
Cada vez son más numerosas las propuestas de largometrajes españoles que reflejan la situación que vivimos. El contexto en el que nos encontramos está provocando numerosos cambios que nos afectan a todos. Ante ello, muchos directores y directoras de nuestra industria están respondiendo, centrando sus películas en nuestras circunstancias.
Este es el caso de Juana Macías, realizadora madrileña que se hizo con el Goya al Mejor Cortometraje de Ficción en 1999, por su Siete cafés por semana, y una nominación a la Mejor dirección novel por su largometraje Planes para mañana (2010). Su nueva propuesta es Embarazados, una comedia “generacional” que plasma las dificultades que atraviesa una pareja, que ronda los 40 años, para tener un hijo.
La película que se estima que llegará a la gran pantalla en la primavera de 2015, se encuentra en la fase de rodaje. Hemos podido entrevistar a las dos caras conocidísimas que van a protagonizar la cinta, Paco León y Alexandra Jiménez, antes de que comenzasen a rodar.
PACO LEÓN
¿Qué diferencias encuentras entre ser director o actor? ¿Con qué te quedas?
Pues sí, sí tienes sus diferencias. La verdad es que cuando yo he estado detrás de la cámara como director también he tenido la sensación de estar interpretando a cada uno de los personajes. Dirijo mucho como actor. Espero no actuar como director (risas) porque creo que cada uno tiene que hacer lo suyo. Te da como más perspectiva; como director y como productor, de hacerte cargo de todas las fases de creación; que una película no es sólo hacerla sino que después hay que venderla. Pero a mí me gusta todo, no sé. Ser actor (cómico sobre todo), dirigir, bailar… Lo que haga falta.
Después de haber dirigido, ahora vuelves a la interpretación. ¿Ves desde otro punto de vista tu trabajo?
Para mí lo insólito era dirigir, porque actuar es lo que llevo haciendo toda mi vida. Lo que yo creo que me ha cambiado un poco es conocer a mi madre. Verla a ella como actúa… Para mi se ha convertido en un referente total. La gente quiere ser Marlon Brando y yo quiero ser Carmina Barrios. La he visto cómo se mueve, cómo hace; con qué naturalidad, con qué generosidad, con qué capacidad de juego…
¿Qué te atrajo del proyecto de Embarazados?
Es una película muy generacional. El tema es algo muy cercano; todo el mundo que está en mi edad, o de los 30 a los 45 años, está pensando en tener hijos o en haberlos tenido, sufriendo por haberlos tenido o disfrutando de que los ha tenido. Es algo que está pasando ahora mismo. Ahora ha subido la media de edad de los embarazos a más de 30 años. Hay un término que me gusta mucho que se llama “primípara añosa” (risas); así se llama a las mujeres que tienen hijos por encima de los 35 años (que ahora son muchísimas). Esto es algo que está en la sociedad y creo que se tienen que hacer películas sobre esto.
¿Has participado en la elección de tu compañera, Alexandra Jiménez?
No, pero estuve súper de acuerdo. Cuando la propusieron a ella porque soy muy fan. Era un deseo (no lo quiero convertir en un sueño) pero la verdad es que la idea de trabajar con Alexandra me gustaba. Era difícil encontrar una actriz que fuera comedia. Para mi es una de las mejores cómicas de su generación (si no la mejor) y que también hiciera la comedia con verdad; que tuviera cosas melodramáticas, porque esto es una comedia pero es bastante realista. Creo que somos del mismo tipo de actores; que nos entendemos muy bien y que, crear ahí un vínculo de una pareja de 12 años, es complicado y yo creo que con ella está siendo fácil.
Ambos sois un icóno de la televisión por vuestros conocidísimos personajes, el Luisma de Aída y África de Los Serrano. ¿Crees que eso en algún momento ha perjudicado a tu carrera?
Yo creo que no. Creo que más bien ayuda. Lo que perjudica es estar en tu casa y que no te llame ni perri. Siempre hay daños colaterales; llevo diez años haciendo de el Luisma pues, me voy a morir y voy a ser como Chanquete. Eso está claro. Pero para eso está uno; para seguir haciendo cosas y hacer muchas cosas para que haya gente que vea que Paco León es algo más que el Luisma; o es más cosas, más personajes.
Una de las cosas que me gustó de tus dos películas es que considero que haces cine de autor y que has conseguido que mucha gente que no ve ese tipo de cine vaya a verlo. Creo que ha ayudado el que hayas tenido un personaje tan popular.
Carmen Machi (que es mi maestra y mi hermana mayor) lo decía también sobre el teatro: “nosotros tenemos la responsabilidad y la suerte de que la gente va a vernos”. Que llevamos gente del teatro; de repente dices: contar Thomas Bernhard, que nadie iría a ver una obra suya porque es una cosa súper intelectual y difícil, pero si lo hace Carmen Machi dices: “¡ah! Voy a verla”. Ella se siente muy privilegiada de poder enseñar y contar esos grandes textos de la literatura universal. Y está guay que el público pueda ver otras cosas simplemente porque somos los de la tele.
Has revolucionado en las formas de promoción y distribución de tus películas. ¿Crees que más directores deberían hacer este tipo de cosas para que más gente vaya a las salas?
Normalmente, a los directores se les acaba el trabajo cuando se termina la película o cuando entregan la lata. Yo creo que en este caso, que también soy productor, tienes la responsabilidad no solo de hacer las películas sino que lleguen al público. El hecho artístico se completa cuando la gente lo ve. Porque si tú haces una buena película y no la ve nadie no hay nada. Ese camino de promoción, que a veces da pereza y que parece que está todo hecho, yo creo que no. Yo creo que hay maneras creativas de hacer una promoción y una distribución de una película, y que ahí los productores y distribuidores deberían darle un poco al ingenio para hacer que las películas se vean cuando no es tan fácil. Ahora estamos viviendo un momento bastante bueno de cine español, que se está viendo mucho. Entre otras cosas, yo creo que es porque se está promocionando mucho.
¿Te metes a curiosear qué se dice de ti en las redes sociales y en Internet?
Sí, claro!!! (risas) La verdad es que con el twitter y todo esto es mucho más fácil; te etiquetan y lo suelo ver. No suelo contestar ni interactuar mucho con todos los seguidores por cuestión de tiempo pero sí que estoy bastante pendiente. También tengo la suerte de contar ahí con un club de fans potentísimo que está ahí y me chiva todo; aparece alguien comentando, bueno o malo, en China y yo me entero.
Si ganases un Goya este año…
Estaría guay, ¿eh? Pero está jodido, no te creas que es tan fácil. El año pasado como íbamos de noveles… Pero ahora iríamos de normal, ¿sabes? (risas) A mí el Goya que me hace ilusión y que me gustaría es el de “a toda una carrera”. Este que te dan cuando estás ya a puntito… (risas) Por lo menos que nos nominen que eso te da mucha vidilla.
ALEXANDRA JIMÉNEZ
¿Cómo te ha llegado el proyecto de Embarazados?
Pues fue muy bonito. Estaba un domingo con mi novio en casa y estábamos desayunando y leyendo suplementos. Él estaba leyendo una entrevista de Paco León y al final de la entrevista hablaba de este proyecto y decía que aún no tenían actriz. Me dijo: léete esto. Llamé a mi representante y dije: oye, que por probar… (risas). Y lo hizo. Conseguí un casting, me hicieron la prueba y de repente hoy llego y veo esto y me acuerdo perfectamente de ese domingo y alucino. Es muy fuerte.
¿Cómo han ido los ensayos y cómo está siendo trabajar con Paco León?
Estoy como loca, me muero de ganas de empezar. Los ensayos han sido muy divertidos, creo que hemos enganchado muy bien. Vamos muy de la mano desde el primer momento que hemos empezado con esto. Y esto da una tranquilidad bestial. Se supone que somos una pareja que llevamos 12 años juntos y realmente no hay tiempo para formar todo eso; entonces, o surge algo muy especial desde el principio o es complicado. Y creo que entre nosotros ha surgido.
¿Cómo es esta semejanza entre la realidad que muestra el proyecto y la ficción que vamos a ver?
La semejanza es plena. Cuando empiezas cierta etapa a todos nos rodean casos así. De repente todo se retrasa; y cómo no lo vamos a retrasar, si para empezar los trabajos no te garantizan ninguna estabilidad, ninguna solvencia… No acabas de asentarte, piensas que tienes tiempo para lo demás. Mientras tanto pasa el tiempo y dices ‘socorro’. Somos una generación que nos estamos quedando atrapados, por un lado en esa aceleración que te exige la sociedad de tener que enfrentarte a millones de cosas; y por otro lado, porque ninguna de esas dos millones de cosas es segura. Estamos como atrapados en una especie de etapa eterna y de pronto un día nos damos cuenta de que ya no hay tiempo para más.
¿Crees que puede afectarte el interpretar este papel que puede estar muy cerca de ti como mujer?
Sí, por supuesto. No es que me haga plantearme algo que no me haya planteado ya, porque he tenido casos alrededor de verdaderos problemas que son exactamente esta película. Por supuesto que te lo planteas. Y sobre todo cuando tienes que interpretarlo y contar la historia con todo el corazón que puedas.
¿Cómo puede contarse este drama en tono de comedia?
Todo puede ser comedia. La comedia está en todas partes y todo se puede contar como si fuera una comedia. Y la propia vida; muchas veces tú te puedes tomar una situación como un drama terrible, pero siempre puedes utilizar un prisma que incluso te haga verlo como una comedia. La comedia es el prisma que se establece para verla y, en este caso, para contarla. Pero toda comedia parte de unos conflictos tremendos. Y muchas veces, cuanto más conflictivas sean las situaciones y más sufre el personaje, más gracia te hace. Depende de cómo lo cuentes.
Ha pasado ya mucho tiempo pero el personaje que te dio el salto y por el que te conoce todo el mundo es África de Los Serrano. Yo quiero saber qué piensas o qué sientes cuando vuelves a ver Los Serrano y te ves.
Siempre tengo la misma sensación y es ‘qué suerte tuve’. Porque fue un golpe de suerte. La oportunidad de poder entrar ahí, en una serie que funcionaba tanto, con ese reparto… El poder desarrollar un personaje durante 4 años e ir cogiendo tablas y perder miedos, que nunca los pierdes del todo… Fue una suerte tremenda. Y cuando lo veo o me lo recuerdan, lo sigo pensando. Es que todos los pasos cuentan pero ese contó mucho. Y soy muy consciente.
¿Cuál es tu papel soñado de alguna película que hayas visto y digas: quiero ser ella?
Hay muchas, ¿eh? Pero jo, me hubiese encantado hacer el personaje de Michelle Williams en Blue Valentine; el personaje de Julianne Moore en Lejos del cielo… Hay tantas…
¿Qué sensación tienes antes de empezar a rodar?
Tengo muchas ganas, tengo muchos nervios, tengo muchas dudas… Tengo un cóctel molotov… Como siempre antes de empezar un trabajo, que te la sensación de ‘vale, todo lo que he aprendido ya no me sirve porque no tengo ni idea de cómo se hace’. Es esa sensación cada vez que empiezas algo. Luego te das cuenta de que al final descubres que sí sabías cómo se hace pero la inseguridad no te la quita nadie. Lo típico.
Blanca Ramos (@blancaferra)
Fotografías: Tere García (@chulimostaza)
@ColumnaZeroCine