
Atrapado por el sistema.
Próximamente llegará a las pantallas Viral (29 de noviembre de 2013), la ópera prima de Lucas Figueroa -para los menos cinéfilos, director de cine español galardonado con el Premio Guinness por ser el director que más premios ha recibido por un cortometraje, el recomendable Porque hay cosas que nunca se olvidan.- y después de esto, con más motivo.
El film, protagonizado por un enorme Juan Blanco, acompañado de un elenco actoral de la talla de Aura Garrido, Pedro Casablanc o Pablo Rivero; narra la historia de Raúl, un joven que es elegido para protagonizar un concurso denominado El friki de la FNAC. El concurso consiste en vivir una semana en el edificio de la FNAC comunicándose al exterior únicamente a través de Internet y las Redes Sociales –aquí ya podemos observar los precedentes sociales que se plantean-.
La película se abre con originalidad y frescura, denotando la mano del autor que ya era sesgada en el cortometraje mencionado, a la hora de realizar unos planos muy llamativos y composiciones de montajes dinámicas y originales; apoyadas a su vez por un gran trabajo de sonido. Así como las transiciones, que protagonizan una parte importante de la película en lo que al aspecto visual se refiere.
Detrás de una reconocida, a la par que demasiado explotada, estrategia publicitaria; la película hace una crítica en clave de un suspense algo sutil sobre la dependencia vital y el papel que tiene en la sociedad el concepto Internet y Redes Sociales. Una relación interpersonal que cada día se expande más a través de los medios digitales y decae en lo que refiere al aspecto humano, al trato personal. ¿Qué pasaría sí la sociedad algún día se quedara encerrada en un recinto así?. Un recinto llamado sistema, un sistema digital que controla a las personas y que sin ese sistema de comunicación, las personas carecieran de habla. Un entorno donde existan muchas formas de comunicarse con un “exterior” llamado receptor, a través de blogs, webs, webcams, streaming, Whatsapp y otros formatos que proliferarán en los próximos años; desnivelando la báscula entre las relaciones personales y las relaciones digitales. ¿Cuántas horas pasamos al día conectados al Whatsapp?. ¿Cuántas horas pasamos hablando con alguien, tranquilamente, sentado en una terraza?. Un tú a tú de toda la vida. En muchos casos, es una cuestión temporal la que justifica el empleo abusivo de la comunicación “digital”, pero en otros, se llegan a situaciones absurdas de enviar un Whatsapp a la persona que tenemos al lado con tal de no levantarnos del sitio. En conclusión, el problema del desarrollo tecnológico es que cuanto más piensan y desarrollan los ingenieros de comunicaciones, más se idiotiza al ser humano, y más poder gana el sistema de comunicaciones que nos engloba.
Esta es una forma de ver Viral, como puede serlo otra también, sentándose a disfrutar de un entretenido thriller de noventa minutos que te hará pasar un buen rato, dejándote con algún susto por el camino, y quedándote con un buen gusto de boca por una gran mezcla de fotografía, música (uno de los temas principales de la película es de Auryn) y efectos especiales que te acompañarán durante todo el film.
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David López Fernández
@DavidLF_cinema
@Columnazerocine