
Vivimos en una época en la que resulta inimaginable no poder acceder al pasado. Redes sociales, fotografías, películas y documentales hacen el trabajo fácil al recuerdo. Pero, ¿qué es de aquello de lo que aparentemente no queda nada físico?
Un grupo de profesores, estudiantes y profesionales del sector del cine han realizado durante todo un año un proceso de investigación con un único objetivo: recuperar la memoria de la Antequera de 1928 a través de una película documental. Ese año se rodó Fiesta Goyesca en Antequera, un mediometraje que retrataba la ciudad y que ofrece un testimonio de la expresión cultural propia de la alta burguesía de aquella época, sirviendo para nutrir la columna vertebral del documental y dar vida al proyecto.
El tratamiento narrativo se sostiene en el paralelismo surgido entre la confrontación del contenido del celuloide realizado en 1928 y el material grabado en la actualidad. A esto se suma el testimonio de personas con relación directa e indirecta (hijos, nietos, amigos o familiares) tanto con el acontecimiento, la corrida goyesca, como la película que lo refleja.
Inmaculada Sánchez Alarcón, profesora de la Universidad de Málaga e ideadora original del proyecto cuenta que todo surgió «porque estaba investigando con mi grupo acerca de los orígenes del cine en Antequera con Francisco Martín (profesor de la UMA) y a través de un análisis de prensa nos dimos cuenta de que existía una película muda». A raíz de ese instante, Martín indagó en todos los rincones de Antequera y consiguió encontrar los negativos originales en nitrato de celulosa en el Cine Torcal de Antequera. Desde entonces, hasta hoy, han vivido un proceso de restauración, conservación y creación de un nuevo proyecto que ha involucrado a toda una ciudad histórica como es Antequera.
Su trabajo ha contado con el apoyo, entre otros, de la Universidad de Málaga, Ayuntamiento de Antequera o un gran número de antequeranos que han aportado su grano de arena a través del mecenazgo virtual, más conocido como crowdfunding. El nuevo documental cuenta con la presencia de Pablo Montesinos, un profesional del sector que ha trabajo en películas como Lo Imposible o El Camino de los Ingleses. Su aportación se debe a la necesidad de implicarse en algo creativamente de nuevo. «Necesito más», cuenta. «Viniendo de ficción aportas el control de la luz y el tiro de cámara más controlado. He mezclado el control propio de una puesta en escena de ficción con el contenido de documentales». Montesinos asegura así que estamos ante un documental que posee una estructura, tiempo y dedicación del que no gozan el resto de trabajos.
Tal y como explica Inmaculada Sánchez, «aunque hagas un guión la realidad no es plenamente controlable y la película se va haciendo sola, paso a paso». Al parecer, se trata de un trabajo laborioso en el que han intentado captar la realidad más allá de lo meramente informativo. Con esta idea pretenden presentar el trabajo final en el próximo premio de Memoria Audiovisual. Habrá que esperar para ver el resultado final. A pesar de ello, se puede adelantar la presencia de toda una labor de cazadores de imágenes que pretenden darle un sentido a la realidad pero, sobre todo, recuperar una memoria que estaba perdida.
[vsw id=»p5X73jx6GF4″ source=»youtube» width=»425″ height=»344″]
David Puertas Graell
@davidgraell