Tan atractiva que desprende identidad propia, pero a mucha distancia de clásicos como James Bond o Misión Imposible.
El director británico Guy Ritchie logra salvar la debilidad del guión con unas seductoras escenas. La adaptación al cine de la serie de televisión “The Man from U.N.C.L.E” es visualmente adictiva, pero se desinfla en su trama hasta el punto de hacer sombra a la identidad que desprende técnicamente.
El que fuera director de “Snatch. Cerdos y diamantes” o de una de las últimas entregas de “Sherlock Holmes” rescata a dos de los espías más famosos de la televisión. Henry Cavill y Armie Hammer son quienes dan vida a los protagonistas, un espía estadounidense, y otro ruso, que deben trabajar juntos durante la Guerra Fría para la agencia secreta U.N.C.L.E (Comando de Red Unida para la Ley y la Ejecución) y lograr frenar a una resabida organización criminal con regusto nazi.
Quizás con menos carisma, y alguna que otra limitación interpretativa, que sus antecesores protagonistas sesenteros, es verdad que los nuevos espías manejan mejor percha. Tanto como el personaje de Alicia Vikander, Gaby, llave de todo este juego, que muestra estilo y aplomo por doquier.
La película está bien engranada y funciona, haciendo las delicias de los amantes del género. Secuencias emocionantes, alguna escena digna de admirar y que podrá fácilmente convertirse en clásicos de este proyecto si llega a consolidarse como saga, y algún que otro giño simpático entre tanta dosis hollywoodiense. A destacar la fotografía y banda sonora.
Aunque hueca por dentro, tiene todos los ingredientes de un buen blockbuster de verano.
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Equipo ColumnaZero
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