
Sacar partido a la ropa que compramos para eventos navideños es todo un desafío. Por suerte, los looks festivos ya forman parte del Street style, y lo aprovechamos para proponerte formas de rentabilizar, de verdad, los estilismos que has lucido durante las fiestas.
Una vez superadas las celebraciones navideñas y la búsqueda de modelitos para cada ocasión, llega el verdadero reto: buscar usos alternativos para la ropa que hemos llevado. Comidas familiares, reencuentros con amigos y salidas nocturnas cobran un significado especial en estas fechas, y nuestra ropa también lo hace. El problema es que, normalmente, optamos por prendas tan emblemáticas que es casi imposible sacarles partido una vez las festividades llegan a su fin. Por suerte, durante el 2016 hemos visto cómo la ropa de fiesta salía a la calle en looks de día combinados de la manera más informal. Y qué mejor momento para poner en práctica nuestras dotes de combinación (y ahorro) que el inicio de un nuevo año. Hemos seleccionado algunas de las prendas más populares de estas navidades con las que crear looks todoterreno para el resto del año.
Slip dress
Si hubiera que elegir una prenda icónica del 2016, el slip dress sería, sin duda, uno de los candidatos. Empezó a ganar protagonismo durante la pasada primavera-verano y, como era de esperar, volvió a final de año. De satén o terciopelo, en elegante negro o dulces tonos rosáceos, no pudimos evitar recomendarlo como una de las apuestas seguras para las celebraciones. Pero una vez superada la frontera de Nochevieja, este tipo de vestidos ofrecen un sinfín de posibilidades.
No hay manera más sencilla de convertirlo en una prenda polifacética que jugando a las superposiciones, rebautizadas en temporadas pasadas con el término layering. Para invierno, un jersey de cuello vuelto y unos botines o mocasines transforman cualquier vestido en una versión sofisticada de los aniñados pichis. Con ellos, un slip dress se convierte en una prenda de día, o de noche al sustituir el jersey por una camisa de manga larga, una opción más atrevida pero igual de popular. Cuando las temperaturas empiecen a subir, una básica de manga corta y unas deportivas serán las mejores aliadas de tu slip dress de Navidad. Además, para quien se atreva con todo, una de las últimas tendencias es usar vestido con pantalones, una de esas propuestas que generan más odio que amor, pero que ha sido secundada en la pasarela por firmas como Loewe o Givenchy.
Pantalones masculinos
Los pantalones de traje son una de esas prendas de corte masculino que han ido llegando a nuestros armarios en las últimas temporadas. Sus materiales, la tela de crepé o similares, y sus tonos, normalmente apagados, los convierten en una prenda clave para looks festivos elegantes; y sí, también en una inversión perfecta para toda clase de estilismos.
Los pantalones son una de las prendas más accesibles cuando de sacarle partido se trata, incluso si son pantalones de traje. Un jersey de canalé o camisa y unos zapatos de vestir crean un look formal de los de toda la vida. Para algo más relajado, basta con optar por una parte de arriba oversized un poco metida por el pantalón, un cinturón de piel y unos botines o mocasines de plataforma. Y no nos olvidamos de los fans de los estilismos sporty, porque esta prenda también se puede interpretar como una versión sofisticada del jogger combinada con zapatillas deportivas, una básica y un cárdigan largo, logrando un look cómodo y relajado.
Telas brillantes
Las telas metalizadas y con brillos fueron otro de los hits del año que acabamos de dejar. Empezaron discretamente en accesorios y calzado, y pronto acabaron haciéndose con todas las prendas. En las colecciones de fiesta, hemos visto estos tejidos principalmente en faldas (mini, midi, plisadas…) y pantalones. Aunque han sido una de las propuestas más llamativas, eso no significa que sea imposible darles una segunda vida.
Las faldas y los pantalones en materiales de efecto metálico o brillante acaparan automáticamente toda la atención del look, de modo que si se quieren llevar en el día a día, lo mejor es intentar rebajar el efecto. ¿Cómo? Recurriendo a los básicos. Partes de arriba en telas lisas y colores neutros, como jerséis o las revalorizadas sudaderas; de abrigo, el clásico largo con corte de americana, manteniendo las tonalidades discretas; y para los pies, calzado igualmente monocolor, como unas deportivas o, para un look más potente, botas de combate. Estas faldas y pantalones son mucho más adaptables a looks urbanos que a otros formales o femeninos, pero una manera de conseguirlos es con la camisa blanca de corte masculino, que volvió en colecciones recientes con más fuerza que nunca, y unos kitten heels, tacones bajos y discretos que aportan un punto distintivo sin quitar protagonismo a la prenda principal.
Tacones de terciopelo
El terciopelo fue el material estrella al inicio del año pasado. Los looks de fiesta de todas las firmas estaban inundados por esta suave tela que, sin embargo, no tardó en agotar su minuto de gloria. Pero, para acabar el año, hizo su reaparición triunfal en forma de americanas de fiesta y, lo que es más importante, de zapatos de tacón estilo sandalia. Este calzado se convirtió instantáneamente en una prenda fetiche aclamada por todos los diseñadores y mandamases de la moda, y obviamente, las firmas low cost no se quedaron atrás, por lo que han acabado siendo una de las adquisiciones más repetidas de cara a las salidas nocturnas navideñas.
Lo más conveniente de estos zapatos para el propósito del artículo es que no se pusieron de moda como un accesorio de noche, sino como todo lo contrario, la clave del Street style diurno. Un jersey básico amplio, un abrigo cualquiera, unos vaqueros claros de tiro alto, calcetines a la vista y…sorpresa, no son deportivas ni botines lo que va a los pies, sino estas sandalias, que transforman el estilismo comodín en una apuesta femenina, con un toque dulce y aniñado, pero sobre todo muy atrevida. Tanto que no es apta para todos los públicos, pero por el momento es la única forma humana que se nos ocurre de utilizar estos zapatos durante el día. Para la noche, son un as estupendo para quienes no tienen prendas “especiales” en el armario, porque crean un look de fiesta con un total look negro, da igual si es con vestido o pantalones.
Tanto si ahorrar en ropa estaba entre tus propósitos de año nuevo como si no, ya no hay motivos para marginar al fondo del armario las prendas con las que despedimos el año. Los estilismos de calle se han abierto a un sinfín de posibilidades, se ha impuesto el “todo vale”, estas prendas se han subido al carro, y nosotros, también.
Clara Auñón