CRÍTICA CINE Y ENTREVISTA AL DIRECTOR: 9 MESES…¡DE CONDENA!

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Un artículo de Elisa Naharro para ColumnaZero Cine.
Un artículo de Elisa Naharro para ColumnaZero Cine.

“En la vida las personas nos contamos las cosas porque eso ayuda a vivir, pero si a ti te dicen “tú eres la ley”, en cierto modo te están obligando a engañarte a ti mismo. Te fuerzan a hacer un personaje que quizás moralmente no seas.”Albert Dupontel

Un canto a la negación, a la ironía, al humor y a la inevitable evolución de los sentimientos más primarios, eso es 9 meses…¡de condena! Una película que no es una comedia, ni tampoco es un drama, es una comedia dramática. Así la define el mismo director y coprotagonista del largometraje, Albert Dupontel, quien ha participado como actor en películas como Una visita inoportuna (2010) de Bertrand Blier, o Le Grand Soir (2012) de Benoit Delépine y Gustave de Kevern, y como actor y director al mismo tiempo en Le Vilain o Bernie.

La película comienza tratando de introducir al espectador en los vericuetos de una personalidad insólita e introvertida. Ariane Felder (Sandrine Kiberlain) es una jueza que siente una verdadera aversión al trato humano, y que pasa las horas encerrada en su despacho entre documentos y sentencias. El pánico que siente hacia caer en las tentaciones y errores mundanos, le lleva, inexorablemente, a cometerlos, y a asumir - tras un intenso proceso de negación- sus consecuencias. En una Nochevieja inesperada y –posteriormente para ella- catastrófica, tras beber por primera vez en exceso y tras encontrarse bajo los turbios efectos del alcohol, llevará a cabo una acción que le acompañará durante 9 meses.

Paralelamente encontramos a un personaje que cruzará por la vida de la estricta juez, y que no pasará inadvertido. Bob Nolan (Albert Dupontel), un hombre marcado por la delincuencia desde muy temprana edad y conocido por sus numerosos casos de presunto asesinato, será el principal foco de preocupaciones de la jueza, quien asumirá a lo largo de la película el dolor de una sospecha que se resiste a admitir.

La evolución de la relación entre los dos personajes es el fiel reflejo de que hasta el más fuerte y firme sentimiento puede variar en cuestión de tiempo. En esta evolución, encontramos emociones peligrosas como la desesperanza o el abatimiento por parte de la jueza, quien en su proceso de negación neurótica, llega a sentir odio por Bob Nolan, y, durante buena parte de la película, se siente petulantemente segura del fundamento de su desdén.

Qué sorpresa cuando la evolución de la relación entre ambos, hace que el espectador se posicione, en cierto modo, de parte del presunto asesino y sienta que hay algo desproporcionado e injusto en el desprecio de ella. Pero como todo lo que sube vuelve a bajar, este desdén desproporcionado no dura demasiado tiempo, y la juez comenzará a experimentar emociones diferentes respecto al curioso tipo.

Entrevista al Director y protagonista de la película, Albert Dupontel.

Elisa Naharro. La ironía y el humor están siempre muy presentes en sus películas, ¿le gustaría o tiene en mente dirigir, en un futuro, algún largometraje de otro género distinto a la comedia?

Albert Dupontel. Pienso que la ironía y el humor son formas muy elegantes para compartir las emociones. Creo que hago más dramas divertidos que comedias, ya que en mis películas las lágrimas nunca están muy lejos, y hay mucha gente que no las encuentra divertidas. Precisamente me han propuesto hacer una película importante, siempre he rechazado este tipo de cosas, pero el libro en el que está basada es magnífico, muy negro, y me llama mucho, pero todavía no he dicho que sí, porque es un presupuesto muy grande el que tiene, y no me gustan las películas con grandes presupuestos.

EN. ¿Cuál es la principal diferencia entre ser el mero director de una película y ser director y protagonista al mismo tiempo?

AD. El hecho de que fuera actor fue un accidente, entré en un plató sin pensármelo mucho, sin reflexionar, porque reflexionar es lo que más me cansa. Y cuando ejerzo de director tengo que pensar mucho, con lo cual es más sencillo hacer de actor. Hacer de actor es un regalo que me hace la profesión, pero como estoy envejeciendo y tengo menos tiempo, ya casi no trabajo como actor en películas que no son mías. Por tanto, la principal diferencia entre ser actor, y ser actor y director de tu propia película, es que la responsabilidad no es la misma. Cuando se trata de mis películas, tengo una responsabilidad enorme, aunque se hagan con presupuestos pequeños. Cuando soy actor, sin embargo, tengo una especie de “autorización de irresponsabilidad”, yo sólo tengo que ser el personaje que me han pedido, aunque a veces dar vida a ese personaje sea difícil, como en la película Irreversible (2002).

CRÍTICA CINE Y ENTREVISTA ALBERT DUPONTEL: 9 MESES…¡DE CONDENA!

EN. En relación a su última película, 9 meses…¡de condena!, vemos cómo Ariane, que es una juez de moral muy estricta, resulta ser una persona absolutamente normal que comete errores. ¿Por qué ha decidido escoger la profesión de juez y no otra para dar vida a este personaje?

AD. Para realizar la película me basé en un documental sobre la justicia. Me parece muy interesante que nos demos cuenta de que personas muy evolucionadas intelectualmente, están en plena negación de sí mismos. La protagonista, niega sus emociones de mujer, y se considera superior a ellas. Esta película es una película sobre la negación, que en la protagonista llega hasta el punto de negar el propio embarazo. Para mí la escena más terrible de la película es cuando la jueza hace un autojuicio y trata de saltar de la mesa para abortar.

EN. ¿Cree que hay paralelismos entre la labor de los jueces en la vida real y la labor que aparece reflejada en la película?

AD. Creo que la función de los jueces puede dar lugar a un cierto tipo de esquizofrenia. En la vida las personas nos contamos las cosas porque eso ayuda a vivir, pero si a ti te dicen “tú eres la ley”, en cierto modo te están obligando a engañarte a ti mismo. Te fuerzan a hacer un personaje que quizás moralmente no seas.

EN. No cabe duda de que, como en muchos otros ámbitos, el cine está atravesando una profunda crisis, ¿Cuál cree que es el principal problema de este sector? ¿Cree que sería necesaria una renovación?

AD. Realmente la mayor renovación posible ya existe, y es la tecnología digital. Estoy seguro de que dentro de no mucho las películas se grabarán con cámaras pequeñas. El problema es que cada vez hay menos dinero para hacer cine, pero la buena noticia es que cada vez cuesta menos. Eso es realmente una buena noticia. Y sí, el cine tiene que evolucionar… las generaciones jóvenes futuras cogerán una cámara y crearán historias, la forma importa poco, lo que importa es el contenido. Y con las herramientas de las que se dispone, se pueden hacer cosas realmente hermosas.

EN. ¿Cuál es el mensaje que pretende transmitir Albert Dupontel al espectador con “9 meses…¡de condena!”?

AD. Lo que el espectador quiera, eso es asunto vuestro. Yo propongo y el espectador dispone, sino, no llegaríamos a ningún sitio. Es la libertad intelectual del que ve la película.

9 meses…¡de condena!, es en definitiva, un film diferente, repleto de puntos de surrealismo, en el que predominan los planos picados y contrapicados, que le aportan un aire diferente y cómico. Albert Dupontel, toca en esta ocasión, temas muy profundos, emocionales y psicológicos a través de la forma más cautivadora de contar las cosas, con sentido del humor.

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Elisa Naharro Valle

@EliNaharro

@Columnazerocine

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