
¿Dónde debo inscribirme? El Club de la Hamburguesa es uno de los locales de referencia en Barcelona para deleitarse con una hamburguesa de calidad acompañada de unos magníficos cócteles. Un lugar de peregrinación para los foodies del género.
«Son las mejores hamburguesas de toda Barcelona». A lo largo de la semana, mi amigo Iván me repitió esta frase tres o cuatro veces. La última, minutos antes de que mi AVE llegara a la estación de Sants. Las expectativas estaban por las nubes. No en vano, ya habíamos seleccionado en nuestra «Guía atípica de Barcelona: El Raval« a El Club de la Hamburguesa (Valdonzella, 3) como uno de los locales gastronómicos más destacados del conocido barrio barcelonés. Pero… ¿merecía realmente estos elogios? La respuesta, rotunda, es: sí.
El Club de la Hamburguesa aúna los dos atributos por excelencia que convierten a un local en un must: comida de calidad y precios asequibles. Lo primero es indispensable; lo segundo es el complemento perfecto. En este restaurante, los precios de las hamburguesas van desde los 4,90€ de la Classic hasta los 8,50€ de El Club y La Doble (a cambio de 300 majestuosos gramos de carne), los entrantes y ensaladas suponen de media poco más de 5 euros y los cócteles no superan los 5,50€. Desde luego, el precio no es una preocupación. Pero si aún tenías alguna, en cuanto pruebas el primer bocado de tu hamburguesa te evades y das cuenta del buen hacer en aquello en lo que se han especializado. El Club de la Hamburguesa es uno de esos sitios de obligada visita.
Para ir abriendo boca pedimos un par de mojitos con los que acompañar los entrantes, que resulta la mejor opción para las calurosas noches de verano de Barcelona. En cuanto a los entrantes, no cabe ninguna duda de que son especialistas en salsas. La de mostaza y miel que acompaña a los fingers de pollo dista mucho de otras salsas Honey Mustard que habíamos probado en otros restaurantes, no solo por el sabor sino por su textura. Pero la revelación de la noche fue el plato de alitas de pollo con salsa barbacoa y salsa Spicy Gelly. Hemos de reconocer que no somos grandes fans de las alitas, pero la recomendación de la camarera pesó más que nuestro gusto personal. Menos mal. Confesamos que acabamos chupándonos los dedos y deseando que la salsa Spicy Gelly no se acabara. Para terminar con los entrantes, dimos buena cuenta de unos recomendables nachos con guacamole y cheddar.
Y llegó la hora de la verdad. Una hamburguesa Donatello (200 gramos de carne aderezados de queso Brie, cebolla caramelizada y mermelada de tomate) y una Lozada (otros 200 gramos de carne de vacuno acompañados de queso Cheddar, bacon, lechuga, tomate, cebolla y salsa barbacoa), ambas dos recomendaciones ColumnaZero junto a la Japonesa ( 200 gramos de carne, aguacate, tomates, lechuga, mayonesa de Wasabi y queso). Pan de calidad, carne deliciosa y aderezos que conjugaban a la perfección; la definición de una hamburguesa premium.
Entre el calor de la noche barcelonesa y los gramos de carne ingeridos, los mojitos no dieron más de sí. Además, la hora del postre se aproximaba y exigía un cambio de registro en la bebida. Nos decantamos por el Bloullob (más allá de connotaciones, es un estupendo zumo de melón y piña con un toque de ron). En cuanto se aproximó la camarera a atendernos le pedí si nos hacía un par de Bloullobs. Ella con sonrisa pícara nos sonrió y preguntó: «El cóctel, ¿no?». En una ciudad plagada de turistas evidentemente no era la primera vez que le hacían la broma (fácil). My bad.
Tras los últimos mordiscos a las hamburguesas y los primeros sorbos a los Bloullobs, cerramos la cena con pastel de queso y arándanos. La guinda.
En definitiva, si hiciéramos una guía actualizada de la ciudad Condal -más allá de El Raval-, la inclusión de El Club de la Hamburguesa sería inevitable. En pleno centro de la ciudad, este local abierto hace tan solo tres años es un punto de referencia. Además, en el propio restaurante, de decoración ecléctica, hay un acceso directo al local contiguo, perteneciente a los mismos dueños: Mucci’s. Un restaurante especializado en pizza y empanadillas argentinas con otros locales presentes en Gràcia y Plaza Catalunya. La verdad es que los platos tenían muy buena pinta pero eso… eso da para otra visita a Barcelona.
Equipo ColumnaZero
@columnazero