
La prestigiosa marca alemana BMW ha presentado recientemente uno de los modelos más esperados del sector del automóvil del año; el BMW M2. Este coupé de dos puertas es un digno sucesor de modelos históricos de la marca como el BMW 2002 turbo de hace 4 décadas o el posterior y primer M3, el M3 E30.
Desarrollado por la filial de versiones deportivas BMW M GmbH, el nuevo BMW M2 es uno de esos coches que invitan a conducir a ritmos alegres por carreteras de segundo orden y, ¿por qué no? a rodar a fondo en tu circuito favorito mientras las ruedas traseras no paran de quejarse y producir un humo blanco de los que ponen los pelos de punta.
Tomando la base del Serie 2 Coupé, este deportivo ha sido retocado estéticamente para recibir una imagen más deportiva a la vez que canaliza el aire mejorando su aerodinámica y permitiendo una mayor refrigeración del motor y los frenos.
Los tiempos cambian e incluso este tipo de vehículos de altas prestaciones están prácticamente obligados a contar con un sinfín de equipamiento y múltiples sistemas de seguridad si quieren comercializarse como un coche apto para la circulación por vías públicas. Por desgracia, la contrapartida de todo esto es que el precio de venta no es tan contenido como nos gustaría y además su peso se eleva considerablemente, lo que repercute directamente en la dinámica de conducción y las sensaciones al volante.
A base de utilizar materiales ligeros como aluminio y múltiples aleaciones distintas en función del lugar en el que vaya ubicado cada elemento, BMW GmbH ha logrado un peso medianamente contenido de unos 1.500 kilos (depende del equipamiento de cada unidad).
Bajo el capó delantero se encuentra un motor de seis cilindros en línea y 3.000 cc con tecnología TwinPower Turbo que alcanza la disparatada cifra de 370 cv a 6.500 rpm. Su par motor es de 465 Nm, aunque cuenta con una función overboost que permite aumentar esta cifra hasta los 500 Nm durante unos segundos. Esta energía es enviada, como no podía ser de otra forma, al eje trasero del BMW M2.
Todo esto se traduce en unas impresionantes cifras de aceleración. Con el cambio robotizado de doble embrague y 7 velocidades (M DKG), si seleccionas la función launch control, puede acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 4,3 segundos. Increíblemente rápido. Además su velocidad punta limitada electrónicamente es de 250 km/h.
A quien se compre esta auténtica joya mecánica no le importará mucho el consumo de combustible, pero el motor está tan bien resuelto que homologa sólo 7,9 litros cada 100 kilómetros. Estas cifras suelen ser poco reales en la vida diaria, pero calculo que en una conducción tranquila y a ritmos normales no debería subir de los 11 litros. Puedes pensar que es un consumo alto, pero te recuerdo que estamos hablando de un coche deportivo de gasolina con 370 cv.
Para mejorar el comportamiento del conjunto y hacerlo todavía más deportivo, la filial deportiva de BMW ha introducido un diferencial M deportivo con regulación electrónica para optimizar la tracción y estabilidad del BMW M2. El conductor además puede seleccionar el modo de conducción dinámico, que retarda la entrada del control de estabilidad y permite realizar ligeras derrapadas controladas del eje trasero, lo que estoy seguro que provocará una sonrisa de oreja a oreja al tipo que se encuentre al volante.
La marca alemana ha informado recientemente de unos datos muy importantes. Este coupé M2 es más rápido que el BMW M3 de anterior generación (el E92). Al menos en el mítico trazado de Nürburgring. Ha parado el crono en 7 minutos y 58 segundos, mientras que el M3 anterior lo hacía en 8 minutos y 5 segundos. El BMW Serie 1 MCoupé, modelo al que sustituye, tardaba 14 segundos más en recorrer el viejo trazado alemán. Del BMW M5 actual, que es mucho más caro y potente, sólo se queda a tres segundos. Unos datos que garantizan el increíble potencial de este auténtico juguete no apto para menores.
Diego Ávila (@diego_motordiez)
[…] coche del que te va,os a hablar ahora ya lo conoces; te lo presentamos en ColumnaZero hace un par de meses y por ello no nos vamos extender excesivamente, pero de ningún modo puede faltar en este listado. […]