…y soy feliz. Reivindicación femenina a la italiana.
“Rompe con los convencionalismos que llevan a la protagonista a los brazos de un hombre”.
Una vez más, el cine está dispuesto a hacernos preguntas y no darnos ninguna respuesta. Viajo sola (2013) plantea la historia de Irene (Margherita Buy), una mujer entrada en la cuarentena que vive por y para su trabajo. No tiene hijos, ni marido, pero sí una independencia económica que le permite hacer y deshacer cuánto quiera en su vida sin remitir explicaciones.
Una vez más, el cine nos vende el patrón social a seguir en nuestras vidas. Las películas Disney nos enseñan desde pequeñas que tenemos que encontrar a nuestro príncipe azul, casarnos y limpiarle la casa. Las comedias románticas muestran el perfil de la relación y el hombre ideal que debemos buscar para ser felices; bien es cierto que estas últimas han evolucionado hacia el término “amigos con derecho a roce”, aunque al final todos ellos acaben casados y olvidándose de lo libertinos que eran al inicio de la historia.
Una vez más, el cine de Maria Sole Tognazzi habla desde una perspectiva feminista y reivindicativa. Passato Prossimo (2002) y El hombre que ama (2008), abren paso a Viajo sola, una películaque analiza desde un punto de vista crítico las ventajas y desventajas de una vida independiente. Situado entre la comedia y el drama, este film termina de sentar las bases de la carrera de esta directora italiana y regala el premio David di Donatello a Margherita Buy.
Una vez más, el cine pone en cuestión el papel de la mujer. La protagonista de Viajo sola no es del todo feliz con su trabajo como inspectora de hoteles y echa en falta haber formado una familia. Por el contrario, su hermana, casada y con dos niñas, es infeliz en la rutina de su matrimonio y envidia la independencia de la mayor. El film pone la sílaba tónica en un elaborado guión y en una cuidada fotografía que nos muestra los increíbles lugares que visita la protagonista.
Una vez más, el cine nos hace testigos del inconformismo del ser humano en la ansiada búsqueda de la felicidad. El film nos muestra como la mujer del XXI aún tiene que pararse a pensar qué quiere en su vida: familia e hijos, o trabajo e independencia. Y yo me pregunto, ¿no podemos tenerlo todo? ¿Por qué los hombres no se ven en la encrucijada de tener que elegir entre familia o trabajo?
Una vez más, el cine saca conclusiones al respecto. La película de la directora italiana quiere hacernos partícipes de la evolución de la protagonista desde un primer momento. A nivel de trama, la película no realiza grandes giros en la historia; Irene se da cuenta de que quizás haya sido un error dedicar su vida al trabajo. Sin embargo, lo asume y lejos de entrometerse en la nueva relación de su ex pareja, aprende a ser feliz con la decisión de vivir soltera disfrutando de su profesión.
Una vez más, el cine dialoga con el espectador para decirle que no siempre hay que actuar conforme a las reglas de la sociedad. La protagonista de Viajo sola es un ejemplo de ello y demuestra, tanto a la crítica como a los espectadores, que una vida plena es aquella que es considerada plena por la persona que decide vivirla. El film de Maria Sole Tognazzi pretende generar una reacción en las mujeres que vayan a verla. Rompe con los clásicos convencionalismos que llevan a la protagonista a los brazos de un hombre. No es una película común con un final de cuento. Es una película real que muestra bajo la interpretación sobresaliente de Margherita Buy el derecho a decidir y ser felices de las mujeres.
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Irene Sierra
@siergarcia