
Mundiales de atletismo en pista cubierta de Maebashi (Japón), año 1999. Yago Lamela se dispone a realizar su sexto y último salto. Lamela es una gran promesa del Atletismo en aquel momento. Su ritmo de salto siempre ha sido precoz, desde que siendo muy pequeño, ingresó en la Asociación Atlética Avilesina. Con 18 años ya había superado dos veces la barrera de los 8,00 metros, la mejor forma de avisar que en el futuro, se codearía con los mejores del mundo en el Salto de Longitud.
En este concurso ya ha firmado un buen salto, su marca 8,42 metros, le puede servir para llegar al Bronce o quedarse a las puertas de la medalla, pero aún no es una marca que intimide a Iván Pedroso, el cubano volador, el atleta que por aquella época, dominaba la longitud con mano de hierro.
Lamela, con el dorsal numero 133 pide con palmas el apoyo del público y arranca su carrera,…40 metros de zancada corta y poderosa,…al llegar a la tabla, la batida es perfecta, vuela hasta los 8,56 metros, se coloca provisionalmente en primera posición, y destroza el récord europeo en pista cubierta. Un récord que se mantuvo vigente durante 10 años.
Acabó segundo en aquella competición y llevó a un genio como Pedroso al límite. Pero el cubano, no dejó que le afectase la presión en su último salto, y se adjudicó el concurso con una marca de 8,62 metros. Aunque lo importante para Lamela, es que en aquella competición había conseguido romper la barrera que separa a las promesas de las realidades. Yago había llegado a la élite del atletismo para quedarse…
Volvió a repetir plata en los mundiales al aire libre de ese mismo año, celebrados en Sevilla con un público absolutamente volcado con el español. Otra vez, Pedroso volvió a cruzarse en su camino hacia el Oro. El sólo hecho de estar metiendo presión a uno de los grandes genios de la historia del atletismo, auguraba un futuro espléndido para Lamela. Y desde luego, tuvo una gran carrera. Hasta el año 2004, superó en repetidas ocasiones los 8,00 metros, y ganó varias medallas más de Plata y Bronce, lo que le coloca indiscutiblemente, como el mejor saltador español de la historia.
Aunque siempre dio la sensación de que la carrera de Yago Lamela, nunca llegó a su techo. Las lesiones se cruzaron en su camino demasiado pronto. Mucho tiempo compitiendo con dolor, sin poder dar lo mejor de sí mismo. También se llevaron su oportunidad de participar en unos Juegos Olímpicos. Que la mejor marca de su carrera fuese realizada con tan sólo 22 años, es buena muestra de que aún no había demostrado todo su potencial.
Tras su enésima lesión, esta vez un desgarro en el gemelo, decidió retirarse en 2009. A partir de ahí, como la mayoría de los atletas retirados, desapareció del radar mediático y las únicas noticias que llegaban de él, hablaban de problemas de depresión.
Hoy, jueves 8 de mayo de 2014, a las 18:00 horas, llegaba la noticia del repentino fallecimiento de Yago Lamela. Un día triste para el deporte español y para todos los que disfrutamos del Atletismo.
Pablo García Lanza
@columnazero