¿DEBERÍAN LO VAMPIROS DE THE CW DECIR ADIÓS?

Con la bajada de audiencia de los vampiros en The CW y su cambio de día de emisión, son muchas las voces que apuntan a que The Vampire Diaries y The Originals no deben continuar. Aun así, la relevancia en redes de estas ficciones parece importante. ¿Hay que echar el cierre?

Fue en 2009 cuando, aprovechando el tirón vampírico que había despertado en la gran pantalla la saga “Crepúsculo”, la cadena norteamericana The CW daba la bienvenida a los habitantes de Mystic Falls.

Durante años, The Vampire Diaries ha sido el rey del “mambo” televisivo ya no solo por los datos de audiencias, que no eran malos para la cadena en la que se encontraban, sino también por la química de sus dos actores protagonistas, Ian Somerhalder y Nina Dobrev, pareja que, además, se llevaba cada premio a los que se les nominaba, aunque estos fueran otorgados por los adolescentes y no tanto por la crítica.

Capítulo tras capítulo parecía que la serie se asentaba en la parrilla y muchos espectadores acudían a su cita los jueves ante la pantalla. Con la llegada de la familia de originales a la trama principal, parecía que los escritores vieron un filón en esto de los vampiros y los mandaron a Nueva Orleans, un destino que parecía ofrecer algo diferente, al menos al principio.

En tan solo unos meses The CW ya tenía a la serie madre y su spin off en noches separadas, una decisión de parrillas que sorprendía a muchos pues esperaban, al menos, que uno y otro, uniendo así tramas, estuvieran juntos. Como telonero, sobre todo a partir de la segunda temporada, The Originals no terminaba de funcionar y ‘TVD’ en su tradicional ubicación iba sin frenos y cuesta abajo.

A nadie sorprendió que ambas series, ahora sí, terminaran en la noche que se conoce popularmente en las redes como la noche de las despedidas, la del adiós: los viernes. De hecho, un gran número de seguidores, más de los vampiros de Mystic Falls, pedían y piden el final digno antes de seguir sufriendo. Es por eso que hemos pensado en ColumnaZero en la posibilidad de que The CW de, o no, mejor vida a esta historia que se basa en los libros de L.J.Smith, aunque ya de eso tiene poco.

El punto máximo de ambas series: el interés por los Mikaelson

Aunque es cierto que, en cuanto a trama, la primera temporada de la serie inicial de Julie Plec y Kevin Williamson iba algo lenta y se enredaba demasiado en explicar el contexto del triángulo amoroso entre los hermanos Salvatore y Elena Gilbert, supo mejorar con el paso del tiempo llegando a presentar en su segunda tanda, prácticamente al final, un personaje fundamental: Klaus.

Con un Joseph Morgan a la cabeza, llegaba a la serie un malo a la altura de la historia que hacía temblar a todo Mystic Falls. Tras él llegaron el resto de sus hermanos llegando, por momentos, a robarle todo el protagonismo a los personajes que daban vida Somerhalder y Wesley.

Algo que, además, no pasaría desapercibido para nadie y conseguirían ganarse su propio espacio, esta vez en Nueva Orleans. Una historia alejada del misticismo de este pueblo de Virginia que ahora se centraba más en la brujería propiamente dicha y en la lucha entre facciones, los vampiros y hombres lobos.

El punto de inflexión: la separación

Eso de separar las fuerzas para vencer parecía aplicarse a las dos series. En el caso de TVD, quizás la serie que más sufrió el descenso, el no contar con los carismáticos Mikaelson hacía que sus personajes perdieran fuerza. Por el contrario, en The Originals, no era suficiente contar con los vampiros que habían llamada lo atención en su serie madre, pues ya no tenían alrededor personajes con los que enfrentarse al mismo nivel, tenían unos secundarios ciertamente desdibujados.

Unos datos que, además, parecían agravarse con la despedida de grandes titanes de las dos historias, como fue el caso de Dobrev de la historia de los Salvatore. En esta ocasión, fue casi de agradecer para el espectador que se diera un descanso a Elena, un personaje ciertamente cansino y poco fresco, pero supuso perder a uno de sus pilares. Algo similar pasó con Claire Holt y su interpretación en Nueva Orleans, donde su personaje pasa de principal a secundario sin que los fans se pudieran dar cuenta.

Las tramas parecían, en este ciclo descendiente, no ser igual de potentes como sí lo parecían antes. Mientras que en Mystic Falls perdían la cabeza matando, llevándose por delante incluso a personajes tan destacados como el del propio Somerhalder y Graham, y reviviendo sin control, en Nueva Orleans daba la sensación que la historia de amor que le habían creado a Klaus no conquistaba como sí lo hacía con Caroline en su serie inicial. Todo este sin sentido terminó moviéndoles al viernes donde no acaban de estabilizarse, marcando datos que en otra temporada y otro día hubiera ya significado su cancelación.

Una posible solución: ¿la reunificación?

Así que con todos estos precedentes, antes de despedir a estas historias, aunque vistas sus tramas en ocasiones no faltan ganas, podría haber una solución menos drástica que ahorraría disgustos: volver a unificar fuerzas. Porque sí, no nos engañemos, al final una es el spin off de la otra y lo mejor era ver cómo se relacionaban los personajes, y como luchaban porque Klaus se relajaran.

Para TVD, pese a que la trama de Rayna Cruz, la cazadora, lo ha revitalizado todo, sigue buscando esa chispa que sí existía con los Mikaelson y estos, a su vez, se han desdibujado demasiado entre la lucha constante en Nueva Orleans por el liderazgo.

Si fuéramos directivos televisivos y solo nos tuviéramos que basar en los datos, la solución sería clara: decir adiós a las dos historias de los vampiros ahora que pueden, dándoles un final digna. Pero, como no lo somos, y daría mucha pena despedirse de los dos, lo mejor sería una segunda oportunidad, eso sí, juntando las dos historias en un único escenario, como estaban antes y como, en ocasiones, nos llevaba a pensar que así tenía que haber continuado.

Mary Pastor

@columnazero