
Buenos, malos y clásicos.
Hollywood nos ha dado las más grandes películas que podamos haber visto en nuestra vida, pero últimamente también ha sido criticado por la poca imaginación de sus productos, comprando historias que han triunfado en mercados más pequeños, apelando a precuelas y secuelas, e incluso utilizar algunas de las películas más éxitosas de todos los tiempos para hacer remakes y asegurarse un éxito o una repercusión moderada, una práctica de la cual Hollywood abusó siempre con la mira puesta en la recaudación.
Una evidencia de esta “pereza” cinematográfica para crear productos nuevos es el estreno de los remakes de clásicos del cine de acción y la ciencia ficción como Godzillay Robocop; y el reciente estreno de la versión norteamericana de Oldboydirigida por Spike Lee. A esto se le suman las decisiones de los últimos años tomadas por los estudios de animación de Pixar y Walt Disney por priorizar las producciones que se basan en las segundas partes o reversiones como Monsters University o Planesen lugar de darle marcha a interesantes proyectos que quedaron guardados en un cajón como Newtde Pixar.
El remake es algo que se viene haciendo desde hace mucho tiempo, prácticamente desde que se inventó el cine. Otra cosa que también puede llegar a sorprender a más de uno, es que muchos de los clásicos de la historia son remakes de películas ya existentes.Como en todo, ha habido buenos y malos remakes, y por ese motivo, vamos a repasar de una forma sencilla algunos de los más olvidables, y por otro lado, de los más respetados por el público junto a los que mejor se han conservado en la historia del cine.
Inspirada en la historia corta escrita por George Langelaan, La Mosca (1986)narra la historia de un científico cuyos experimentos con máquinas teletransportadoras terminan en catástrofe cuando decide probar su invento en él mismo. Una mosca se introduce en la máquina durante el proceso y como resultado, produce que los átomos de ambos seres se fusionen, convirtiendo al científico en una escalofriante criatura. En su momento, el filme original de 1958 tuvo una magnífica recepción y hasta el día de hoy, es considerado uno de los grandes clásicos de horror de todos los tiempos, pero cuando el director canadiense David Cronenberg hizo el remake de 1986, la versión original paso a un segundo plano. La historia le vino como anillo al dedo al director canadiense especializado en los efectos especiales grotescos y el análisis de la mentalidad de los personajes. El mayor logro fue hacer foco en la dolorosa transformación sufrida por el personaje principal (interpretado por un brillante Jeff Goldblum) y mostrar el conflicto psicológico de esperar un hijo con la coprotagonista, el cual podría nacer convertido en un monstruo.
Dráculanes conocido por ser uno de los más grandes clásicos del género de horror y esto no solo se debe a la innumerable cantidad de versiones que se han ido haciendo a lo largo de los años, sino a la majestuosa e inolvidable interpretación del actor Bela Lugosi, el cual inmortalizó el legendario personaje creado por Bram Stoker en 1897. Aunque hoy en día existen toda clase de vampiros cinematográficos, es poco probable que alguno logre igualar la grandeza del sangriento conde. Una de las últimas versiones realizadas en Hollywood en 1992, afortunadamente cayó en las manos de Francis Ford Coppola. Una estupenda adaptación que tuvo la capacidad de humanizar al legendario personaje contando los trágicos orígenes, los cuales explican a la perfección su conflicto con Dios y el inicio de su maldición. Se ha convertido en una de las mejores películas de Coppola, y sin duda, reconocer el gran papel de Gary Oldman encarnando a Drácula. A esto se le suma el perfecto trabajo de maquillaje, vestuario y dirección de arte que le otorgó tres Oscars.
La novela ‘Ringu’, escrita por Koji Suzuki se basaba en la leyenda urbana de un video que mata. En esta novela se basó la versión original de La Llamada de 1998 dirigida por Hideo Nakata. El éxito fue tal, que pronto los ojos de Hollywood estaban planificando una remake. Lejos de basarse en la novela escrita por Koji Suzuki, la versión americana dirigida por Gore Verbinski en el 2002, decidió inspirarse completamente en el filme japonés para mostrar la historia de Rachel, una intrépida reportera que decide investigar el misterio detrás del video que mata a los 7 días. Al igual que la cinta oriental, la protagonista no sólo deberá descifrar los misterios de la lúgubre cinta para salvar su vida, sino para evitar la muerte de su propio hijo, quien vio el video en un descuido de su madre. Aunque muchos aseguran que este remake es incapaz de igualar el miedo experimentado en el filme nipón, su mayor logro fue introducir al público en el mundo del terror oriental y de paso, ser el primero proyecto de una importante ola de remakes de películas de terror japonesas.
Hay una innumerable cantidad de remakes que valen la pena mencionar por su gran calidad. Entre ellas están La cosa (1982) de John Carpenter, El origen del planeta de los simios(2011) de Rupert Wyatt y King Kong (2005) de Peter Jackson. También podemos llegar a sorprendernos con verdaderos clásicos del cine que en realidad son remakes de películas mucho más viejas como por ejemplo Scarface (1983) de Brian De Palma, 12 Monos (1995) de Terry Gilliam y Los Infiltrados (2006) de Martin Scorsese.
Por otro lado, se puede escribir una lista mucho más larga de malos remakes que pasaron al olvido, o incluso peor, de películas que nos quedaron grabadas en nuestra memoria por arruinar de manera catastrófica las versiones originales. Uno de los últimos grandes desastres estrenados en los últimos años es la nueva versión de Karate Kid (2010). Esta pareció ser prácticamente una burla a aquel clásico de los 80, reemplazando a Daniel Larusso por Jaden Smith (el hijo de Will Smith) y el Señor Miyagi por Jackie Chan.
Otro ejemplo tiene que ver con Criminal (2004), la adaptación del éxito argentino Nueve reinas(2000) de Fabián Bielinsky. No es de extrañar que la originalidad de la historia original hiciera que Hollywood quiera hacer su adaptación, pero la verdad es que la tarea de John C. Reilly haciendo de Ricardo Darín y Diego Luna en el rol de Gastón Pauls dejan bastante que desear. Algo parecido pasó con Cuarentena (2008), el remake de la excelente película española de terror [Rec] (2007) que utilizaba como recurso el formato de falso documental y la acción que se desarrollaba en una oscuridad casi absoluta. El remake fue lanzado al año siguiente del estreno de la original, con lo que fue considerada como una copia apresurada que pretendía explotar el éxito de su predecesora.
Párrafo aparte merece la mención de la nueva versión de Psicosis dirigida por Gus Van Sant en 1998. Si bien mucha gente la crítica por ser una remake innecesario de una de las grandes obras maestras de Hitchcock, esta película desafía la clasificación ya que Gus Van Sant se atrevió a hacer una copia fiel, plano a plano de la película original. Está claro que el cambio de los actores, especialmente por la lamentable interpretación de Vince Vaughn como Norman Bates, hace que el film no esté ni cerca de la versión original, pero sin duda es un ejercicio que nunca se había hecho en el mundo del cine y que permite hacer una interesante reflexión sobre lo que son los remakes. En este caso podemos considerarlo más un homenaje que de una versión renovada.
El cine se reinventa constantemente y aunque a veces nos llevemos más decepciones que alegrías, en algunos casos vemos remakes que hacen resurgir nuestro amor por el cine y por esas historia que tanto nos gustaron la primera vez que las vimos.
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Nicolás Raccuia (@nicoracku)
@Columnazerocine
[…] de películas como “El Padrino” (1972, Francis Ford Coppola) o “Casino” (1995, Martin Scorsese), tanto en el tratamiento de los personajes como en la propia trama. Los juegos de traición, la […]