
Facebook Messenger, Instagram y Whasapp, las tres aplicaciones estrella del imperio 2.0 de Mark Zuckerberg han lanzado en los últimos meses herramientas prácticamente idénticas. Todas ellas se basan en el formato ideado por Snapchat, consistente en una serie de contenidos organizados cronológicamente y que se mantienen visibles únicamente durante 24 horas. Esta es la historia de una red social que trata de sobrevivir al acoso de los gigantes.
Sanpchat vio la luz por primera vez en 2011, época en la que Facebook y Twitter eran ya los grandes dominadores de un mercado en el que Tuenti daba sus últimos coletazos. En sus primeras versiones, la aplicación únicamente permitía al usuario enviar a un contacto imágenes o breves vídeos, que desaparecían a los pocos segundos de ser visualizados.
Pese a su aparente sencillez, el éxito de la app en su versión para iOS fue tan arrollador que Snapchat no tardó en estar disponible también para Android. El boom definitivo de la aplicación llegó a finales de 2013, cuando lanzó una utilidad llamada “Mi historia”.
Con esta nueva herramienta, los usuarios podían subir una serie de fotografías o vídeos vinculados de forma cronológica y que estarían disponibles para todos sus contactos durante 24 horas. En pocos meses, ya había más contenido compartido por esta vía que de forma privada entre usuarios individuales.
Ante este nuevo panorama, Facebook, indiscutible emperador del mundo de las redes sociales, decidió dar un paso adelante. La compañía de Mark Zuckerberg, que ya había comprado Instagram y poco después se haría con Whatsapp, realizó una oferta por Snapchat. Sin embargo, los propietarios de la app del fantasma rechazaron la propuesta hasta en dos ocasiones. En palabras de su CEO “una negociación con beneficios a corto plazo no es muy interesante”. Lo cierto es que sus declaraciones sorprendieron bastante, sobre todo si se tiene en cuenta que esos “beneficios a corto plazo” rondaban los 3.000 millones de dólares.
Debido a la negativa de Snapchat y a su tremendo crecimiento, especialmente a principios del verano de 2016, desde Facebook han cambiado radicalmente su estrategia. La primera ofensiva llegó el pasado agosto con el lanzamiento de “Instagram Stories”, que imita punto por punto el método de la funcionalidad estrella de Sanpchat, con publicaciones hiladas que caducan tras 24 horas. Este movimiento cuajó a la perfección desde el primer momento, haciendo que el tráfico de Instagram aumentase de manera proporcional al declive de Snapchat.
Poco después, Facebook trataría de aprovechar sus más de 1.000 millones de usuarios activos en Messenger para estrenar “Messenger Day”, una herramienta basada en la misma idea que venimos comentando. Aunque su éxito no logró igualar al de las “Stories”, lo cierto es que supuso un nuevo golpe para Snapchat, que ha arrancado este 2017 con un sensible hundimiento en lo que a número de visitas se refiere.
Por último, en los últimos días han salido a la luz los “estados” de Whatsapp, con los que los usuarios pueden compartir contenidos en base, de nuevo, a criterios de caducidad diaria. Aunque es pronto para analizar el impacto de esta herramienta, lo cierto es que podría suponer el golpe de gracia definitivo para la Snapchat.
Por el momento, Twitter es la única red social que se ha mantenido ajena al boom de este tipo de contenidos. Los del pajarito azul han añadido en los últimos tiempos la posibilidad de crear “momentos”, una serie de tweets relacionados entre sí que los seguidores pueden ver como un conjunto. Aunque visualmente es algo similar a lo que venimos comentando, hasta la fecha los “momentos” no desaparecen del perfil del usuario que los crea, sino que permanecen en él para poder ser vistos en cualquier ocasión, al igual que el resto de contenidos que se publican.
Visto lo visto, no cabe duda de que Snapchat ha revolucionado de manera radical el mundo de las redes sociales, aunque puede que su innovadora idea no sea suficiente para sobrevivir ante los depredadores del sector. Lo que ocurra a lo largo del mes de marzo, en el que la compañía saldrá a bolsa, será determinante para vaticinar su futuro a corto plazo.
Miguel Sanz
@columnazero