Danza, inspiraciones de ambos lados del océano, debuts…la cuarta jornada de la pasarela madrileña logró ser uno de los más completo de la semana.
La mañana comenzó con el desfile doble de Rabaneda y Ulises Mérida. El primer show del diseñador Daniel Rabaneda estuvo acompañado con una música urbana que invitaba a los asistentes a conectar con la moda mediante un ritmo pegadizo. Para su colección, utilizó el gris combinado con colores vivos como el azul, naranja o rojo. Vestidos y faldas fueron las prendas que más se vieron en la pasarela. El conjunto de colores nos llevaban mentalmente hacia el verano, pero el material mayormente utilizado fue lana de Merino. Una combinación…ganadora. En su debut en la gran pasarela de Madrid, Ulises Mérida se dejó seducir por Oriente mediante guiños a esta cultura con trajes y vestidos de seda y algodón. El rojo y el morado predominaron en los looks. Los detalles como los lazos y nudos que adornaban las prendas parecían realizados mediante la técnica origami, aunque en realidad la utilizada fue la Kinbaku-bi.
Y llegó Juan Duyos y el Ballet Nacional de España para crear el mejor desfile de la jornada. Su colección Siete Islas (nos referimos a las Islas Canarias) nos mostraron los tres elementos más característicos de la Tierra: agua, tierra y fuego. ¿Cómo? Con vestidos vaporosos de los colores de estos elementos que vestían las bailarinas mientras danzaban con música de Björk al fondo.
Un juego de volúmenes que recuerdan a las olas del mar con un fondo de burbujas en la pasarela para meternos más en ambiente. Así presentó Amaya Arzuaga sus prendas para el próximo verano. La piel formaba prendas bicolor en minivestidos y cropped tops. Rojo y blanco, azul y negro… un gusto para los ojos de los asistentes.
Juan Vidal, ganador dos años consecutivos del premio a la mejor colección de la pasarela madrileña, vuelve por cuarta vez a dejarnos embobados con su colección. Inspirada en la mítica chaqueta ‘Strawberry Fields jacket’ de Paul McCartney, “A girl named Alex” nos introdujo en un mundo de estampados frutales y colores cítricos. Rayas y lunares también estuvieron presentes en casi todas las prendas. Nuestra prenda favorita y a la que le damos nuestro particular premio como “MBFWM must have” es el minivestido oversize blanco con estampados grises de fresas decorado en el escote con una cadena.
Sin Hoss Intropia, Miguel Palacio nos vuelve a mostrar su verdadera esencia. Clásico con gusto, colores neutros como blanco negro y azul marino, líneas rectas, sencillez y elegancia. Poco más se puede decir de esta exquisita colección, donde podemos ver más de un posible conjunto de alfombra roja. El detalle, la pasamanería en hombros de algunos conjuntos.
Si mencionamos a Fangoria, no nos puede dejar de venir a la mente un diseñador: David Delfín. “El tiempo de los monstruos” es una colección que nos muestra a unas modelos con orejas azules (sí, de locos, o más bien de monstruos) y con prendas con patchwork, brillos y estampados indescriptibles. Original es poco con el diseñador al mando del taller. Un último desfile que evoca verano y sol.
María Lestón Rodríguez
@marialestonrodr
