Naturalidad y frescura adolescente en estado puro.
Cuando se plantea una comedia adolescente se puede caer en el error de llenarla de clichés y situaciones facilonas o muy manidas. Al público se le hace pasar un rato agradable y cuando sale de la sala del cine, no vuelve a pensar en la película que acaba de ver. No es el caso de The kings of summer. Lejos de ser una película más sobre la realidad adolescente, aborda los temas con naturalidad, sin tapujos, y sobre todo, con un realismo absoluto.
La cinta independiente es el debut en el celuloide del director Jordan Vogt-Roberts, que acierta de lleno con este largometraje, estrenado el pasado año en el Sundance Film Festival. La comedia retrata la realidad de tres jóvenes que hartos del control y la sobreprotección paterna, deciden escapar y construirse una cabaña en el bosque, lejos de todo y bajo sus propias reglas. Joe (Nick Robinson) es el cabecilla, el que convence a su amigo Patrick (Gabriel Basso) para emprender la que será una aventura inolvidable para ellos. Se les unirá un excéntrico Biaggio (Moises Arias), al que nadie invita pero siempre está ahí, hasta que la amistad hace el resto. Es un argumento que hemos vivido todos. La adolescencia es sentirse adulto, es querer crecer antes de tiempo, creerse maduro, creer en la amistad por encima de todas las cosas e idealizarla al igual que al amor. Kelly (Erin Moriarty) es la chica de turno, pero se deshace de ser una excusa para un romance adolescente insulso y logran reflejar una historia y un conflicto, de nuevo, realista. Las relaciones son sinceras.
Sorprende sobremanera la interpretación del protagonista. Robinson hace que nos sintamos parte de él hasta conseguir que viajemos a aquellos convulsos años en los que todos deseamos escaparnos de casa y correr libres. Sus compañeros están a la altura y es que se agradece que los protagonistas adolescentes estén interpretados por jóvenes y no por actores con 10 años más de los que tienen los personajes que interpretan. Nick Offerman, Megan Mullally y Marc Evan Jackson encarnan a los padres de los chicos de una manera encantadora aportando sarcasmo y mucho humor.
Lo que más destaca del film es su exquisita fotografía. Con un gran manejo de la iluminación y los planos, nos meten en la historia sin que nos demos cuenta. La mayoría de la película se desarrolla en exteriores, algo que saben aprovechar. El guion del principiante Chris Galleta también sobresale y nos plantea una historia clara con introducción, nudo y desenlace dentro del torrente que supone ser adolescente. Nos brinda momentos desternillantes como el de la caza de la zarigüeya entre Joe y Biaggio. Y otros más íntimos, siendo el trance introspectivo de Joe, quizás, el momento más importante de la película, donde logramos ver un paso adelante en el personaje, rozando esa madurez que tanto anhela.
Chispeante y espontánea, Kings of summer es un film que irradia simpatía. Aunque a veces se echa de menos un poco de mayor profundidad, la película se aleja de dramas y sobreactuaciones para centrarse en una historia divertida. Cumple las expectativas, todos querremos volver a ser adolescentes.
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Víctor Mopez (@vimopez)
@Columnazerocine
Me encantan todos tus críticas!!!
Vas a conseguir que vea todas las películas que comentas!!!!!
Si alguna vez escribo un libro te pediré que lo leas, creo que tu crítica sería el mejor pasaporte para que los lectores tuviesen claro a qué se enfrentan.
Como siempre, claro, conciso y al grano. Muy bueno!Y efectivamente la adolescencia es sentirse adulto sin serlo.
Enhorabuena una vez más!
Mavi
Me gusta tu crítica de la película, muy acertada, pero…. este tema ya está muy manido, aunque quizá se deba a que ya soy muy mayor para sentirla como algo interesante, no obstante sigo diciendo que, la próxima vez que vaya a ver otra como esta, leeré tu crítica antes para decidir.