ARTES EXTRAÑAS: CUBEWORKS STUDIO, CREAR CON CUBOS DE RUBIK

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Un artículo de Pablo Cañeque para ColumnaZero.

ColumnaZero te trae un nuevo capítulo en eso de las artes extrañas o poco convencionales. Esta vez nos centramos en la construcción de obras mediante la unión de cubos de Rubik para que formen un todo con cierto valor artístico y moderno. Una propuesta original que viene de la mano del estudio canadiense CubeWorks y que ya ha dejado su impronta en medio mundo.

Considerar arte el trabajo de CubeWorks Studio (Toronto, Canadá), depende de cada uno, pero lo cierto es que, como mínimo, lo reconstruyen en algunos casos. ¿Cómo? Resolviendo los cubos de Rubik, su materia prima, a la inversa: con las seis caras completas las deshacen buscando que una de ellas, la que posteriormente se verá, tenga los colores adecuados en la posición adecuada. Así cada cubo funciona como una de las piezas de un mosaico al que cada unidad aporta 9 píxeles (uno por cada uno de los 9 cuadraditos que integran cada cara del cubo). Posteriormente los unen y voilá.

Esta labor le ha dado a este estudio de arte una fama mundial. Su trabajo, además de formar parte de la cada vez más afamada corriente del pixel art, tiene mucho de vanguardista, de moderno, incluso de arte pop, por esa tendencia seguida de construir retratos de muchos de los principales iconos culturales de la edad moderna: desde la inolvidable e icónica Marilyn Monroe a Clint Eastwood, uno de los grandes personajes de la historia del cine, pasando por Frank Sinatra, Audrey Hepburn o Jimmy Hendrix. Incluso del popular Angry Birds o la ya leyenda de la ficción, Walter White. También los hay que le otorgan cierto valor impresionista, por eso de que de cerca sólo se ven colores de los que necesitamos alejarnos para que nuestro ojo los interprete correctamente y sea capaz de percibir la forma y el dibujo real que representan. E, incluso, quizás también tengan algo de arte conceptual. Todo para que, sin duda, sean los murales sus piezas más importantes. Algunos de ellos son representaciones de obras como La última cena, de Leonardo DaVinci o algunas de Andy Warhol o Vincent Van Gogh.

Pero sin duda su punto fuerte, el más artístico, son los murales de creación propia. Uno de ellos ostenta el record Guinness como el mayor mosaico del mundo construido con cubos de Rubik. Lo importante no parece el mérito, puesto que la competencia por este hito, presumiblemente, no debe ser muy feroz. Lo interesante es la imagen que se puede crear a partir de cubos de Rubik utilizando una de sus caras como un bloque de nueve píxeles. Utilizaron 85.794 cubos para elaborar una pieza de casi cuatro metros de alto y más de sesenta de largo. En él está representado el horizonte, el skyline, de la bahía de Macau, China, lugar donde quedó expuesta la pieza pasando a formar parte del patrimonio de la ciudad.

Otros de sus trabajos no corrieron tan buena suerte. Dream big fue un mural del diseñador estadounidense Pete Fecteau en el que ilustraba a Martin Luther King con casi 4.250 cubos de Rubik alquilados que pesaban en total 454 kg y que fueron dispuestos en una superficie de 5’8m x 2’6m x 5’7 cm. Fue creado por 9.000 dólares en 2010 para la competición de arte ArtPrize, “la mayor del mundo” según Fecteau, que se celebra cada año en Grand Rapids (Michigan, Estados Unidos). Allí fue expuesto durante unos 20 días en los que se calcula que lo vieron más de 30.000 personas. El mosaico finalizó dentro del top 50 de las más de 1.700 piezas a concurso. A pesar de ello, no hubo más remedio que desmontarlo, pues no se encontró comprador.

“Nuestros trabajos están destinados a inspirar, unir e invocar un sentido de nostalgia por el uso de objetos comunes y concretos y los métodos para crear impresionantes obras de arte y de entretenimiento que se pueden apreciar y disfrutar por todos”, aseguraba Josh Chamlom, director creativo del estudio, en el sitio web de la empresa.

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Pero el trabajo de CubeWorks Studio no se limita a los cubos de Rubik. También crean a partir de hilo de coser, piezas de Lego o ceras de colores. El procedimiento es el mismo, construir un todo a partir de la suma de las partes. Lo hacen con paneles y, en este caso, cada cera con su respectivo color es un píxel. Cada una de estas obras utiliza más de mil unidades. “Las posibilidades para hacer arte de este modo son infinitas”, rezan en su web. Quizá algunas de sus obras más célebres de esta corriente son Popeye y la siempre enigmática y sorprendente Mona Lisa, a la que ni las ceras de colores han sido capaces de borrar su apacible sonrisa.

Pablo Cañeque

(@paul_wine)

[leer] ARTES EXTRAÑAS: PAA JOE, ATAÚDES PERSONALIZADOS

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