ese guión ya se puede presentar. A veces, ese momento es un poco difuso y hay muchísimas películas que no tuvieron suficiente rigor en la escritura del guión y eso se ve luego en una película o una serie que pudo haber sido mejor de lo que fue. Es decir, hay poco rigor en el momento en que se finaliza la escritura del guión y se pasa a la parte técnica. Esto es un tema que me preocupa un poco, hay mucha ansiedad por dar a luz y mostrar el guión y buscar que siga su recorrido, ya sea presentándolo en concursos, a productores, actores, directores, y quizás todavía haga falta currárselo un poco más. Pero uno siente más o menos cuando está terminado. En las clases, los guiones siempre se leen en voz alta, se representan oralmente, alguna vez incluso se interpreta alguna escena… cuando un guión está bien escrito, al leerlo en voz alta, la película se ve y se oye, y provoca en los que estamos allí una sensación de que el guión ya está, y muchas veces finaliza con aplausos.

Foto del guión de Djando (2012) de Quentin Tarantino.

DC. ¿Tres consejos para alguien que quiera ser guionista?

PL. En primer lugar creo que cualquiera puede escribir un guión, creo que es de salud mental porque es un recipiente donde volcar las cosas que nos pasan, donde pensar y pensarnos. Le podemos prestar a los personajes cosas que no hemos resuelto, recuperar momentos divertidos que vivimos; yo creo que cualquiera puede escribir, no creo que haga falta ningún título universitario. Esto se puede ver en las personas que cuentan chistes y cuentos que son brillantes y quizás no han hecho Secundaria pero tienen una intuición narrativa fenomenal.

El segundo consejo es ser humilde. Hay que seguir atajos, conocer caminos que otros conocieron y que a mí me los ahorran y poder aprender de ellos.

Mi tercer consejo es que hay que sentar el culo delante del ordenador y escribir, lo cual supone dejar de hacer otras cosas que son estímulos interesantes que ocurren al mismo tiempo. Creo que lo que diferencia a alguien que llega de alguien que no llega es que logró sentarse y escribir, y suspender otras actividades. Ya lo dijo Picasso “Y si la inspiración te llega, mejor que te encuentre trabajando.”

Creo que estos son los secretos. También hay lugares que estimulan mucho, hay gente que hace muchos cursos porque sienten que es la única manera de conseguirlo. Cada semana se analizan escenas, se analizan películas, se analizan en profundidad las decisiones que un guionista decide tomar a la hora de llevar a cabo una película… y esto es un bagaje de experiencia que es fenomenal. También es muy importante andar con los poros muy abiertos, ahondando en las cosas, buscando el por qué la gente hace lo que hace, es una gran fuente de conocimiento para luego dirigir actores. Y es importante tener los poros abiertos para que cada estímulo que pase a nuestro lado pueda convertirse en una historia. Cada lugar que nos gusta o que no nos gusta puede ser un decorado fenomenal.

DC. ¿Cómo trabaja la Factoría del Guión, qué es lo que os diferencia de otras escuelas?

PL. La primera diferencia es que se escribe muchísimo, se conceptualiza a partir de la práctica. Escribir mucho es muy importante, porque alguien puede tener una trama fenomenal en la cabeza pero no sabe escribirla. Otra característica es que no hay una competencia negativa; todos, profesores y alumnos, trabajamos para mejorar cada guión. Entonces si en un curso se lee un guión y se sugieren ideas para optimizarlo, el que escribió el guión las puede incorporar, y él mismo contribuirá a mejorar otros guiones. De esta manera, se baja la guardia, no te molesta que alguien haga un trabajo fenomenal y no seas tú, porque luego todos apoyarán también tu trabajo. Todos se quieren mucho entre sí.

Una puntualización importante es que los guiones tibios no interesan, para no escribir guiones tibios hay que eliminar la autocensura, y ello requiere confianza, confianza en los docentes, en el grupo… sabes que no te van a juzgar y se crean grupos donde la gente se quiere muchísimo. También se elige con mucho cuidado a uno de los profesores porque tienen que ser muy buenos profesionales, ahora por ejemplo Miguel Ángel Vivas está abierto a cualquier tipo de consulta, dudas… Los alumnos también pueden venir fuera del horario de trabajo a escribir, a juntarse, hay muchas actividades gratuitas. En otros sitios al finalizar el curso los alumnos quedan desvinculados, aquí no, aquí pueden asistir a todas las proyecciones, son todas con entrada libre aunque vengan maravillosos actores o directores. Creo que hay una actitud muy saludable y poco mercantilista.

Una entrevista de David Couso para ColumnaZero.

DC. ¿Por qué crees que en España se juzga tanto al cine español? ¿Es una cuestión del carácter de los guiones o algo más bien social?

PL. Creo que algunas películas de este año desmitifican eso. Por ejemplo, 8 apellidos vascos. La gente realmente se ha volcado con esta película española y ha batido todos los récords. Es muy complejo el tema, porque algunas películas son muy buenas pero no tienen mucho presupuesto para el marketing, para darse a conocer, no logran llenar salas suficientes, compiten con estrenos donde se pone muchísimo dinero en promoción… por un lado hay un mercado que está muy acomodado a favor de las majors o de las grandes producciones extranjeras. Hay otro problema que es que no hay suficiente inversión del Estado como debería haber, porque al fin y al cabo el cine es algo que hace bien, que hace conocer a un país y su idiosincrasia. Aprendemos al ver películas. A veces por razones políticas, o económicas, no se apoya lo suficiente o se implanta un IVA muy alto. Otro tema que no quiero dejar de lado es lo que decía antes, que hay películas que se han filmado con escaso rigor, en cuanto a que todavía no estaban terminados del todo los guiones. Yo creo que el tema del cine español es una conjunción de factores, un poco de prejuicios también, y aquellas declaraciones de Montoro, por ejemplo, creo que fueron bastante complicadas para la industria cinematográfica, -aunque luego rectificara- y si a eso se suma los recortes en las subvenciones y el aumento del IVA, creo que hay un escaso apoyo a esta industria del cine, que es una fuente de trabajo y cada entrada que se vende es un ingreso para el Estado.

David Couso (@DavidLF_cinema)

@Columnazerocine

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here