COCOLORES: TEATRO DE EXPRESIONES PARA LOS MÁS PEQUEÑOS

Un artículo de Blanca Albarracín para ColumnaZero
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Un artículo de Blanca Albarracín para ColumnaZero

A pesar de que hace unos años ya que acabé la universidad, a menudo me sigo sintiendo como una niña curioseando el mundo de los adultos. Cada cumpleaños la misma sensación de: “¿Ya? Pero si no me ha dado tiempo a jugar a todo…” Viendo la obra Cocolores, del grupo teatral La Menteenblanco, y con la posterior entrevista a Cecilia Sánchez, una de sus integrantes, no me ha hecho falta disimular. Tanto niños como adultos esperábamos con la boca abierta la siguiente aventura de Coco, el protagonista. De ahí que Cecilia, nos aclare que en realidad sus obras están dirigidas al público de 0 a 100 (o más) años.

La Menteenblanco, grupo teatral fundado en el año 2005, está formado por Patricia Arroyo y Cecilia Sánchez. En la actualidad, están representando tres obras infantiles: Travesía tras la estrella traviesa, Picozapato y Cocolores. ColumnaZero ha podido asistir a una de las primeras representaciones de esta última, en la Biblioteca Casa Grande de Moralzarzal. Después, Cecilia nos ha contado un poco cómo ven ellas el mundo.

¿Qué os movió a hacer teatro para niños tan pequeños?

Hay gente que piensa que a esa edad, no somos capaces de asimilar la mayoría de nuestras vivencias. Nosotras pensamos que eso no es así. Es una edad en la que cualquier estímulo que recibes te ayuda a desarrollarte en mucho niveles. En el cole ya trabajan la expresión oral, musical, plástica, etc. El teatro que hacemos es una forma de englobar todas estas facetas.

Hacemos creaciones propias. Nos gusta el teatro más plástico, usar los colores, objetos, música, un teatro que está muy en línea con la educación que reciben los niños más pequeños. Tenemos facilidad para llegar a ellos porque nos gusta trabajar con colores, objetos, música, juntar todo lo que hacen los niños a esa edad en una obra que pueden ver.

En un momento en que la cultura y en concreto el teatro, están siendo tan maltratados por los recortes, ¿os es posible vivir de ello?

Paralelamente trabajamos también en otras cosas. Por ejemplo, Patricia trabaja en El conciertazo, yo he trabajado de coach de actores en series como Amar o Bandolera… tenemos la suerte de que son trabajos relacionados también con la cultura.

Hemos notado que ya no hay tanto dinero dedicado a este tipo de actividades, casi ningún centro cultural o biblioteca tiene ahora presupuesto para esto. La realidad es que al final la necesidad agudiza el ingenio, y en vez de quedarte en casa, te da pie a pensar en nuevas posibilidades. No es malo. Cuantas más cosas hagas, más posibilidades tienes, abres nuevos campos, investigas en otros sitios, descubres nuevas capacidades en ti… Está claro que hay que rebajar los precios, pero no pasa nada, queremos seguir haciéndolo.

De ahí que hayamos adaptado las obras también a pequeño formato, para intentar llegar a más sitios, como la biblioteca de tu pueblo. No todo el mundo puede permitirse acceder a grandes salas, así conseguimos llegar a más gente.

Actuación de la obra Cocolores

Los niños pueden ser un público mucho más exigente que sus padres. ¿Cómo conseguís captar su atención durante 40 minutos? ¿Algún truco que podamos usar en casa?

Sí, los niños son muy exigentes. Un niño no tiene que quedar bien contigo, si no le gusta te lo dice a la cara, y si le gusta, también, eso es genial. Nosotras hacemos un teatro muy familiar, también nos estamos dirigiendo a los padres. Si el padre está atento, te aseguras en un 95% de que el niño también va a estar atento. Los niños imitan a sus padres, y por otro lado, es una actividad que hacen juntos, es bonito que la vivan de la misma manera y luego hablen sobre ella. También es un trabajo de acercamiento entre padres e hijos.

Para captar la atención, es lo que hemos comentado antes. El trabajo que hacemos es muy plástico, con cambios de ritmos, personajes diferentes, movimiento, elementos sorpresa, música, muñecos, el color… todo eso capta la atención de los peques. Pasan muchas cosas y si se pierden en un punto, siempre pueden enganchar con el siguiente. Utilizamos lenguaje y estímulos que ellos ya están empezando a manejar.

El truco está en escuchar más a los hijos, jugar más con ellos. Participar en las actividades que ellos propongan e incorporarles también en las nuestras, en las actividades “adultas”. Vivir la relación entre padres e hijos como un intercambio en el que ambas partes tienen cosas que aprender y enseñar, el uno del otro. Yo veo a los niños como una fuente de sabiduría, mantienen intacta la ingenuidad, son todo amor, alegría… Los adultos lo hemos ido perdiendo y para eso están ellos, para recordarnos que esa la base de todo, deberíamos aprender de ellos.

¿Alguna anécdota que nos puedas contar?

La que más me marcó, fue en una función de Picozapato, en la Biblioteca de Los Molinos. Siempre preguntamos a los niños antes si les gustan los pájaros. Uno de ellos dijo que no, que no le gustaban y que mataba pájaros con una escopeta de perdigones. Yo flipé y le dije que a los pájaros no se les podía matar ni maltratar, que viera la obra y a ver qué le parecía, temiéndome que el niño la iba a liar. Estuvo súper atento. Cuando acabó la obra, vino a hablar con nosotras. Me dijo que le había gustado mucho y que no iba a volver a tirar con los perdigones a ningún pájaro, con lo cual yo me fui feliz. Entiendo que lo dijo de verdad, porque en los 45 minutos había aprendido a respetar a los pájaros y a la naturaleza, con lo cual… Por estas cosas merece la pena este trabajo. Te quedas diciendo “he hecho algo bueno”. Inculcarle a alguien que hay que respetar a los animales, me parece una pasada.

Ahora mismo, estáis ofreciendo 3 obras, una de ellas, Cocolores, de estreno reciente. ¿Qué tal está funcionando?

Pues muy bien. En el estreno en Fuenlabrada se agotaron las entradas en los dos pases que hicimos, un buen pistoletazo de salida. Nos pareció muy buen comienzo y en los otros sitios a los que hemos ido, muy bien también. Les encanta a los niños y a los padres, pensamos que puede funcionar muy bien.

¿Qué otros proyectos tenéis a la vista?

De momento seguimos ofreciendo estas tres obras. En breve se va a publicar el audiolibro de Picozapato y además, estamos trabajando en otro proyecto donde vamos a aprovechar nuestra experiencia en televisión y teatro para fusionar ambas cosas. Como adelanto, te puedo decir que los niños podrán vernos también en casa.

Si queréis ver a Cocolores, de momento hay programadas dos funciones en el mes de abril: el día 24 en la Biblioteca de Los Molinos, y el día 26 en el Centro Cultural Fuente Cisneros de Alcorcón.

Más información en el blog

Blanca Albarracín

 

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