Con dos temporadas a sus espaldas y una tercera en camino American Horror Story (AHS) se ha convertido, con tan solo 25 episodios, en un clásico moderno de las series de televisión y en una marca y una forma de hacer terror.
1. Todo lo hemos visto antes
Una marca, sí, pero hay que poner matices. Todas las historias de las dos temporadas de AHS ya las hemos visto en algún sitio, pero la gracia está en que aquí están juntas. Sin ánimos de ofender a nadie, Ryan Murphy y Brad Falchuk, sus creadores, han cogido la fórmula de Tarantino para adaptar el cine de terror a la televisión. Con unos resultados que cada uno tiene que juzgar por sí mismo.
2. Universo propio
Aunque todo está inventado. AHS lo junta y lo mezcla en un universo propio en el que los espacios son un personaje más de la serie. La casa de la primera temporada y el asilo de la segunda son dos elementos que no solo sirven como vínculo para que se crucen las historias de los personajes, sino que además juegan un papel activo y decisivo en las historias.
3. Temporadas independientes
Sí, historias, en plural. Cada temporada de AHS, hasta el momento, es independiente. De ahí el nombre de Asylum para la segunda temporada y el ya anunciado Cave para la tercera. Esto es un plus si no has seguido la serie desde el principio porque puedes saltar y engancharte por la temporada que prefieras que siempre tendrás tiempo para ver las demás y no perderás ni un ápice de la magia que ha hecho grande esta serie.
5. Jessica Lange
Jaime Gutiérrez