
“Es muy fácil escribir un libro o pintar un cuadro. Fácil a nivel de ejecución. Basta con un boli y un folio, o un lienzo y un pincel para hacerlo. Pero eso no significa que vaya a ser bueno”.
Como cada año desde 2001, se abre la convocatoria para los premios del Festival de cortos Jameson Notodofilmfest. Las pautas están definidas: se admiten cortos de cualquier género con un mínimo de duración de 30 segundos y un máximo de 3 minutos y medio. Cualquiera puede presentarse y ver los proyectos de la competencia en la página web del Festival. Lo de ganar es más complicado. Cada año, y en aumento, se presentan cientos de aspirantes a obtener alguno de los reconocimientos de este Festival. Técnica, sentido del arte y, sobre todo, talento, son requisitos indispensables para hacer flotar un corto y hacerlo merecedor de uno de los premios.
Este año el Jurado del Festival cuenta con las caras conocidas de Emma Suárez, Montxo Armendariz, Jonás Trueba, Julio de la Rosa y Ernesto Sevilla. También formarán parte de este cuerpo de jueces el fundador del festival, Javier Fesser y Fernando Franco, el director y montador de cine que consiguió dos Goyas con su ópera prima “La Herida” (2013).
En ColumnaZero vamos a estar muy atentos al progreso de esta nueva edición del Notodofilmfest. Hemos podido entrevistar al nuevo presidente del jurado, Fernando Franco, quien va a contar con un papel determinante en esta nueva entrega del festival. El montador y realizador de origen sevillano, nos recibe en la librería de La Fábrica de Madrid para responder a nuestras preguntas.
¿Cómo has recibido la noticia de que vas a presidir el Jurado de Jameson Notodofilmfest?
Ya había colaborado en varias ocasiones con la gente que organiza este festival. Habían contado conmigo para algunos talleres de montaje, reuniones y conferencias con personas que tienen entre manos un proyecto. Este año me llamaron porque pensaron que tenía un perfil interesante para presidir el jurado. Yo, por supuesto, encantado. Sobre todo en un festival como este, cada vez más conocido y que siempre he seguido. Podré disfrutar de todos los trabajos y del talento de los participantes.
Has hecho bastantes cortometrajes, ¿alguna vez te has presentado a un festival con estas características?
No, la verdad es que nunca he concursado en un festival online. No por falta de ganas. Siempre quise hacer un corto para el Notodofilmfest pero al final acababa liado con otras cosas. Este año, como jurado, nos toca incentivar a los concursantes y parece que por fin tendré la oportunidad de hacer uno. ¡Aunque sin competir!
El Notodofilmfest es un concurso con unas delimitaciones muy claras sobre el material que puede presentarse. Recibe cada año cientos de propuestas que pueden verse en Internet. ¿Podría llegar un festival de tanta difusión a conformar una especie de nuevo formato cinematográfico?
Sí. De hecho creo que el festival tiene tanto éxito porque tiene unas bases muy claras, restrictivas a nivel temporal siguiendo el concepto de “mucho cine en poco tiempo”. Esta línea ya marca una línea clara. Es un evento tan masivo que de alguna manera se ha institucionalizado este tipo de cortometraje de mínimo 30 sg y máximo 3 min. y 30 sg. Es el corto PARA el Notodofilmfest.
Hace que cambie la lógica de concurso cambie y la gente piensa en hacer un corto PARA este festival en concreto. No hace un corto que luego pueda presentar a muchos festivales.
Se ha abierto una nueva categoría en el Notodofilmfest para cortos grabados con dispositivos móviles, “Premio Mobile. Tecnologías y Redes”. En uno de tus cortos, Room (2011), y en La Herida (2013) haces hincapié en la tecnología como generadora de nuevas formas de comunicación. ¿Crees que hoy todo el mundo es capaz de hacer cine con una buena historia?
Ni siquiera tiene porqué ser una buena historia. Opino que esta especie de “democratización” de las herramientas y formatos de la tecnología digital le brinda la oportunidad a todo el mundo de hacer algo. Ahora bien, no tiene porqué ser bueno.
Por ejemplo, es muy fácil escribir un libro o pintar un cuadro. Fácil a nivel de ejecución. Basta con un boli y un folio, o un lienzo y un pincel para hacerlo. Pero eso no significa que vaya a ser bueno. Aquí pasa lo mismo. El cine antes tenía un acceso muy restringido. Ahora existe la posibilidad para todos. El móvil te lo permite, pero no te da talento.
Eres profesor en la ECAM y estás en contacto con la nueva generación de profesionales del cine español. ¿Cómo ves los ánimos entre los estudiantes?
Creo que hay mucho talento. El momento que vivimos es muy propicio para dejar volar la imaginación. Se está haciendo de todo, y muy bueno. Hay un panorama muy variopinto. Hay muchísima gente estudiando cine y tengo la suerte de trabajar con la gente aspirante a formar parte de este sector. Lamentablemente, aunque el contexto sea inspirador también pone muchos obstáculos. Al final, o eso creo, el talento debe imponerse a la dificultad…y talento hay de sobra. No hay que rendirse.
¿Crees que la comedia se está transformando en flotador de salvación para la industria del cine español? ¿Poner el foco en un cine mainstream es una “apuesta segura”?
El panorama está muy polarizado. Por un lado están las películas con una apuesta fuerte, que ponen mucho dinero en promoción y en tener buenos resultados de taquilla. Por otro está el cine más precario, más personal. Están conviviendo ambos polos dentro del modelo. Hay que valorar la calidad y talento de lo que se está haciendo.
Dentro de ese cine de menos medios hay cosas de gran nivel que arrasan fuera de nuestro territorio. La pregunta es por qué fuera sí y dentro no.
La comedia no es una apuesta segura. El cine no es matemática ni se puede predecir. Obviamente el dinero ayuda y una buena promoción también… Pero la taquilla es impredecible. Digamos que la taquilla es el salto mortal.
“La Herida” entró directamente a la Sección Oficial del Festival de San Sebastián ¿Cómo llega una película novel a competir en Sección Oficial?
El comité de selección de San Sebastián ve las películas y decide la categoría en la que entrarán a competir. Al ver “La Herida” consideraron que podría competir en esa sección. Opino que desde el Festival se arriesgaron: Opera prima y española. Para nosotros fue una alegría enorme y también nos produjo mucho vértigo. Nuestra zona de confort era la sección de nuevos realizadores. Por suerte no fue nada mal. Además, supuso el gran empujón para la película. Lo agradezco muchísimo.
Aunque el título que tienes diga que eres montador profesional, después del éxito que has tenido como realizador ¿Vas a continuar experimentando con la dirección?
Sigo montando. Desde que hice La Herida he montado un par de películas. Ahora estoy con otra, y también he montado la serie The Refugees (2015) , una co-producción de Bambú con la BBC, que se estrenará en enero seguramente. Montar es mi oficio y aprendo muchísimo del proceso. Me fascina estar tan en contacto con el material y con el director. Montar ha sido mi escuela y es una pasión. Me gusta levantarme, ponerme frente al monitor del ordenador y ponerme con el proyecto, como un oficio.
Dirigir me gusta, pero lo considero algo que puedo hacer más por libre, sin presión “laboral”.
Para cerrar la entrevista nos gustaría conocer los referentes cinematográficos que tiene Fernando Franco. La manera en la que rodaste “La Herida”, el movimiento de la cámara…recuerda bastante al cine de los Dardenne.
Yo en un principio me planteé la película como un documental. Como referente en ese momento tenía el mundo del documental más observacional, el Cinema Verité o el Direct Cinema. Cuando tome la decisión de hacer una ficción, traté de encontrar las variantes del cine ficción que tenían como base esa lógica del documental de la que había partido con mi idea.
El cine de los Dardenne, que me influye muchísimo, es sólo un eslabón de esa cadena. Ellos también se nutren de cine anterior basado en la observación y de inclinación realista. Como dices, hay una influencia directa de su cine, y también de otros realizadores como Lodge Kerrigan director de Keane (2004) de Lodge Kerrigan. De todas formas, siempre hay realizadores que me influyen de una manera más abstracta como Agnès Varda, Chantal Akerman o Bresson.
Al final, el realizador se construye de todo lo que ha ido viendo, leyendo e investigando.
Leire Romera (@LeireRC)
@ColumnaZeroCine