A pesar de que la invención de los lanzamientos desde los once metros se remonta a 1890, la tanda de penaltis no se implantó de manera oficial hasta 80 años después. Sorprendentemente, este sistema con el que muchos torneos o partidos se solucionan tiene apenas unos 50 años de vida. Allá por 1962 un periodista gaditano llamado Rafael Ballester Sierra dio solución a uno de los problemas que más se repetían por aquel entonces; las repeticiones de partidos por empate. Diez años más tarde, este método fue implantado por la FIFA y la UEFA en la mayor parte de torneos.
Verano del año 1962. Como es tradicional en cada pretemporada, se están celebrando los típicos torneos veraniegos. En esta tesitura estaba el Ramón de Carranza, mítico trofeo que se disputa en la ciudad de Cádiz y que albergaba su octava edición. La final de esta competición la estaban disputando el Real Zaragoza y el FC Barcelona, que pasados los 90 minutos reglamentarios no habían conseguido marcar ningún gol. Para intentar dilucidar cuál era el vencedor, se jugó una prórroga. Al final de este tiempo extra, el marcador seguía reflejando un empate a uno, tras sendos goles de Marcelino para el Zaragoza y Re para el Barcelona.
El colegiado del partido, el portugués Joaquín Campos se reunió con jugadores, entrenadores, presidentes de los equipos y dirigentesde la organización para ver qué hacían. Lo frecuente era celebrar otro partido de repetición, sistema que se mantiene en la FA Cup inglesa por ejemplo. Pero un torneo de verano de apenas tres días no se podía alargar más. Fue el momento de Vicente Ballester, entonces dirigente del club cadista, que dio una solución a tan enigmático problema y, casi sin saberlo, “inventó” la manera más popular y menos injusta para poder resolver un empate tras haberse disputado el tiempo reglamentario.
Vicente pensó que realizar lanzamientos de desempate podría ser lo más rápido y una buena solución. El sistema sería lanzar cinco penaltis cada equipo de manera consecutiva y después haría lo mismo el otro conjunto. Zaragoza y Barcelona secundaron la idea de Ballester y el árbitro luso dio su visto bueno a la innovadora propuesta. El equipo maño iniciaría los tiros. Marcó tres. Idéntico número el Barcelona, por lo que habría que reunir otra vez a todo el mundo para ver qué pasaría. Una situación nueva volvía a surgir. ¿Qué se podía hacer si se ha quedado en empate en el desempate? Los allí presentes acordaron lanzar de nuevo otros cinco lanzamientos. Esta vez, el conjunto blaugrana sería el primero que tiraría, anotando los cinco. El Zaragoza falló el primero, por lo que el equipo de la ciudad Condal ganó esa edición del Trofeo Ramón de Carraza y la primera tanda de penaltis de la historia.
Una década después, las diferentes organizaciones que rigen el fútbol como la FIFA y la UEFA dieron su visto bueno al sistema inventado en Cádiz y a partir de entonces se empezó a utilizar en todas las competiciones. Por ejemplo, en 1976 ya se decidió la final de la Eurocopa de Yugoslavia en una tanda de penaltis, momento en el que el delantero checo Antonín Panenka hizo el magistral lanzamiento que recibe su nombre y que se ha convertido en historia de este deporte. Así, de manera tan inusual, se inventó la muerte súbita que tenemos hoy en día en el fútbol y que tan malos ratos nos hace pasar.
Antonio Álvarez Lovillo
@lovillo99