CRÍTICA CINE: INDEPENDENCE DAY, CONTRAATAQUE

Una crítica de Alfredo Paniagua para ColumnaZero Cine.
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Una crítica de Alfredo Paniagua para ColumnaZero Cine.
Una crítica de Alfredo Paniagua para ColumnaZero Cine.

Apabullante, impresionante, facilona y, en ocasiones, tan hueca como locamente entretenida.

Este verano, igual que todos, van llegando uno por uno esos blockbuster que para menor riesgo y mayor rendimiento económico suelen ser secuelas de sus exitosas matrices. La continuación de Independence Day (1996) se ha hecho esperar mucho tiempo, los actores que repiten papel en Independence Day: Contraataque (2016) aparecen canosos pero con buena forma, indudablemente están listos para repeler un nuevo ataque alienígena; incluso el Dr. Brackish Okum sale de su coma al serle advertida la presencia de los despiadados extraterrestres.

La secuela autoconcluyente que ha realizado Roland Emmerich también se rodea de nuevos rostros salidos de los últimos filmes destinados al consumo adolescente, como la saga de Los Juegos del Hambre, donde encontramos al prometedor Liam Hemsworth. Otras nuevas caras que se unen a un reparto coral y ávido por pronunciar los mejores oneliners del guión son Maika Monroe -la protagonista de It Follows (2014)-, la estrella oriental Angelababy y la veterana Charlotte Gainsbourg. La gran cantidad de semblantes del atemperado casting contrasta con el anonimato de los extraterrestres, cuya anotomía sólo es visible en algunas partes de la película, basando todo el peso de su efectismo en unos impresionantes efectos especiales que, como buen blockbuster y aún más grandilocuente secuela, quiere rizar el rizo de lo ya visto en Independence Day, haciendo, por ejemplo, que la nave extraterrestre que va a comenzar el contraataque sea tan grande como el Océano Atlántico. También impresionantes son las consecuencias de los primeros ataques alienígenas a la Tierra: ciudades devastadas, ejércitos reducidos a cenizas, señeros monumentos convertidos en astillas…Todo conforma un espectáculo veraniego que pretende dejar al público con la boca abierta y hacer que no se arrepienta de haber pagado la entrada, aunque sólo sea por huir del calor de la calle y pasar un rato entretenido.

Independence Day: Contraataque es una secuela que se ha beneficiado de la evolución tecnológica en materia de efectos especiales: los extraterrestres desestabilizan el campo gravitatorio de la Tierra para sumirnos en el caos, la destrucción está cerca, pero los humanos hemos tenido tiempo de prepararnos y podemos devolver el golpe usando una tecnología que está más cerca de la ciencia-ficción futurista que de la película catastrofista y de armamento analógico que fue su predecesora. La nueva película de Roland Emmerich es como el resto de su obra: apabullante, impresionante, facilona y, en ocasiones, tan hueca como locamente entretenida; así es Independence Day: Contraataque, disfrutable para el público, irrelevante para la crítica e imprescindible para un verano de estrenos de blockbusters y secuelas que acaba de comenzar.

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Alfredo Paniagua

@columnazero

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