
L´exercice de l´État. Presa de una BESTIA inmunda.
En un momento de corrupción, malversación de fondos y deshonra pública, Pierre Schoeller arrancaba en el 2011 con esta película que acaba de llegar a nuestras pantallas cuyo inicio, más allá de su transgresión, no llega a superar la brutalidad del tema del relato, la política como “mascota asilvestrada” por la sociedad.
El prisma bajo el cual se presenta la política en esta obra maestra es, por encima de sus tonos metafóricos, una auténtica revelación de lo que el gobierno oculta, de la bestia que esconde. Donde la ambición del poder es una de las tantas tentaciones que un político tiene a su merced, y la propia política les engulle como presas inconscientes del propio canibalismo que les está devorando.
Su protagonista, Bertrand, es el ministro de Transporte. Un hombre dedicado en cuerpo y alma a la política y cuyas relaciones familiares quedan en último plano en su vida. Sacrificado y tentado por la monstruosidad de la política, es engullido por sí misma hasta el límite. Al otro lado, Pierre Schoeller nos presenta a Martin Kuypers, una cabeza de turco creada para limpiar la imagen del Ministerio al fomentar el empleo público entre los parados. Kuypers, un hombre honrado con un expediente algo sucio, es entregado a su servicio con un puñado de sueños honestos que realizar junto a su novia. Honradez, palabra revestida cada día por políticos de todo el mundo y de la cual carecen todos y cada uno de ellos.
Bertrand es un personaje que a medida que la película avanza se encuentra aturdido y desorientado. Es guiado por la bestia pero ignorante del estómago al que le lleva. Su perdición no es su trabajo, sino las influencias que le rodean y que como muestra la película, al fin y al cabo, todos son títeres manejados por un ente salvaje que es la política.
Una frase única en la película El ejercicio del poder, que es repetida por Bertrand numerosas veces, resume el concepto que representa el vínculo entre la política y la sociedad:
“Y seremos tigres hambrientos en una noche negra”
La sociedad es la supuesta fiera sedienta de poder y hambrienta de carisma. Busca ser el número uno y vive contando los pasos hacia atrás. Creó una bestia a la que intenta mimar, pero carece absolutamente de su control. Esa bestia hoy es libre y sus presas desconocen que lo son.
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David López
@DavidLF_cinema