CEO´S, ABOGADOS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN: LAS PROFESIONES CON MÁS PSICÓPATAS

Un artículo de Isaías Blázquez para ColumnaZero.
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Un artículo de Isaías Blázquez para ColumnaZero.

Dos de cada cien personas con las que te has cruzado por la calle, que has conocido o incluso que forman parte de tu círculo más íntimo de familia y amistades, son psicópatas. Son personas que carecen de empatía pero actúan como líderes, son narcisistas, fríos, impulsivos y son incapaces de sentirse culpables por algo. ¿Os viene a la cabeza algún candidato?

Quizá una de las caras que os aparezca en la mente sea la de José Bretón. Acorralado por los indicios y sin una coartada convincente, el acusado de incinerar a sus dos hijos en Córdoba se muestra frío como un témpano de hielo en su juicio. Los ojos bien abiertos, fijos, que no oculta casi ni para parpadear. El hombre que, según los testigos, se mostraba anormalmente calmado cuando denunció que había perdido a sus niños, Ruth y José. El llamado monstruo de Las Quemadillas que, si bien no es considerado un psicópata por los expertos, sí que cumple varios rasgos característicos de dicha patología. Así lo definió José Gil Martínez, profesor de Psicopatología de la Universitat de València en El País:

“Facilidad de palabra y encanto superficial, manipulador; sentido desmesurado de la autovalía; ausencia de remordimiento o sentimiento de culpa; afecto superficial; insensibilidad afectiva y ausencia de empatía. Se puede decir que es un psicópata integrado, no tiene una historia criminal, pero tiene la semilla de violencia que ha crecido con el abandono de su mujer y para vengarse de ella.”

Porque evidentemente, la mayoría de los psicópatas no andan quemando a sus hijos o acuchillando a su vecino. No. La mayor parte de los psicópatas no ejercen la violencia física sobre las personas que les rodean. Para ello necesitan un desencadenante, una chispa como un entorno difícil, el contacto directo con drogas o alcohol o padecer otro tipo de enfermedad mental. Sin embargo tratan de pasar por encima de quién les estorba, de hundirlos, de conseguir sus objetivos a su costa si es necesario porque su dolor no les afecta. Un ejemplo muy claro de ello lo utilizó Robert Hare, prestigioso investigador de la psicología criminal, en una entrevista en ABC:

“Fíjese, por ejemplo, en los grandes escándalos financieros, con pérdidas para miles de personas. Detrás hay una mente psicópata. En los grandes negocios la psicopatía no es una excepción. ¿Qué tipo de persona cree usted que es capaz de robar a miles de inversores, de arruinarles aunque después se suiciden? Dirán que lo sienten, pero nunca devolverán el dinero. Es incluso peor que lo que hacen muchos asesinos.”

Hare acudía al campo de las grandes finanzas para determinar un perfil que todos nos podríamos imaginar. Ahora bien, ¿en qué profesiones esta patología es más habitual? ¿Qué oficios son verdaderos caldos de cultivo de psicópatas? ¿Dónde encuentran estas personas el lugar más cómodo para desarrollarse? Otro psicólogo, el profesor de Oxford Kevin Dutton, elaboró la lista de profesiones con más psicópatas:

1) Director ejecutivo. Es decir, aquellos que dirigen las empresas, los que manejan grandes corporaciones y entidades. Según el profesor, gente capaz de tomar “decisiones frías, desapegadas de sentimientos, drásticas o duras”.

2) Abogados. Capacidad de manipulación, tratando de convencer a un juez y con el fin de ganar un caso a toda costa, a pesar de que la persona que a defender sea, por ejemplo, un asesino.

3) Medios de comunicación. Según Dutton, son un auténtico hervidero de psicópatas. En muchos casos se trata de personas con ansias de notoriedad, de poder, con una ambición desmesurada. Y casos hay mil, de gente capaz de hacer cualquier cosa por un minuto de fama.

4) Vendedores comerciales. Aunque parezcan inocentes, empáticos o tracen puentes de confianza con la persona a la que quieren vender un producto, muchos de ellos tan sólo fingen con tal de cerrar un negocio.

5) Cirujanos. La frialdad con la que son capaces de abrir un cuerpo y jugar con los resortes de la vida, a pesar de que el mínimo error podría matar al enfermo, convierte a esta profesión perecta para los psicópatas.

6) Periodistas. Cuando el amor por la profesión no es real, cuando tras las ganas de triunfar no se esconde la vocación sino ambición y deseo de notoriedad; cuando no se tiene una de las características más fundamentales para ejercer la profesión como es la empatía, es muy posible que estemos hablando de un psicópata que juega a ser periodista.

7) Policías. Los agentes que no pretenden servir al ciudadano sino hacer valer su poder, aquellos que golpean a ancianos en manifestaciones sin sentir ningún dolor, los que intimidan a la gente con su porra y su placa, etc., cumplen perfectamente el perfil trazado por Dutton.

8) Clérigos. Sorprendentemente, entre “los hombres de Dios” hay un gran número de psicópatas según el psicólogo. Un pecado especialmente grave cuando todos deberían amar al prójimo como a ellos mismos.

9) Cocineros. Otra tremenda sorpresa. Según Dutton, entre cuchillos y fogones hay un gran número de psicópatas sirviéndonos calientes y jugosos platos.

10) Políticos o cargos públicos. Algo muy en sintonía con la descripción que hacía el doctor Hare unas líneas más arriba. Gente capaz de tomar cualquier decisión aunque suponga condenar a miles de personas. Incapaces de sentirse culpables y por tanto de reconocer su culpa. Además, gente con ansias de poder y capacidad de liderazgo. Vamos, personas con claras evidencias de padecer psicopatía.

Una lista más que interesante la de las profesiones con más psicópatas, pero ¿y las que menos? Pues son las siguientes, de menor a mayor cantidad: cuidadores de niños o ancianos, enfermeros, terapeutas, artesanos, estilistas, caridad o voluntariado, maestros sobre todo de primaria, artistas creativos, médicos y contables.

No obstante, aunque pensemos que nuestra predisposición natural nos aleja de personas con comportamientos psicopáticos, nada más lejos de la realidad. Así de rotundo se expresa el doctor Hare:

Hay personas a quienes les encantan los psicópatas. Porque son divertidos. Te van a engañar y a chupar la esencia, pero resultan atractivos, aún a costa de ese precio tan alto. Al final, cuando ya no les sirves, te dejan. Los psicópatas son esponjas emocionales y absorben todo lo que tengamos. Pero si exprimes una esponja, suelta todo lo que cogió. Ellos no. Si los aprietas, sólo saldrá polvo.”

Ahora pensemos, ¿cómo de influida está nuestra sociedad por los psicópatas? Como hemos visto, les encanta el poder y son capaces de lo que sea con tal de lograrlo. Y, por tanto, parten con ventaja a la hora de acceder a puestos clave. Están en las grandes esferas y una presencia mínima de ellos, imaginemos diez de cada cien, es capaz de afectar a millones de ciudadanos. Más aún cuando vivimos en una sociedad, en parte creada por ellos, que alaba sus características a través de personajes de televisión o del cine. Sin ir más lejos el último artículo publicado en El Mundo sobre televisión habla de ellos y su éxito. Su frialdad, ausencia de dolor, sus pocos escrúpulos, su propio sentido de la justicia, etc., los convierten en personajes envidiables, admirables, imitables. El propio Kevin Dutton reconoce este punto y sostiene que todos podríamos beneficiarnos de un comportamiento implacable, audaz, mentalmente fuerte, encantador y carismático. En su justa medida, claro está.

Quizá alguno de vosotros que habéis llegado a estás líneas, os estaréis preguntando si formáis parte de ese 2% de psicópatas que viven en nuestra sociedad. Una prueba para descartarlo es que os estaréis preocupando de ello, algo que jamás haría un verdadero psicópata. Sin embargo, si queréis comprobarlo os dejo un test con veinte cuestiones creado por Robert Hare. Cada pregunta se responde con un “nunca” (0 puntos), “alguna vez” (1 punto), “frecuentemente” (2 puntos). Y, querido lector, si tu puntuación supera los 30 puntos, el doctor no tendría ninguna duda: eres un verdadero psicópata.

1) ¿Es usted locuaz?

2) ¿Tiene encanto superficial?

3) ¿Alardea de sus logros y de su valía?

4) ¿Suele mentir?

5) ¿Sólo se siente bien en puestos de dirección?

6) ¿Manipula a los demás?

7) ¿Carece de remordimientos?

8) ¿El afecto que muestra es sólo superficial?

9) ¿Su carácter es inestable?

10) ¿Carece de empatía con los demás?

11) ¿Carece de amigos de la infancia?

12) ¿Quiere realmente a su pareja?

13) ¿Tiene tendencia al aburrimiento?

14) ¿Tiene un estilo de vida parasitario?

15) ¿Sus reacciones son poco meditadas?

16) ¿Tiene mala memoria?

17) ¿Sus proyectos carecen de realismo?

18) ¿Su carácter es impulsivo?

19) ¿Adopta decisiones irresponsables?

20) ¿Ha tenido problemas con la ley aunque no haya sido condenado?

Isaías Blázquez

@isaiasblazquez

1 Comentario

  1. Falta incluir entre los psicópatas a los ginecólogos, urólogos, políticos y jueces.

    Además médicos y enfermeros pueden llegar a serlo cuando tienen poder sobre los pacientes, Lo mismo que los psicólogos y los psiquiatras, no es que no lo sean, es que por su trabajo saben cómo ocultarlo, Esos son los peores.

    La cuestión es que lo de la psicopatía parece solo la conducta de una persona que ostenta un cargo con poder sobre otras personas. Así, los padres pueden ser muy autoritarios sobre sus hijos y eso sería también psicopatía.

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